El sacerdote Alejandro Solalinde denunció que José Luis Abarca y su esposa habrían sido capturados en el estado de Veracruz y sembrados en el Distrito Federal por la misma Policía Federal. / Ante marcha que llegó al aeropuerto de Guerrero, el gobernador Rogelio Ortega llamó al diálogo a jóvenes normalistas para no destruir economía del estado.
Fuente: La Jornada
0 comentarios