Innovación social para territorios marginados

por | May 15, 2017 | Noticias | 0 Comentarios

Por Yureli Cacho Carranza

Aun cuando prevalece la idea de que la innovación está principalmente vinculada con el progreso tecnológico y económico, su impacto puede ir más allá del enfoque de mercado, opina la doctora en desarrollo regional por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Saray Bucio Mendoza.

 

“Condiciones de vida adversas como la pobreza extrema, también motivan la innovación, porque es a través de la innovación que los habitantes de territorios marginados pueden subsistir y mejorar sus condiciones de vida”.

En ese sentido, la innovación se entiende como un fenómeno social que puede estar delimitado geográficamente y a partir del cual ciertas comunidades, familias o grupos de individuos impulsan iniciativas capaces de resolver problemas propios de su entorno, esto sin descuidar una visión de sustentabilidad ambiental y social, explica la investigadora posdoctoral del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (CIGA-UNAM), campus Morelia.

El valor social de la innovación

La importancia y el beneficio de la innovación social, más allá del paradigma tradicional relacionado con el sentido únicamente económico, estriba en la posibilidad de lograr un cambio social positivo orientado hacia condiciones sociales más equitativas; por ejemplo, la aplicación de la sostenibilidad con miras a lograr mejores condiciones de vida en zonas donde la población se organiza e intercambia conocimientos y técnicas para solucionar alguna problemática, comenta la doctora Saray Bucio.

Sin embargo, debe considerarse que siempre habrá factores sociales, económicos o culturales, tanto locales como externos, capaces de facilitar o limitar la innovación. La experta refiere que haciendo uso de diferentes técnicas de investigación se obtuvieron valoraciones cualitativas y cuantitativas sobre algunos sistemas de innovación en comunidades de la cuenca de San Pedro Jorullo, municipio de La Huacana, en Michoacán de Ocampo.

Conforme al análisis realizado, se considera que el propósito para generar un cambio social, mismo que de manera intrínseca incluye el cuidado de las relaciones humanas y el medio, satisface necesidades con las que los pobladores esperan alcanzar una vida más digna, por encima de su naturaleza económica, pese a las escasas capacidades territoriales de los lugares que habitan, como es el desempleo, alta migración, bajos niveles de escolaridad, delincuencia, pocos habitantes con alta dispersión y actividades productivas limitadas.

La innovación como un proceso de mejora de vida

De acuerdo con lo anterior, la doctora Saray Bucio Mendoza plantea que la transformación social es posible a partir de la generación e incorporación de conocimiento, donde la innovación constituye una buena herramienta para el cambio, como estrategia de acción a fin de alcanzar un desarrollo equilibrado, teniendo en cuenta los aspectos ecológico, social y económico, mediante sistemas orientados a la sostenibilidad.

Por ello, la especialista explica que a pesar de que el componente económico está muy vinculado a las competencias o al progreso territorial, por ende, en lugares con alta marginación la falta de empuje financiero limita el potencial de innovación. El elemento cultural en el caso de estas comunidades del municipio de La Huacana, Michoacán, mostró indicadores favorables en materia de innovación “y si bien existe resistencia al cambio o hasta cierto conformismo, los sentimientos de confianza, reciprocidad y solidaridad de gran parte de los pobladores propician la formación de redes para la realización de iniciativas colectivas”.

El concepto de capital social facilita la colaboración interinstitucional sistémica, de manera que la escasez, característica propia de la marginación y limitante para la innovación, en este caso actuó en sentido inverso, fungiendo como motivador para la innovación y siendo un proceso colectivo basado más en la cooperación que en la competencia. Es decir que, de acuerdo con lo observado, las condiciones de escasez que se viven en la región y cuyas oportunidades económicas son realmente limitadas fueron las que impulsaron a la población a organizarse y trabajar en redes solidarias para mejorar su situación económica y social, mediante la búsqueda de soluciones creativas, colectivas, económicas y ambientales, logrando cambios positivos a nivel familiar, regional y comunitario.

Tipos y características de innovación en La Huacana, Michoacán

Saray Bucio identificó diferentes tipos de innovación en las comunidades de la cuenca San Pedro Jorullo, innovaciones orientadas a la sostenibilidad, es decir, de tipo social y ambiental, ponderadas con mayor impacto y alcance territorial por la satisfacción de necesidades para la mayoría.

“Las innovaciones sociales son resultado de la acción colectiva y de procesos de autogestión. La apropiación social les da un efecto más elevado, de ahí que se cataloguen como innovaciones para la vida, pues involucran mejoras en la forma de organización productiva, además de inclusión y equidad en la toma de decisiones, así como el empoderamiento de grupos poblacionales no vinculados anteriormente a puestos directivos. Por lo tanto, su estructura es más horizontal y los cambios culturales que se obtienen repercuten positivamente no solo otorgando un valor familiar o regional, también ejidal o de cooperativa”.

Respecto a las innovaciones de tipo ambiental, se identificaron mecanismos de gestión hídrica y otros recursos naturales, propiciando una acción colectiva y de gobernanza, siendo una manifestación de cambios y valores sociales positivos. Otro tipo de innovaciones detectadas fueron las de producto, mercado y comercialización, cuyo valor es económico. Por su parte, las innovaciones organizacionales son incluyentes al momento de tomar decisiones y se distinguen por la especialización y definición de roles con el fin de mejorar la operación de las empresas sociales.

En cuanto a las innovaciones de proceso, se reflejaron mejores prácticas en el manejo de tierras generando cambios positivos vinculados a la nutrición y menor impacto ambiental, además de mejoras en la investigación, desarrollo, tecnificación, productividad, rendimiento, calidad y rentabilidad de la agricultura.

Para Bucio Mendoza, la capacidad transformadora derivada de la organización comunitaria genera sentimientos de identidad, empatía y fortalece su comunicación y proximidad cognitiva. Es importante reconocer la existencia de innovación en redes comunitarias, en el arte y demás ámbitos, donde a partir de la producción o reproducción de condiciones biofísicas, socioeconómicas, ecológicas o culturales, la vida y el goce común mejoran el territorio.

Con información de: Agencia Informativa Conacyt

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