Saltillo, Coah.- De cara al desafío que representan las bandas delictivas y la violencia generada por sus actividades, la administración municipal ha tomado al “toro por los cuernos”, de ahí que una de sus medidas ha sido limpiar a las fuerzas del orden.
La policía municipal se dividió en dos grupos: Policía de Tránsito y Policía Preventiva, además de que se han dado de baja 100 elementos por reprobar las pruebas de control de confianza. Asimismo, se han reducido los tiempos de respuesta a las llamadas de emergencia, de 12 a menos de 5 minutos, asegura en entrevista el alcalde saltillense Jericó Abramo Masso.
También se han instalado 15 cámaras de seguridad en toda la ciudad y se instalarán 20 más. Con todas estas acciones, en los últimos meses se ha avanzado en la prevención de delitos y se ha logrado reducir la incidencia de robos hasta en 26 por ciento.
A pesar de que a nivel nacional han trascendido los hechos de violencia ocurridos en el ayuntamiento, el munícipe asegura que su administración no cuenta con ninguna evidencia para determinar que el crimen organizado haya afectado a la inversión o al desarrollo económico del municipio, sin embargo comenta que la policía local está coordinada con la procuraduría estatal y con la Policía Federal.
“Aquí no tenemos problemas de inseguridad como en otras ciudades, somos una de las localidades con menos sucesos violentos”, sostiene el edil militante del PRI.
CLUSTER EN RECUPERACIÓN
Cuando tomó posesión del cargo, en enero de 2010, el presidente municipal encontró que esta ciudad tenía 8.5 por ciento de desempleo con respecto de la población económicamente activa (PEA), el mayor índice de desocupación en el país.
La región Sureste del estado de Coahuila, donde se ubican Saltillo y los municipios conurbados de Ramos Arizpe y Arteaga, es conocida como la “Detroit mexicana”, debido al cluster formado por las empresas automotrices General Motors, Chrysler y Fiat que, desde hace más de 30 años, instalaron sus plantas armadoras en la región.
Por la crisis económica de 2009 disminuyó el consumo de automóviles en Estados Unidos, lo que afectó la economía del municipio, ya que gran parte de la fuerza laboral de Saltillo se concentra en dichas empresas. La consecuencia fue que 17 mil 826 personas se quedaron sin una fuente de ingresos.
Con el objeto de reactivar la economía en la entidad, la administración municipal creó un Programa de Empleo Temporal, con seguridad social, que implicó una inversión aproximada de 36 millones de pesos (mdp). Los recursos se obtuvieron al reducir el sueldo del alcalde y de los funcionarios de alto nivel del ayuntamiento en 30 y 28 por ciento.
Bajo este esquema fueron contratadas 2,850 personas para realizar actividades como limpieza de plazas y avenidas, retiro de grafitis y poda de árboles, con un sueldo de 500 pesos a la semana, por 20 horas semanales durante seis meses, en los horarios que los interesados tuvieran disponibles, con la posibilidad de renovar el contrato otros seis meses. Además, los participantes debían asistir una hora a cursos sabatinos de capacitación en máquinas y herramientas, para obtener un certificado como técnicos industriales.
El Programa de Empleo Temporal rindió frutos, sostiene Jericó Abramo, ya que 2,350 personas de las beneficiadas han logrado reinsertarse a la economía formal. Estos puestos de trabajo, sumados a los que han generado el resto de las actividades productivas del municipio, arrojan un cúmulo de 26 mil empleos creados de enero de 2010 a mediados del año pasado, sostiene el alcalde.
10 COMPROMISOS
El edil saltillense —uno de los pocos munícipes del país cuya gestión dura cuatro años— explica que, en lo que va de su administración, 9 de los 10 compromisos que hizo durante su campaña han reportado avances significativos, sobre todo en salud, educación, servicios públicos y apoyos a productores agrícolas. Reconoce que aún faltan avances en transporte, ya que está pendiente la creación de 12 rutas troncales que funcionarán con 230 unidades no contaminantes, que se espera comiencen a circular en abril de 2012.
