Curar sin politizar

por | Feb 1, 2011 | Expediente Abierto, Febrero 2011 | 0 Comentarios

José CórdovaEn materia de salud, México ha logrado significativos avances que lo han acercado al cumplimiento de las Metas del Milenio, establecidas por la Organización de las Naciones Unidas. Sin embargo, mientras existan 125 municipios clasificados con bajo índice de desarrollo humano, por carecer de servicios tan elementales como agua potable y unidades de medicina familiar, el trabajo no puede darse por concluido.

De ahí la importancia de fortalecer programas como Oportunidades y el Seguro Popular, los que han ampliado la cobertura médica a la población de menores ingresos, asegura el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos. No obstante, advierte que ningún esfuerzo tendrá el éxito esperado si los gobiernos municipales no asumen la parte que les corresponde para gestionar los presupuestos y hacer a un lado las rencillas políticas.

En entrevista con Alcaldes de México, el funcionario del gobierno Central hace un examen del estado de salud de la población, que en términos generales considera favorable, pero que como cualquier pueblo del mundo tiene “achaques”, o periodos de enfermedad, además de que está expuesta a diversos riesgos.

Adicciones la prioridadUn ejemplo de los avances logrados es la reducción de muertes maternas, ya que en 2010 se reportó una tasa de 50 mujeres por cada 100 mil niños nacidos vivos, cuando el registro al inicio de la presente administración era de 62 fallecimientos. En el caso de la mortalidad infantil también se observa una tendencia a la baja, ya que el promedio actual oscila entre 14.7 y 14.6 muertes por cada mil niños nacidos vivos menores de cinco años.

“Entonces sí ha habido un descenso, que nos acerca mucho a los compromisos de las Metas del Milenio, que consisten en reducir a la mitad los índices de mortalidad materno-infantil para el año 2015”, comenta el funcionario.

En dichos progresos ha sido fundamental la inversión en infraestructura, debido a que en el presente sexenio se han edificado y remodelado 2,130 unidades médicas. “Nunca se ha construido tanta infraestructura en la historia reciente”, sostiene Córdova Villalobos. Además, se ha ampliado la cobertura de los servicios de salud a la población no derechohabiente.

VIEJOS Y NUEVOS ACHAQUES

Collage 2No obstante estos esfuerzos, José Ángel Córdova admite que hay viejos males que aquejan la salud de la población, como la desigualdad, sobre todo en los 125 municipios que no salen bien librados en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Según esta medición, 58 localidades de Oaxaca, 20 de Chiapas, 15 de Veracruz, 21 de Guerrero, 9 de Puebla, más una de Nayarit y una de Durango tienen un índice de 0.70, cuando el promedio nacional es de 0.8031.

“En esos municipios es donde hay más pobres, más muertes maternas e infantiles, donde generalmente no se alcanzan los niveles de vacunación como en el resto de las alcaldías, ahí es donde las mujeres cuando van a tener sus bebés no tienen control de su embarazo. Es hacia esos lugares que estamos focalizando la mayor parte de los recursos y los programas”, refiere Córdova.

Cobertura en expansiónA los viejos males se suman otros padecimientos delicados, como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, el dengue y la farmacodependencia —que geográficamente adquieren ciertas particularidades— como indican los datos de la Secretaría de Salud. Por ejemplo, la obesidad —que afecta a dos terceras partes de la población—se agudiza más en los estados del norte, mientras que el dengue se propaga en cualquier lugar donde haya encharcamientos de agua, pero sobre todo en entidades como Guerrero, Colima y el Estado de México.

En este sentido, la participación municipal es básica para aplicar los programas preventivos en materia de salud. El secretario Córdova recuerda que una de las facultades de este nivel de gobierno es la promoción de actividad física, como caminatas y paseos en bicicleta, para combatir el sobrepeso, además del control de los alimentos que se venden en la calle o en los establecimientos.

Asimismo, es facultad de los ayuntamientos verificar la calidad del agua, la cloración de la misma, así como su contenido de metales para evitar enfermedades gastrointestinales. Los recientes brotes de dengue —enfermedad que se transmite por el mosco Aedes aegypti que se cría en el agua contenida—, también exigen acciones rápidas. “La participación municipal, haciendo que los ciudadanos se organicen y que tengan sus patios limpios, nos ayuda mucho para evitar que haya casos de dengue”, comenta Córdova Villalobos.

