Ciberescuelas contra el rezago educativo

por | Sep 7, 2017 | 8TO Aniversario, Septiembre 2017 | 0 Comentarios

En esta delegación se aprovechan las tecnologías para que sus pobladores concluyan sus estudios

Desde abril de 2016, en Tlalpan se busca abatir el rezago educativo de más de 32 mil jóvenes de entre 15 y 24 años con estudios incompletos, de los cuales 18 mil no terminaron el nivel medio superior, 11 mil no concluyeron la secundaria, 2 mil cuentan sólo con primaria inconclusa y alrededor de 500 jóvenes no saben leer ni escribir.

En respuesta a esta problemática, el gobierno delegacional que encabeza Claudia Sheinbaum implementó desde la fecha citada Ciberescuelas, un programa social que busca reducir la inequidad en el ejercicio al derecho a la educación y eliminar el rezago educativo, particularmente entre la población joven.

Samuel Salinas, director de Desarrollo Social de la demarcación, explica que “se trata de un sistema de enseñanza que brinda la oportunidad de concluir sus estudios de primaria, secundaria y bachillerato de forma gratuita, con docentes capacitados y horarios flexibles”.

Oportunidad

El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) es la última instancia que atiende a las personas con rezago educativo para certificar sus estudios de primaria, secundaria o para alfabetizarse. “No obstante, esta labor titánica la realizamos con carencia de espacios fijos, somos algo así como los gitanos de la educación y es ahí donde entra la ayuda y el apoyo de la delegación”, señala Jesús Aristeo Miceli López, coordinador del INEA en Tlalpan.

Asimismo, indica que el Instituto cuenta con 80 unidades operativas en la demarcación, 40 de estos espacios han sido donados por la delegación, en ellos las sedes de las 20 Ciberescuelas.

También destaca que debido a que Tlalpan es una de las delegaciones con mayor espacio geográfico (30 mil hectáreas, de las cuales 25 pertenecen a suelo de conservación), y también por número de población (ocupa el cuarto lugar en la Ciudad de México con 677 mil habitantes, de los cuales 122 mil 264 tienen algún tipo de rezago educativo), la labor del INEA es fundamental para el desarrollo de la localidad.

“Atendemos a personas de todas las edades. No obstante, el porcentaje que requiere más nuestro servicio en la delegación es la que se encuentra entre 15 a 19 años”, refiere el funcionario.

En este sentido, la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior revela que en la Ciudad de México de cada 100 jóvenes, 50 abandonan sus estudios entre la secundaria y el bachillerato, “y la cifra es peor para Tlalpan, pues aquí de cada 100 estudiantes entre ese rango de edad, 60 ya no egresan del bachillerato”, comenta el director de Desarrollo Social.

Al respecto, Miceli López explica que si bien el programa ayuda a certificar todos los niveles, se enfoca en jóvenes que desean cursar el bachillerato.

“Ellos están más enfocados en chicos de bachillerato, segmento que por el momento nosotros no podemos atender debido a que no tenemos ese servicio. Las Ciberescuelas son un excelente elemento de apoyo para quienes deseen terminar su bachillerato. Los jóvenes están haciendo el bachillerato en línea de la SEP, que tiene una duración de dos años y cuatro meses, y tiene la gran ventaja de que todo es en línea: la inscripción, la atención y la evaluación. Tienen asesores en línea, pero adicionalmente tienen a los docentes de las propias Ciberescuelas, los cuales tienen un nivel bastante bueno.”

Agrega que para este programa, el INEA capacita a los docentes de Ciberescuelas con el fin de que puedan acceder y utilizar todos sus materiales, “y por supuesto, al final del proceso nosotros otorgamos la certificación que da la Secretaría de Educación Publica (SEP)”.

Miceli López añade que en breve el INEA y las Ciberescuelas comenzarán a trabajar por medio de la plataforma en línea Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), con personas débiles visuales a fin de que este segmento de la población pueda incorporarse para continuar y finalizar sus estudios.

