Lograr que la playa El Palmar en Zihuatanejo de Azueta, Guerrero, se ubicara entre las mejores del mundo no fue una tarea fácil. Se requirió de un trabajo de casi una década para conseguir que la Fundación para la Educación Ambiental (FEE) —una organización europea que promueve el manejo sustentable de los destinos costeros en el mundo— la distinguiera con la bandera azul de su Programa Blue Flag, el cual reconoce aspectos como la calidad del agua, una buena gestión del entorno, seguridad, información y óptimas condiciones de infraestructura, entre otros atributos.

El programa cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de Turismo (OMT), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA), la Asociación Internacional de Salvamento y Socorrismo (ILS por sus siglas en inglés), entre otras instituciones de renombre. “Fue una labor que implicó reuniones constantes con los vecinos del lugar, con hoteleros y con todas las personas que realizan actividades para impulsar la educación ambiental en la zona”, comenta Cristóbal Aburto Pineda, regidor de Turismo y Participación Social del ayuntamiento.

 

Tarea compartida.

En 2003, El Palmar no aspiraba a obtener la distinción. Según datos de la organización El Poder del Consumidor, en ese año el nivel de enterococos en el agua (bacterias que revelan la presencia de materia fecal) era de 691 por cada 100 mililitros, debido entre otras cosas a la acumulación de basura y aguas residuales. Las normas internacionales establecen que el mínimo aceptable es de 200 microorganismos, y para Blue Flag es de sólo 100.

Para sanear el lugar, en 2006 se integró el Comité de Playa Limpia con representantes de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), además de los titulares de las secretarías estatales de Turismo y de Medio Ambiente, la Dirección de Ecología Municipal y la Asociación de Hoteles de Zihuatanejo, todos encabezados por la administración en turno.

Dicho Comité decidió postular a El Palmar para recibir la distinción de la FEE debido a que, a pesar de su deterioro, fue la única playa del municipio que se acercó a los niveles de calidad que exigen las normas nacionales y extranjeras en la primera evaluación que se hizo a las playas del municipio.

Turistas responsables.

Rehabilitar la imagen urbana de Zihuatanejo ha requerido de una inversión conjunta, entre autoridades federales, estatales y municipales, de más de 400 millones de pesos (mdp) en los últimos dos años.

Para limpiar el lugar, los tres órdenes de gobierno invirtieron poco más de 50 mdp en la instalación de señalizaciones, casetas de vigilancia, botes de basura y un equipo de ecoguardias, quienes realizan recorridos por la zona para retirar botellas de plástico, residuos de madera, envases, vidrio o cualquier otro desecho contaminante. También tienen la encomienda de prevenir conflictos y accidentes entre los visitantes, procurar que se respeten las medidas de seguridad y facilitar la entrada a personas discapacitadas.

Se destinó un monto similar para rehabilitar dos plantas tratadoras de agua y para instalar un sistema de riego de áreas verdes que aprovechara el agua de las plantas, con lo cual se evita que las descargas residuales vayan a parar a El Palmar. Gracias a esas acciones mejoró notablemente la calidad del agua. Actualmente, la concentración de enterococos es de entre 13 y 17 microorganismos por cada 100 mililitros de agua.

Cristóbal Aburto refiere que los turistas tienen prohibido ingresar con hieleras, hacer fogatas e introducir animales. Asimismo, la circulación de vehículos automotores y el comercio ambulante están prohibidos en la zona de playa y las embarcaciones no deben derramar combustible, pues de lo contrario sus dueños se hacen acreedores a sanciones económicas.

Joaquín Díaz Ríos, coordinador nacional de Blue Flag en México, explica que también se construyeron rampas, se habilitaron áreas especiales para personas que usan sillas de ruedas y se construyó un módulo de información, el cual tiene el encargo de dar a conocer a los usuarios un código de conducta para respetar la flora y fauna local, y de realizar cinco actividades de educación ambiental al año. De éstas últimas, una de las más atractivas para los visitantes es la liberación de crías de tortugas marinas.

Más visitantes.

Díaz Ríos comenta que lo importante no es que haya inversiones ostentosas, sino que se cumpla con los estándares en materia de calidad del agua, que exista un mapa en el que se indique con facilidad dónde están las instalaciones y los servicios, y que el ambiente no esté contaminado.

En materia de sanidad, las muestras de agua deben cubrir los estándares de calidad, por lo que es preciso asegurarse de que no existan descargas residuales domésticas o industriales que contaminen el lugar, que el pH del agua sea el adecuado y que no haya aceite en la superficie, entre otros. Aburto Pineda sostiene que el éxito de El Palmar, como uno de los destinos turísticos preferidos por viajeros europeos, está relacionado directamente con la higiene del lugar, pues ese segmento de visitantes se caracteriza por preferir destinos turísticos sustentables.

Para complementar los esfuerzos del rescate de El Palmar y con ello contribuir a detonar el turismo en la región, este año Fonatur, a través del Centro Integralmente Planeado de Ixtapa-Zihuatanejo, destinó 13.5 mdp para la realización de la quinta etapa de una ciclopista con alumbrado público, así como 4.1 mdp para la construcción de banquetas y trabajos de jardinería de la zona hotelera.

“Cerca de 30 por ciento de los turistas que nos visitan proviene de Estados Unidos y Canadá, mientras que 5 por ciento llega desde Europa. Con la puesta en marcha de acciones de sustentabilidad buscamos elevar el número de clientes europeos, quienes están comprometidos con el cuidado del medioambiente y son los que mayor derrama económica generan”, detalla Aburto Pineda.

Crecimiento sostenido.

Aunque incipiente, el número de turistas que visitan Zihuatanejo se ha elevado. Según cifras de la Secretaría de Turismo federal (Sectur), la afluencia pasó de 546 mil 258 personas a 573 mil 416 entre 2011 y 2012, lo que permitió que la ocupación hotelera aumentara de 47.7 por ciento a 49.5 por ciento en el mismo periodo, durante el cual se generó una derrama económica de poco más de 2 mil mdp.

Jorge Hernández Delgado, presidente de la Confederación Nacional Turística (CNT), asegura que contar con una certificación ambiental en materia turística —como es el caso de El Palmar— ayuda a fortalecer la imagen de los destinos locales. “Cada vez son más los turistas que deciden pasar tiempo en destinos sustentables. En los últimos meses hemos visto un crecimiento sostenido, principalmente de los que vienen del viejo continente.

Según datos de la Sectur, cerca de 5 por ciento de los viajeros que llegan a México lo hacen motivados por la sustentabilidad y la ecología. Hernández Delgado sostiene que dicho comportamiento puede beneficiar significativamente a Playa El Palmar.