Sistemas de agua financieramente viables.

por | Ago 1, 2012 | Agosto 2012, Expediente Abierto | 0 Comentarios

Cobro JustoPara los municipios, el suministro de agua potable es un dolor de cabeza: aunque el líquido es de buena calidad y la cobertura es aceptable, al representar 91 ó 92 por ciento según los especialistas, los organismos operadores del servicio tienen números rojos y están endeudados. Únicamente la mitad de las redes se encuentran en buen estado, lo que provoca que se desperdicie casi 40 por ciento del líquido, y se requiere una gran inversión en tecnología.

La causa de esta problemática es añeja: “La Federación delegó al municipio la responsabilidad del suministro, pero los ayuntamientos no pueden atenderlo a cabalidad porque no tienen recursos. Se les dieron atribuciones, pero no el poder suficiente para manejar esa tarea”, explica Marco Alfredo Murillo, director general de la consultora Agua Integral, especializada en asesoría en materia hidráulica.

“Tenemos las mejores coberturas que podemos, y nuestro ámbito se remite a las cabeceras porque no tenemos los recursos para incidir en todo el territorio municipal, por lo cual hay muchas áreas rurales no atendidas. Y es que si para la zona urbana se requieren recursos importantes, para abarcar toda la geografía se necesitaría tres o cuatro veces más dinero”, explica en entrevista Roberto Olivares, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Agua (ANEAS).

Para Murillo es prácticamente imposible que 100 por ciento de la población tenga acceso al líquido. “Tan sólo en Chiapas —ejemplifica el directivo de la firma, entre cuyos clientes están los gobiernos del Distrito Federal, de Chihuahua y del Estado de México—, hay 16 mil 500 localidades dispersas a las que no es posible dotar de un sistema de distribución formal. Llevar a congregaciones de dos o tres casas una red de captación, almacenamiento, bombeo, suministro y tratamiento es imposible. Necesariamente hay que recurrir a sistemas alternos de abastecimiento.”

Ante esta situación, los expertos destacan la importancia de que los gobiernos locales apliquen diferentes medidas para mejorar las finanzas de los organismos operadores y con ello hacer más eficiente el suministro de agua, por ejemplo, eliminando subsidios y considerando la participación de la iniciativa privada en el sector.

NÚMEROS ROJOS

Roberto Olivares, Marco Murillo, Hugo Contreras, Óscar Pimentel

Roberto Olivares subraya que más de 90 por ciento de los organismos operadores del país trabajan con números rojos, debido a que la tarifa por el servicio únicamente alcanza a cubrir cuando mucho una tercera parte de los gastos de operación, cuando lo ideal sería que cubriera 100 por ciento, además de los sueldos del personal y la energía eléctrica.

A ello se suma otro problema: “Los municipios le dan a los organismos operadores la responsabilidad de cobrar y eso no debe ser, ya que éstos se preocupan más por que les paguen que por cumplir con la calidad y cantidad que establece la Norma Oficial Mexicana 127, que es la que establece los estándares respectivos. Lo ideal sería que hubiera otra entidad municipal encargada de cobrar”, sostiene Murillo.

Y es que, indica el director general de ANEAS, la tarifa de agua no sólo debería incluir el costo de la extracción y el suministro de agua potable, sino el servicio de alcantarillado, drenaje y una parte del saneamiento.

Sin embargo, son los congresos locales los que fijan la tarifa, ya que ni siquiera se le ha dado autonomía al ayuntamiento para determinar el costo del servicio en función de cubrir lo elemental, asevera Olivares, quien agrega que a consecuencia de esta situación, hay una falta de inversión que ha derivado en que las redes, los equipos, las plantas de tratamiento y las potabilizadoras tengan un gran deterioro.

“El asunto ya ha rebasado el nivel permisible y se requiere levantar entre 40 y 50 por ciento de las redes porque ya cubrieron su vida útil. La Norma establece un plazo de 20 años que ya pasaron, por lo cual se corren riesgos, como fugas que provocan que se desperdicie 30 ó 40 por ciento del agua para consumo humano, e infiltración en los tubos, lo que puede derivar en contaminación y, por ende, en un riesgo para la salud muy grave”, advierte.

BUENA CALIDAD

Los que tienen agua de Mayor CalidadUn servicio de calidad reúne al menos tres características: una es que tiene una cobertura muy alta, indica Hugo Contreras, director de Promoción y Desarrollo de Bal Ondeo, empresa dedicada a ofrecer soluciones en materia de servicios de agua y saneamiento, quien menciona que los países desarrollados tienen niveles de 99 por ciento. Estados Unidos tiene porcentajes de 99 ó 98.5 por ciento y sólo a las zonas muy aisladas no llega el líquido. En México, la cifra es de 91 por ciento en promedio —de 94 ó 95 por ciento en las áreas urbanas y de 85 por ciento en las rurales— y es aceptable.

La segunda característica es que el suministro es continuo (en el DF, por ejemplo, en algunas zonas hay tandeo, lo que en realidad significa racionar el agua), y la tercera es que haya calidad en la infraestructura.

“El nivel de cobertura en los municipios mexicanos es razonablemente alto. Debemos andar en 91 ó 92 por ciento. Eso significa que 10 por ciento de la población no tiene acceso al agua porque no hay red en donde vive, y estamos hablando de pueblos muy aislados”, asegura el directivo de Bal Ondeo.

