Debido a la crisis económica que sufre no sólo nuestro país, sino el mundo entero, los municipios ya han empezado a resentir la falta de recursos para atender las necesidades de los ciudadanos. A esta circunstancia, ya de por sí grave, se han añadido otras situaciones, como el brote de influenza A H1N1, que afectó las regiones turísticas pese a que, en varias de ellas, los servicios fueron ofrecidos a precios muy rebajados, todo lo cual ha incidido en una baja recaudación fiscal en los estados.

En Campeche, por ejemplo, el gobernador anunció que la disminución que el estado sufriría por concepto de participaciones federales sería de 583 millones de pesos, lo que significa una merma de 40 por ciento en los recursos para los ayuntamientos. En Chihuahua, también muchos municipios han enfrentado una rebaja de hasta 25 por ciento en los recursos. Por su parte, el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, reportó una caída de 800 millones en las aportaciones federales para el estado y sus municipios. Y, como éstos, hay muchos casos en el país.

Por lo anterior, se han tenido que tomar medidas de austeridad, como la reducción del gasto corriente —lo que están adoptando diversos gobiernos estatales y municipales— y la postergación de pagos a proveedores.

 

Varios estados y municipios contemplan también la posibilidad de recurrir al endeudamiento para sacar adelante sus múltiples compromisos. De hecho, en Michoacán, la actual Legislatura aprobó una reforma a la Ley de Deuda Pública para que los ayuntamientos del estado puedan solicitar por adelantado hasta 25 por ciento del Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social.

Asimismo, para tratar de aliviar la dura situación financiera, los estados han solicitado al Ejecutivo federal una participación en los recursos que se generen por la cobertura petrolera que se contrató para el presente año.

Sin embargo, también se informó que algunos apoyos federales no han sido totalmente aprovechados por estados y municipios. Como ejemplo de lo anterior, se puede mencionar el Fideicomiso para Coadyuvar al Desarrollo de las Entidades Federativas (Firem), en el que, en 2007, sólo participaron dos estados; para 2008, este número aumentó a 16 entidades, y fueron apoyados 259 proyectos que beneficiaron a 111 municipios, lo que implicó una inversión de mil 415 millones de pesos. El Firem busca promover el desarrollo de los municipios, y se puede hacer uso de él mediante el ramo 33.

Por el momento, el panorama no parece ser el óptimo para lo que resta del año; además, como adelantó Hugo Alberto Michel Uribe en el primer número de Alcaldes de México, los efectos del escenario financiero actual “no se manifestarán sino hasta 2010”, por lo que urge buscar mecanismos y políticas para enfrentarlos.