Proximidad Social | General Escobedo, Nuevo León

CIUDADANOS Y POLICÍA, DE LA MANO

La cercanía de la Policía local con los ciudadanos permitió recuperar la confianza de las personas en los cuerpos de seguridad

Por Mario López

El municipio de General Escobedo, Nuevo León, es ejemplo en materia de seguridad. El concepto de Policía de barrio ha tomado un nuevo significado: la proximidad con la gente y su participación para combatir la inseguridad, lo que ha permitido que los índices delictivos se hayan reducido y que la confianza hacia la Policía municipal haya aumentado.

Para la Presidenta Municipal de General Escobedo, Clara Luz Flores Carrales, el policía es la representación de la autoridad local. “Por eso, si un policía se porta bien, quiere decir que el Presidente Municipal se porta bien”, asegura.

La historia del modelo de Policía de Proximidad inició en 2010, cuando en el área metropolitana de Nuevo León había una gran inseguridad ocasionada por la delincuencia organizada.

“El municipio estaba azotado por la delincuencia, con asesinatos, robos y violencia extrema. Entonces, el municipio buscó la manera de que, a la par de combatir a la delincuencia organizada, en conjunto con la Policía estatal y el Ejército mexicano, se creara un modelo que permitiera tener cercanía con la ciudadanía y construir un esquema que terminara con la fábrica de delincuentes”, recuerda Andrés Mijes Llovera, Secretario del Ayuntamiento de General Escobedo.

El modelo adecuado

El municipio llevó a cabo una búsqueda de modelos aplicados en Estados Unidos, Inglaterra, Europa, y el más adecuado se encontró en España, en Castellón de la Plana.

Para adaptarlo a las necesidades de General Escobedo se han realizado cambios de fondo en el andamiaje jurídico, en la capacitación del personal y en una correcta aplicación de los recursos.

El modelo ha sido elegido por la Secretaría de Gobernación para conformar un plan piloto que se replique a nivel nacional, añadió.

“Hicimos un sistema de visión de problemáticas, por lo que quisimos tener la cercanía con los ciudadanos, que hicieran suyo el programa, de tal manera que, cuando se deje la Presidencia Municipal, se continúe con el esquema”, asegura la Presidenta Municipal.

El impacto que se logró, añade, es extraordinario: hay un resultado en la efectividad, pues da atención integral a las víctimas, facilita la recepción de denuncias, da un seguimiento puntual a éstas y se actúa de manera preventiva. Además, permite la formación de redes vecinales, pues existe interlocución constante con los policías.

Confiabilidad de los ciudadanos en los policías
FOTOS: CORTESÍA DEL AYUNTAMIENTO DE GENERAL ESCOBEDO
Ciudadanos y policías se reúnen semanalmente por colonia
El gobierno local realiza encuestas y evaluaciones en las comunidades
Los habitantes de General Escobedo y los pobladores analizan y acuerdan acciones de prevención
La Policía de Proximidad realiza actividades de prevención en escuelas y rescate de áreas comunes
A través de WhatsApp, la ciudadanía se comunica directo con el personal del Área de Prevención Social y los comandantes de Policía de zona
Clara Luz Flores Carrales

Clara Luz Flores Carrales

PRESIDENTA MUNICIPAL DE GENERAL ESCOBEDO, NUEVO LEÓN

red de comités de prevención

Existe una red de 51 comités de prevención comunitaria, que crean cercanía entre vecinos y los elementos de la Policía de Proximidad

compra de equipo

Se destinaron 150 mdp a la compra de equipo, UNIDADES DE policías, cámaras de video y acondicionamiento de inmuebles

Confianza de la población hacía policía

De 2018 a 2020, la confianza de la población hacia su Policía municipal pasó de 57.5% A 68.1%

Colaboración estrecha

La coordinación con los ciudadanos es fundamental, afirma la edil, pues tienen una forma de comunicarse que no es la tradicional. “En todas las Policías hay una respuesta reactiva, pero en el caso de General Escobedo, la Policía tiene el objetivo de encontrar el problema antes de que se dé el suceso. Los policías tienen pláticas semanales con su equipo de trabajo, que son personas de las colonias, donde se expone la problemática de la zona y las posibles soluciones”, detalla.

A las reuniones acuden líderes de colonia, padres de familia, maestros y directores de escuelas y en éstas la Policía da un informe sobre la seguridad en la zona, con datos de robos a casas habitación, transeúntes, autos o asesinatos.