LA SOLUCIÓN

Para Contreras, se necesitan recursos porque extender las redes, repararlas y dar servicio de agua de buena calidad y de forma continua es costoso. “Dado que es necesario invertir mucho dinero en este sector, lo lógico es que la mayor parte venga del bolsillo de quienes usamos el servicio. En los países desarrollados así funciona”, asegura.

Hay que pagar lo que vale el agua, continúa el entrevistado, quitarle el subsidio. ¿Qué se está haciendo en los municipios al respecto? Hay soluciones de varios tipos.

Hay quienes no hacen nada, como Villahermosa, Tabasco, que tiene una tarifa de 80 centavos por metro cúbico, que es muy baja. El costo de llevar un metro cúbico a cada casa tiene diferencias regionales, pero oscila entre 10 hasta 25 pesos. A esto hay que añadir lo que cuesta extraerla.

En Tijuana, por ejemplo, el metro cúbico se cobra a 14 pesos, pero ponerla en la red cuesta 14 ó 15 pesos y tratarla otros 4 ó 5 pesos, apunta Hugo Contreras.

Por ello, una alternativa es la participación del sector privado, ya que su principal aporte es su enfoque de eficiencia al menor costo posible, comenta. Otra ventaja es que hace financiables los sistemas de agua. “Hoy, la mayoría de los organismos operadores pierden dinero, no son sujetos de crédito y eso indica que tienen problemas financieros. La Ciudad de México, por ejemplo, cuesta el doble de lo que genera en ingreso. Nadie le va a prestar a ese sistema de agua, aunque necesite recursos para hacer reparaciones y crecer”, precisa.

Para el directivo hay dos maneras de ser eficiente. Una es minimizar las pérdidas en el ciclo. “Si se nos está yendo el agua por las redes, hay que trabajar en eliminar las fugas, pero para ello es necesario encontrar exactamente dónde están, ya que la mayor parte no se ven porque están en el subsuelo. Detectarlas sin perforar requiere tecnología”, comenta.

La segunda parte muy importante, puntualiza, es hacer que los ciudadanos paguen por lo que consumen. “El sector privado colabora en reducir las pérdidas de agua y financieras que tiene el sistema. Si reducimos ambas, estamos en el camino de hacer autosuficientes a los organismos operadores y dar un mejor servicio”, asegura.

MODELO A SEGUIR

ConaguaHasta hace 12 años, aproximadamente, Saltillo, Coahuila, tenía una gran problemática de agua: sólo había suministro de líquido dos o tres días a la semana. “Era un problema social y político muy grande que afectaba la gobernabilidad del municipio”, advierte al respecto Óscar Pimentel González, titular de la Secretaría de Gestión Urbana, Agua y Ordenamiento Territorial del gobierno de Coahuila, y quien siendo presidente municipal de la capital del estado diseñó la estrategia para revertir esta situación.

“Casi 60 por ciento del agua —agrega el funcionario—, la perdíamos en fugas y teníamos una eficiencia comercial de 25 por ciento. La mayoría de la gente no pagaba por el líquido y, lo más grave, las dependencias de los gobiernos Federal y estatal, las escuelas y los comercios, tampoco. Teníamos muchas tomas clandestinas y, en general, teníamos un sistema muy ineficiente tanto en la infraestructura física como en el cobro y pago del líquido.”

Hoy, en cambio, “Saltillo tiene una gran calidad de agua potable los 365 días del año. En todas las colonias hay 97 por ciento de eficiencia comercial, lo que quiere decir que casi 100 por ciento de la gente paga el líquido, y casi 80 por ciento de eficiencia física. ¿Qué hicimos? realizamos un diagnóstico claro de dónde estaban los problemas y a finales de 2001 creamos una empresa mixta en la que 51 por ciento pertenece al municipio y 49 por ciento a la empresa Aguas de Saltillo, encargada de extraer, cobrar y operar las redes de distribución.

“Nos asociamos por dos razones: una es que necesitábamos dinero para invertir, el municipio no lo tenía y además estaba subsidiando permanentemente al sistema, con cuando menos 20 millones de pesos (mdp) anualmente. El organismo operador, además, tenía un adeudo de 17 millones aproximadamente con Banobras, que no podía saldar; le debía también a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por concepto de pago de derecho de extracción del líquido en los acuíferos. Era un sistema en la quiebra financiera y en un estado de ineficiencia”, dice quien fuera alcalde de Saltillo de diciembre de 1999 a diciembre de 2002.

Por ello, añade Pimentel González, se determinó que hubiera una empresa mixta para obtener recursos y que el municipio tuviera un socio operador especializado en temas del agua, que aportara tecnología, diera solución a los problemas y que tuviera experiencia sobre cómo organizar el sistema.

Actualmente, 70 por ciento de los habitantes de Saltillo paga entre 60 y 100 pesos mensuales, que es el mínimo establecido; el agua no se subsidia, pues la población paga lo que cuesta el metro cúbico, y además el sistema ha tenido utilidades. En este 2012, Aguas de Saltillo entregó al municipio 16 mdp en utilidades.

¿Cuál es el modelo a seguir en cada municipio? Esa es una decisión de cada uno de ellos. La realidad es que aún existen muchos pendientes en materia de suministro continuo de agua y de mejora de la infraestructura.

 

Nora Sandoval

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