Cómo trabajan

Las Ciberescuelas, a través de sus 20 sedes distribuidas en diversos puntos de la delegación, principalmente en zonas con alto índice de marginalidad, ofrecen a las personas acceso a equipo de cómputo e instalaciones adecuadas donde la población puede tomar cursos para la certificación de estudios a nivel básico y medio superior.

“Cuando un joven llega con nosotros lo primero que hacemos es realizar un diagnóstico para saber con qué conocimientos cuenta; lo segundo es indagar por qué abandonó la escuela, muchos lo hacen por razones pedagógicas; algunos otros por cuestiones económicas o por razones familiares (embarazos tempranos, familiares enfermos, etcétera)”, explica Samuel Salinas, director de Desarrollo Social de la demarcación.

Además de la certificación de primaria, secundaria y bachillerato, en las Ciberescuelas también se otorga ayuda en asignaturas específicas, investigación escolar en la red, preparación para el examen único del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) y del Colegio de Bachilleres.

Salinas apunta que el programa opera bajo algunos principios, los cuales son la clave de su rápido crecimiento y adopción entre los habitantes. “Confiamos mucho en los muchachos, por lo que el Internet no está restringido; un segundo elemento es que no están solos, es decir, los acompañamos en su camino pedagógico a través de diversas actividades y talleres complementarios; el tercero es que son importantes: nos interesamos en ayudar a resolver sus problemas mediante otros programas sociales que tenemos.”

En opinión de Gabriela Conde, directora académica del Colectivo para el Desarrollo Educativo Albanta, el éxito de este proyecto radica precisamente en ser realista. “Justamente se tomaron la precaución de hacer un diagnóstico y de ubicarse en las zonas que lo necesitaban. Lo que ellos hacen, y lo que se les aplaude, es que juntan todas las posibilidades de formación y de certificación en un solo lugar y así es más fácil que la gente salga adelante. Además de que la función social que se realiza en estos lugares es fundamental para el desarrollo de esas comunidades, pues es tan importante como la educativa.”

La también conferencista, quien impartió un curso de formación de docentes en Ciberescuelas, indica que la educación sirve para muchas cosas, “no sólo para el trabajo, sino para el propio desarrollo personal, incluso emocionalmente, en el caso de algunos adultos, es un asunto muy interesante terminar la secundaria o la prepa, es como un estímulo para seguir trabajando en su aprendizaje y en su desarrollo, y en ese sentido, las Ciberescuelas se ha convertido no sólo en un motor, sino en una forma de concluir los sueños y las metas de todas estas personas”.

Mi espacio, mi escuela

Cada sede cuenta con un responsable o un coordinador a quien se denomina “director de sede”, uno o dos docentes de matemáticas y ciencias experimentales, uno o dos de comunicación y ciencias sociales; un monitor comunitario encargado de organizar las labores de mantenimiento y, además, un equipo de profesores jubilados que también brindan el servicio.

“Tenemos Ciberescuelas que han crecido mucho, por ejemplo, en la de Santo Tomás Ajusco se atienden a más de 400 alumnos. Todas las sedes tienen conectividad a banda ancha, la más pequeña cuenta con 15 computadoras y la más grande con 45”, apunta Samuel Salinas.

De acuerdo con datos de la delegación, en el programa se han invertido 32 millones de pesos (mdp): 20 millones han sido para habilitar los espacios y comprar computadoras, y los 12 millones restantes son para los costos operativos.

Con esta última cifra se da un apoyo económico a los 280 docentes que auxilian a los usuarios, que son jóvenes con licenciatura y que aquí encuentran una fuente de trabajo bien remunerada y estable.

Además, en estos espacios también se ofrecen talleres de ajedrez y habilidades digitales, entre otros.

“El reto, sin lugar a dudas, es que al término de la administración actual, los ciudadanos de Tlalpan defiendan este proyecto para que continué su permanencia como un espacio de política pública educativa”, finaliza el director de Desarrollo Social, Samuel Salinas.

