La importancia de la consolidación y el cuidado de la familia es una pieza importante en la solución de la complicada situación por la que atraviesa el país. Existe una asociación en particular que vela por que el medioambiente que rodea a dicha institución social sea congruente con los valores y principios que sustentan su funcionamiento armónico. De esto nos cuenta Juan Dabdoub, presidente del Consejo Mexicano de la Familia

Somos una institución de asistencia privada que surgió de un grupo de padres inquietos por el entorno tan complicado en el que crecen nuestros hijos, ya que en la calle encuentran alcohol, drogas y otros elementos que no son propicios para desarrollarse sanamente. Pensamos que teníamos que sumarnos a alguien que estuviera trabajando para generar un cambio, pero no encontramos ninguna institución, así que decidimos formarla.

No obstante, este esfuerzo comenzó mucho tiempo atrás. Yo tengo 20 años trabajando en temas que tienen que ver con la familia. Empecé a dar conferencias en el Cairo, Egipto, en 1994, que fue el Año Internacional de la Familia y la primera vez que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró un año exclusivamente para esta institución social. En ese tiempo yo me involucraba lo más que podía en el tema, daba conferencias, participaba en debates y opinaba en la materia.

Hace cuatro años tomamos conciencia de que no bastaba con aportar ideas. Entonces comenzamos a platicar con personas de otras partes de la república, y de esta manera se empezó a organizar el consejo; le dimos una definición, un objeto social y hace un par de años quedamos como opera hoy día.

Trabajamos con un consejo directivo formado por siete personas y con un consejo consultivo integrado por 35 padres de familia de 10 diferentes ciudades.

Nos enfocamos en el entorno exterior de los núcleos de los hogares, es decir, el medio que afecta su estructura. Lo que hacemos es importante porque la familia tiene una incidencia determinante en las condiciones de la sociedad, lo cual se ve reflejado en los niveles de pobreza, el desempeño de los chicos en la escuela, en el trabajo y también en los casos de adicciones.

FARO DE GUÍA

El objetivo del Consejo Mexicano de la Familia es crear un ambiente más armónico con base en las necesidades de las familias y de hacer notar a las autoridades nuestras consideraciones en la materia. De tal manera que una de las principales iniciativas que hemos realizado es el lanzamiento del primer manifiesto por la familia en la historia del país.

El documento aporta una idea del panorama social en el que se desenvuelven las familias mexicanas, y se proponen tres alternativas de carácter general; una de ellas consiste en establecer, como punto de referencia para la toma de decisiones de todos los sectores, el bienestar en los hogares; el segundo paso es la implementación a plenitud de la Declaración de los Derechos Humanos, y la tercera, es una serie de acciones básicas iniciales para empezar a poner manos a la obra.

Entre las propuestas concretas están la creación de una política de apoyo a las mujeres que trabajan. Otras iniciativas se enfocan en la educación de los valores a través del deporte, porque ahí uno aprende la fortaleza, la solidaridad, puntualidad, a trabajar en equipo.

Asimismo, contamos con una iniciativa que propone el desarrollo de colonias que tengan un entorno más enfocado en el desarrollo óptimo, y que estén pavimentadas, iluminadas y con parques. La falta de estos elementos termina por convertir a las colonias en lugares inseguros, donde no puedes salir ni a pasear, y donde la delincuencia se reproduce con mayor facilidad.

Esperamos que gracias al esfuerzo del Consejo Mexicano de la Familia se orienten mejor las decisiones que se toman y que todos los actores que participamos lleguemos a un punto de referencia homogéneo en beneficio de las familias.

El documento también aporta una serie de alrededor de 60 indicadores de diferentes países, incluido México, que exponen las necesidades de las familias en diferentes temas. Con ello buscamos, en primer lugar, sensibilizar a todas las autoridades, ya que los datos que se aportan hacen que uno se sorprenda de los niveles de impunidad, corrupción, desempeño académico y embarazo adolescente que se han alcanzado en el país.

VIGILANTES PERMANENTES

Una de las fortalezas del Consejo es que hemos llevado a cabo una extensa labor de investigación para recabar información y hacer un análisis de todo lo que está pasando. Esta ha sido la primera etapa de nuestro trabajo. La siguiente, mediante el trabajo conjunto con las autoridades, será la de comenzar a implementar acciones que realmente contribuyan a la solución de todos estos problemas.

Otra dinámica en la que nos desenvolvemos es la de fungir como sensores, lo cual implica estar al pendiente de las campañas informativas, no permitir que se difunda determinado tipo de publicidad en los medios de comunicación, restringir los horarios de difusión, entre otras cosas.

Trabajamos con la sociedad a través de los medios de comunicación promoviendo la observación, y también mediante la incidencia en políticas públicas a través de las autoridades. Queremos que la gente tenga un medio a través del cual pueda expresar su aprobación o desaprobación de lo que se está haciendo al respecto, y para lograrlo, la gente se puede afiliar al Consejo Nacional de la Familia.