CUELLO DE BOTELLA

Este año la Secretaría de Salud tiene asignado un presupuesto de 105 mil 617 millones de pesos, 12.6 por ciento superior al de 2010. Aunque dice el secretario Córdova Villalobos que “siempre faltarán recursos” para la salud, confía en que habrá margen para continuar la ampliación de la cobertura en las familias de menores ingresos, la edificación de infraestructura y los programas contra el sobrepeso y la obesidad, así como de prevención del dengue.

Niega que en su dependencia se hayan presentado subejercicios presupuestales, y para responder a las críticas que se han vertido, por el ejercicio de estos recursos, hizo ver que desde hace 15 años los servicios de salud están descentralizados, de modo que 85 por ciento del presupuesto del sector salud lo ejercen los estados.

“El cuello de botella se hace en los estados. Ellos tienen el dinero y a veces tardan meses en pasarlo a los municipios, cuando se los pasan, porque en muchos casos los administran los estados y no se los dan a los gobiernos municipales. Y si algún recurso no se transfiere de inmediato es porque los estados no comprueban el recurso anterior para el mismo programa.”

En este sentido, Córdova Villalobos exhortó a las alcaldías a mejorar sus relaciones con los gobernadores y a realizar un uso más efi ciente de los recursos, “porque no son para obras suntuarias”. Asimismo, hizo un llamado a los gobiernos estatales y municipales a no politizar los programas, porque al fi nal de cuentas los más afectados son los ciudadanos.

GARANTÍA DE SERVICIO

En su balance sobre la salud de los mexicanos, Córdova Villalobos destacó otros logros: el índice de vacunación en el país es de 95 por ciento, uno de los más altos del continente americano con la ventaja de que las inmunizaciones son gratuitas.

Otro botón de muestra es el menor contagio del VIH, porque disminuyó de 25 mil nuevos casos en 2009 a 10 mil en 2010, lo que va en línea con las Metas del Milenio. Pero estos resultados no son casualidad, se explican en parte por los programas Oportunidades y del Seguro Popular, emblemáticos de los dos sexenios panistas, que en lo que va de la presente administración cuentan con 6.5 millones de familias beneficiarias, el primero, y 42 millones de usuarios el segundo, lo que ha permitido reducir en por ciento el número de pobres.

El secretario Córdova defendió de toda crítica estos programas y estableció que “el Seguro Popular no es una póliza de afiliación, es una garantía de servicio”. Para reforzar sus palabras, refiere que la atención se ha dado gracias a las 2,130 unidades médicas construidas y al hecho de que el abasto de medicamentos supera un nivel de 95 por ciento.

ATRAER PERSONAL, NO PEDIRLO

Una de las quejas más constantes de los municipios y las comunidades apartadas es la falta de personal médico, tanto de la categoría general como de especialidades. El secretario Córdova responde enfático que los gobiernos locales tienen el cometido de ofrecer estímulos económicos y de calidad de vida para conservar al personal necesario, lo que forma parte de la inversión en salud. “Es un trabajo de todos, no los podemos asignar u obligar, ahí tiene que haber una oferta de factores de bienestar para que los médicos se quieran ir a ciertos lugares.”

Para quien lo dude, el funcionario consideró que no es problema de salarios porque los tabuladores de sueldos del personal médico se han estandarizado en todo el país, e incluso en zonas de riesgo se ofrece un complemento. “El problema es de los satisfactores que puedan existir en los lugares, donde haya escuelas para los niños, u otro tipo de diversiones, para que a los médicos se les haga más atractivo vivir ahí, depende de los municipios.”

La misma receta aplica Córdova Villalobos a las condiciones de seguridad de galenos y enfermeras quienes, en los últimos meses, también han sido blanco del crimen organizado, como en Ciudad Juárez y Culiacán. “Lo que ha hecho el gobierno Federal ha sido apoyar a los municipios en situaciones que se han complicado, porque existen narcotraficantes más violentos, pero la responsabilidad de todos estos delitos —excepto los que están relacionados con el narcotráfico— es de los gobiernos locales; ellos son los que tienen que fortalecer sus sistemas de vigilancia para todos, no sólo para médicos y enfermeras.”

Sobre su futuro político, el secretario de Salud responde que “no tiene muchas preocupaciones”, porque está dedicado a la misión que le encomendó el presidente Felipe Calderón. Se definió como una persona con “vocación de servicio”, que se dedica a la Medicina por convicción. “Si puedo ser útil en algún lado de la administración pública, en el Poder Legislativo o en el Poder Ejecutivo, lo haré con mucho gusto, y si no, también la docencia y la asistencia a los pacientes me gusta mucho”, concluyó el funcionario.

Guadalupe Cadena

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