 

El objetivo es que todos los habitantes  de la localidad ejerzan su derecho a la  educación

Por Martha Mejía

Uno de los principales problemas que aquejan no  sólo a la Ciudad de México, sino a todo el país,  es la falta de igualdad de oportunidades en  materia educativa, y la delegación Tlalpan  no es la excepción, pues en és ta, de cada  100 jóvenes que inician la educación primaria,  sólo 40 concluirán el bachillerato.

Por ello y bajo la premisa de colocar a la educación como  derecho, la jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum,  instituyó el programa social Ciberescuelas, por medio del  cual se atienden a 5,200 personas, principalmente jóvenes.

“Las delegaciones tenemos la responsabilidad no solamente  de la gobernabilidad y de la gestión de los servicios  públicos que nos corresponden, sino también, desde mi  perspectiva, un gobierno local tiene que ofrecer accesos,  oportunidades y derechos a los ciudadanos, y en particular  el derecho a la educación es fundamental.”

La funcionaria asegura que los gobiernos locales, al conocer  la situación que vive su población en distintos lugares,  están obligados a generar programas que disminuyan las  desigualdades sociales y que orienten la posibilidad de  que las personas que no tienen opciones de ninguna otra  manera, las puedan tener a través de su gobierno.

“Ciberescuelas fue diseñado desde que estábamos en  campaña, la idea era generar un programa que permitiera  a los jóvenes que no pudieran terminar su educación  básica y básica superior, contar con algún esquema  que les diera la oportunidad de culminar sus estudios,  y al mismo tiempo generar un espacio en las colonias y  barrios que fuera de atracción juvenil y de encuentro para  los jóvenes.”

Sheinbaum Pardo indica que algunos programas de  educación a distancia no tienen mucho éxito debido a  que carecen de un acompañamiento docente correcto.  “Particularmente para aquellos que abandonaron la escuela por alguna razón, a veces les falta la disciplina y  el conocimiento para poderlo hacer, de ahí vino la idea  de contar con un cuerpo de docentes en las Ciberescuelas  que apoyaran a los jóvenes. Así nació el proyecto, el cual  está apoyado por la Dirección General de Desarrollo  Social de la delegación, éste incluye algunas plazas de  estructura que coordinan el programa social que es  aprobado por la Comisión de Planeación de Desarrollo  Social del Gobierno de la Ciudad de México, y que consiste  en darles becas a los profesores que van desde los  4 mil hasta los 8,400 pesos al mes, la de mayor ingreso”.

UNA FORMA DISTINTA DE EDUCAR

La meta para este año, indica Sheinbaum, es l legar  a 26 ciberescuelas. No obstante, reconoce que para  conseguir el reconocimiento y la consolidación de las  Ciberescuelas dentro de la ciudadanía, se han tenido que  sortear algunos desafíos.

“Los retos van desde el orden burocrático, sobre todo  relacionado con el tiempo que tarda en aprobarse el programa  social para poder dar las becas a los docentes, hasta  la parte de la difusión”.

Pero también, agrega, los retos vienen de los mismos jóvenes  que se atienden, éstos que van desde violencia familiar,  consumo de sustancias tóxicas o pandillerismo. “Estas condiciones  obligan al equipo del programa a utilizar toda la  creatividad con la que cuentan, apoyados claro por diversos  programas sociales con los que afortunadamente cuenta la  delegación, para sacar adelante a estos jóvenes.”

Claudia Sheinbaum afirma que las Ciberescuelas, son  una forma distinta de educar.

“Muchas veces se han convertido en centros de barrio  o de pueblo, son puntos de reunión que brindan las herramientas  necesarias para que sus habitantes puedan  desarrollar al máximo su potencial, no solamente para  Tlalpan, sino para la ciudad y para el país”, finaliza.

La propuesta educativa de las ciberescuelas de Tlalpan  opera en tres grandes ámbitos, que son: asesorías para la  certificación de estudios de primaria, secundaria y educación  media superior; actividades permanentes de expresión  y comprensión en sentido amplio, y oferta de talleres.

Martha Mejía

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