La administración local ha puesto particular énfasis en la activación física de los saltillenses, para reducir el sobrepeso y la obesidad, por lo que se han tomado medidas al respecto.
“Creamos la ruta recreativa en el Boulevard Venustiano Carranza —que corre a lo largo de 14.3 kilómetros—, con 17 actividades físicas entre las que destacan aerobics, zumba, samba y mambo; así como activación física para niños, mediante brincolines y albercas de pelotas, entre otros ejercicios que hacen que 25 mil saltillenses salgan cada domingo a practicar algún deporte y convivir con sus familias”, explica el alcalde.
También se construyó una ciclovía, que atraviesa de oriente a poniente la ciudad. Actualmente 10 mil saltillenses utilizan la bicicleta como medio de transporte y se espera que al término de la administración 40 mil personas se movilicen por ese medio.
Con recursos propios, el municipio invirtió cerca de 52 mdp en la construcción del Biblioparque Saltillo Sur, un complejo que concentra una cancha de futbol americano, dos canchas de futbol soccer, dos de futbol rápido, dos de basquetbol y dos de volibol, una pista de velocidad y un auditorio para 600 personas —entre otras instalaciones deportivas—, así como una megabiblioteca con 25 mil tomos y 100 computadoras, además de servicios de asesoría académica para los estudiantes.
“El Biblioparque atiende a 5,500 familias diariamente. Antes esto era un área abandonada, se vendían drogas y alcohol y había riñas de pandillas, entonces tomamos la zona y metimos este proyecto porque necesitamos retomar a los jóvenes y ofrecerles opciones. En Saltillo, 40 por ciento de la población es menor de 18 años”, comenta Abramo Masso.
Con respecto a los servicios, el alcalde presume que en Saltillo 98.6 por ciento de la población cuenta con agua potable, 97.4 por ciento con drenaje y 99.4 por ciento con electricidad. En lo que va de su administración, informa que se han invertido 45 mdp en la construcción y rehabilitación de banquetas. “Lo hicimos a travésde contratistas locales y no permitimos que se usaran revolvedoras ni maquinaria. Hicimos que el contratista, en vez de meter dos albañiles y una revolvedora, metiera cuatro albañiles a trabajar a puro pico y pala; así, aunque tardara más la obra, se generaban empleos.”
LA POLÍTICA EN LA SANGRE
En 2005 entró en vigor una reforma que amplió los periodos de las presidencias municipales del estado de tres a cuatro años. Como explica Abramo Masso, esta disposición les permite a los alcaldes contar con más tiempo para familiarizarse con los problemas de sus entidades y planear mejor las estrategias para solucionarlos. En el esquema anterior, el primer año se usaba para planear, el segundo para ejecutar y el tercero para organizar la entrega-recepción.
El interés por la gestión pública le viene de familia al alcalde, quien es administrador de empresas de profesión. En 1984 su abuelo Jorge Masso buscó la presidencia municipal de Saltillo por el Partido Auténtico de la Revolución Democrática, pero no logró su cometido.
“La política es algo que me gustó desde niño. Yo participaba con mi abuelo, me iba a recorrer las comunidades rurales, las colonias y me nació el gusto por querer ser alcalde y servir a la gente. Tengo 35 años y entré a la política formalmente hace 10 con el PRI. Mi gran maestro, el ex gobernador Humberto Moreira, me enseñó a hacer las cosas bien en política y a trabajar desde muy temprano.”
El alcalde de Saltillo dice que su agenda comienza todos los días a las 6:20 de la mañana y termina a las 12 de la noche. La mayor parte de ese tiempo la dedica a recorrer las colonias de la capital para conocer de primera mano los problemas de la demarcación. “¿Cómo tomas decisiones si no sales de la ofi cina? ¿Por lo que te dice un asesor? Ahí empiezan los problemas de los políticos cuando no saben de lo que están hablando”, concluye el munícipe saltillense.
0 comentarios