El proceso electoral de 2018 no deja de sorprender. El 16 de octubre, 40 aspirantes iniciaron el proceso de recolección de al menos 866 mil 593 apoyos ciudadanos para acreditar que son merecedores de la candidatura presidencial para gobernar durante el sexenio 2018-2024. Seguramente, muchos de los que quedaron en espera por documentación incompleta, habrán obtenido en días recientes la carta del INE que los avala para iniciar la recolección de firmas.

En consecuencia, no sería extraño que el mismo fenómeno se presente con las candidaturas independientes para el Senado o para la Cámara de Diputados Federal. Ocurrirá lo mismo en las 30 elecciones locales que tendrán lugar el próximo primero de julio. Ésta parece ser una época de euforia para los independientes y se han levantado muchas expectativas en toda la república. Con todo, también deben ser tiempos de mesura: el del 2018 será un proceso electoral complejo y la competencia será intensa. Estamos a ocho meses de la jornada electoral y faltan muchas decisiones por tomar.

Evidentemente no todos los independientes obtendrán la candidatura. Llama la atención el descuido, por decir lo menos, de muchos de los aspirantes al presentar la documentación que se requiere para iniciar la recolección de firmas. El INE estableció claramente que se requería presentar el acta constitutiva de una asociación civil (A.C.), con estatutos que claramente definieran el propósito de dicha A. C. Además, era necesario obtener el Registro Federal de Causantes y abrir una cuenta de cheques a ese nombre. Sin esa documentación, el INE no estaría en condiciones de fiscalizar los recursos que se emplearán tanto para la obtención de firmas, como en su eventual campaña electoral. Además, era necesario nombrar a un representante legal del aspirante y a un responsable de la administración de sus finanzas. Varios aspirantes no lo hicieron. Se percibe entonces que en muchos casos hay una gran improvisación y poca reflexión en la decisión de lanzar una candidatura independiente. En dicho contexto, 40 de los 86 aspirantes originales lograron cumplir con los requisitos en tiempo y forma.

El INE ha insistido constantemente que ser candidato es un derecho de todo ciudadano y por eso debe facilitar su registro. Para ello desarrolló una aplicación con la que los aspirantes podrán levantar los apoyos de la ciudadanía y al mismo tiempo dar certeza del avance día a día. Con un teléfono inteligente se capturará la imagen de la credencial de elector del ciudadano, se validará su procedencia y se capturará la firma de apoyo. Ello permite que de forma rápida se eliminen los apoyos duplicados, y aquellos de quienes hayan apoyado previamente a otro aspirante. Por ello sí será posible que el INE haga la revisión con oportunidad y brinde certeza a la hora de resolver quiénes sí y quiénes no alcanzarán la candidatura.

Seguramente habrá muchas sorpresas en todas candidaturas. Por lo pronto, las encuestas empiezan a hacer su trabajo y a hacer públicas sus conclusiones sobre quiénes tienen más o menos preferencias. Lo que no hay que olvidar es que la base de toda democracia sigue siendo el sistema de partidos políticos. Pronto llegará la hora de la proyección partidista ante la ciudadanía. Cuando los aspirantes independientes estén a la mitad del periodo de recolección de firmas, darán inicio las precampañas, con una intensa presencia de los que aspirarán a la candidatura presidencial de sus partidos.

Noviembre y diciembre serán meses de definiciones para los aspirantes independientes y los partidistas. Sin embargo, será hasta febrero y marzo cuando empezará a haber certeza sobre los personajes que estarán en la boleta presidencial el próximo 1o de julio. Mientras tanto, los preparativos para la elección continuarán en el Instituto Nacional Electoral (INE) y en los 30 Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs) que tendrán elecciones locales.