Mapear recursos, una táctica para ahorrar

por | Mar 1, 2016 | Expediente Abierto, Marzo 2016 | 0 Comentarios

Antes de recortar personal, los municipios deben elaborar un documento que identifique cuántos ingresos se generan, los gastos que se realizan y la pertinencia de cada uno de éstos

En momentos de ajustes económicos para los gobiernos locales se suelen tomar medidas de austeridad con la finalidad de garantizar la operación del gobierno y el funcionamiento de los servicios que se ofrecen a la ciudadanía, el objetivo es mantener finanzas sanas y evitar, en la medida de lo posible, que el desempeño del municipio se vea afectado por los recortes presupuestales.

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Elvira Méndez Mercado.
FOTO: CORTESÍA DE LA SALLE

Elvira Méndez Mercado, especialista en finanzas de la Universidad La Salle, indica que antes de considerar recortes presupuestales, los ayuntamientos deben realizar un diagnóstico a fondo para saber exactamente en qué ámbitos del gasto que se ejerce en la administración pueden realizarse ajustes para generar ahorro.

“Los gobiernos municipales deben tener un conocimiento a fondo de su situación financiera al momento de pensar en hacer ajustes, es necesario que se analice en qué se gasta y ver, de todo ese abanico de posibilidades, qué se puede recortar, qué es lo que sí funciona para dar continuidad a esos proyectos. En una situación de crisis severa, el recorte de personal es la última medida que se debe tomar, pero se vale”, señala.

ANALIZAR ANTES DE ACTUAR

Despidos; reducción en las percepciones salariales para mandos medios y superiores; eliminación de prestaciones a empleados; limitar el gasto en servicios de telefonía, pagos de gasolina y compra de vehículos oficiales; así como disminución en gastos de papelería en oficinas, son parte de las medidas de austeridad que se utilizan con más frecuencia y en la mayoría de los casos se aplican para hacer frente a los adeudos que arrastran algunos gobiernos locales.

Manuel Guadarrama, coordinador de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), explica que las medidas de ahorro puestas en marcha por parte de los municipios no son suficientes para sanear las finanzas locales y esto se debe a que no cuentan con recursos suficientes para subsanar sus gastos, por lo que recurren al endeudamiento.

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Manuel Guadarrama.
FOTO: CORTESÍA DE IMCO

A decir de los especialistas, este tipo de medidas no resuelven los problemas de fondo y no generan un ahorro sustancial, ya que la solvencia en los gastos sólo es momentánea.

“Los recortes a las plantillas laborales y a los programas sociales no son muy bien vistos porque pueden traer consecuencias como el descontento social y no hay muchos funcionarios que deseen cargar con este costo político, lo que se debe fortalecer en los municipios es el trabajo en materia de actualización de la base tributaria: hoy día los ayuntamientos sólo recaudan 4.4 por ciento de producto interno bruto (PIB) y gastan 7.5 por ciento, es decir, gastan lo que no tienen”, refiere Guadarrama.

El experto del Imco destaca la importancia de establecer un documento que indique quién, cómo y dónde se gastará el dinero público, pues los municipios deben contar con un mapa financiero para identificar los ingresos, los gastos y la pertinencia de cada uno de ellos, con el fin de garantizar la sustentabilidad de las finanzas públicas.

LAS SOLUCIONES

La mejor manera de mantener unas finanzas municipales sanas es mediante el fortalecimiento del sistema recaudatorio y el ahorro generado por una correcta planeación del gasto, además de considerar de manera responsable otras alternativas de financiamiento para temas de obra social.

“En el ámbito municipal, al igual que en los estados, se gasta más de lo que se genera de ingresos propios, los municipios están haciendo un esfuerzo en recaudación de predial, sin embargo todavía no es suficiente, deberían de cobrar más por los servicios que proporcionan”, asegura Manuel Guadarrama.

Elvira Méndez añade que los ayuntamientos pueden acudir al esquema de gasto de 50, 30, 20. En este esquema, 50 por ciento de los ingresos se destinan a los compromisos financieros ordinarios, 30 por ciento a los gastos destinados a mantener cierta calidad en los servicios y el 20 por ciento restante se deja para el ahorro que podrá ser destinado a pago de obra pública.

Buenas-practicas

“Los gobiernos municipales deben considerar si lo que ofrecen a la población es indispensable, por ejemplo, hay municipios que invierten en tablets para entregar a los niños de educación básica que no tienen acceso a Internet y sólo la usan para tener juegos y fotografías, en esa situación no tiene sentido invertir en ese tipo de programas”, añade.

La catedrática de la Universidad La Salle comenta que actualmente existen alternativas que pueden aportar recursos a las finanzas municipales que, si se consideran con responsabilidad, pueden ser de gran ayuda para programar el crecimiento de un municipio.

“Una herramienta muy importante es el financiamiento a partir de la Bolsa de Valores, la emisión de deuda a través de los certificados bursátiles es una muy buena fuente de financiamiento; si se detalla de manera muy puntual en qué se van a utilizar los recursos, los inversionistas tendrán la visión más exacta de que si compran un bono saben en dónde se aplican esos recursos, esa transparencia motiva a las firmas evaluadoras a orientar sus calificaciones en un sentido positivo”, argumenta Méndez Mercado.

Manuel Guadarrama recuerda que uno de los datos disponibles del ayuntamiento de San Luis Potosí en materia de austeridad, es que con ajustes en rubros como disminución de nómina, ahorro en combustible de vehículos oficiales sin afectar la operatividad y servicios de distintas áreas municipales, entre otras medidas, en los dos primeros meses de la administración se generó un ahorro de 20 por ciento en el gasto corriente.

Redacción Alcaldes de México

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