México cuenta con una superficie de 109.3 millones de hectáreas productivas, según la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) 2014; sin embargo, sólo el 40 por ciento se destina  a la producción de alimentos.

Los datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revelan que 4 de cada 10 hectáreas se destinan a la producción de alimentos, sea para consumo humano o para la alimentación de animales domésticos.

Se estima que el 24% de la superficie productiva se encuentra ocupada por maíz blanco, la cual genera 21.1 millones de toneladas de este producto al año.

Cada mexicano contaría entonces con poco más de medio kilogramo para su consumo al día, considerando presentaciones como harinas, tortillas, botanas, entre otras.

El segundo cultivo en importancia es el sorgo grano, el cual se siembra en 8% de las tierras agrícolas, es decir 2.2 millones de hectáreas, con una producción de 7.2 millones de toneladas del grano por año y destinado principalmente para la alimentación del ganado bovino.

El frijol es otro de los productos base de la alimentación mexicana. De su cultivo en 1.9 millones de hectáreas se obtienen 1.4 millones de toneladas, lo que significa que cada persona en el país tiene disponibles 12.8 kg de esta leguminosa al año.

Del total de la producción agrícola de México en el periodo estudiado, se destinó el 73 por ciento para su comercialización, el 23 por ciento para el autoconsumo de las unidades (humano o animal) y el 4 por ciento restante se perdió durante la cosecha, el transporte o en el almacenamiento.

En cuanto a los precios de los alimentos en México, entre 2005 y 2014, se registró una inflación mayor en las carnes, cuyo precio se elevó en un 83.2%; en segundo lugar estuvieron el pan y los cereales, que elevaron su precio en un 82.0%; en tercer lugar, los aceites y grasas tuvieron una inflación de 79.6%.

Los productos que menos registraron un aumento en sus precios fueron el azúcar, las mermeladas, miel, chocolates y dulces, que tuvieron una variación en los precios de 58.2% para el mismo periodo; las frutas con 58.5% y las legumbres y hortalizas que tuvieron un aumento de 60.5% en este periodo.

En total, la inflación alcanzada por los productos alimenticios fue de 44.8% de 2005 a 2014.