Resultado de la confianza de los ciudadanos que participan en una red de 51 comités de prevención comunitaria, que crean cercanía entre vecinos y los elementos de la Policía de Proximidad, se creó un canal de comunicación directo con el personal del Área de Prevención Social y los comandantes de Policía de zona y sector, en atención a las denuncias y los reportes de delitos e incidentes, a través de la mensajería de WhatsApp. Con base en los principios de la prevención comunitaria, se realizan reuniones periódicas en las colonias para escuchar a los ciudadanos e invitarlos a participar en acciones que mejoran la seguridad de su comunidad, al tiempo que se fomenta una cultura de corresponsabilidad social y cohesión comunitaria.

“Se busca detener la fábrica de delincuentes, pues desde que la persona tiene contacto con una infracción administrativa, la detectamos para que se le dé seguimiento y así evitar que escale en los niveles de delincuencia”.

“Hemos encontrado que, por ejemplo, un adolescente que empieza por tomar alcohol en la calle, al no tener dinero para comprar cerveza o alcohol, empieza a robar a sus padres y después a los negocios o a sus vecinos; empiezan a drogarse y a robar a transeúntes o en casas y van escalando los niveles de delincuencia. Eso es lo que queremos evitar con este modelo”, sostiene Mijes Llovera.

Los policías de tránsito no aplican infracciones, sino que entregan un citatorio al ciudadano para que en un plazo de 10 días acuda ante el juez vial a solucionar su caso.

“Como carga de prueba, el oficial de tránsito tiene una grabación. Si alguien se pasó un alto o cometió una infracción, el policía tiene la obligación de tener la carga de la prueba; si no hay video o si éste no se aprecia bien, no hay infracción”, apunta.

El gobierno local ha invertido alrededor de 150 millones de pesos (mdp) para la compra de equipo, unidades policiacas y en el acondicionamiento de dos salas de justicia cívica, una para movilidad sustentable y otra más de mediación, un área de atención a víctimas y un área lúdica, así como modificaciones para el aprovechamiento de los espacios con el fin de brindar un mejor servicio a la ciudadanía.

Asimismo, se han invertido 10 mdp en la adquisición de cámaras de solapa para los policías, relojes de GPS para salvaguardar a las mujeres que sean víctimas de violencia en los hogares, y botones de pánico en los comercios.

“Al inicio de la administración se compraron 140 unidades de Policía y cada año se renuevan las que quedan en desuso. La inversión en este rubro ascendió alrededor de 80 mdp. Cada una tiene GPS, grabadora y acondicionamiento especial para traslado de reos”, refiere.

Pronta respuesta

Para medir los resultados, el ayuntamiento realiza encuestas de manera trimestral con base en tres puntos: el primero es incidencia delictiva, que no es por denuncia, sino por suceso. “Desde el momento en que se comete un delito, la Policía recibe la información, le da seguimiento y entra en una tabla de valores”, explica Flores Carrales.

El segundo aspecto es la percepción de seguridad y confianza. “Hablamos de una sensación de seguridad, que es muy diferente a la percepción, esa sensación es cuando ya no se alcanza a percibir que hubo en algún momento inseguridad. Las encuestas cada tres meses nos permiten redireccionar algún aspecto”, afirma.

El último aspecto es la confiabilidad de los ciudadanos en los policías. “La estrategia de justicia cívica es un sistema integral. Es decir, la estrategia con la participación ciudadana a través de puestos cívicos como trabajadores sociales, policías, auxiliares, etcétera, que busca prevenir desde el origen el problema. Los ejes que hemos creado permiten la protección de los ciudadanos y generar un ambiente de paz y tranquilidad en cada una de las comunidades del municipio”, explica.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de 2018 a 2020, la confianza de la población hacia la Policía de General Escobedo pasó de 57.5 a 68.1 por ciento.

También mejoró la opinión de la gente con respecto a si consideraba efectivo el desempeño de las acciones de los cuerpos policiales, pues transitó de 53.8 a 70.6 por ciento.

La alcaldesa Clara Luz considera que hay una coordinación importante con los municipios que colindan con General Escobedo, una estrecha comunicación, en la que se crean acuerdos entre rangos derivados de las reuniones que se tienen. “Se trabaja en conjunto para desarrollar acciones sociales y de seguridad, llegamos a sectores que están en los límites y ahí generamos políticas públicas de prevención”, expone.

Mijes Llovera considera que lo ideal sería que el modelo de seguridad estuviera homologado en todos los municipios del país, pues el intercambio de información sería muy beneficioso.

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