Una de las particularidades de los próximos comicios federales es el esfuerzo que tendrá lugar en el país, no sólo por la elección de senadores, diputados federales y Presidente de la República, sino por las 15 elecciones locales que coincidirán con la Federal. Será la elección más grande que se haya realizado en la historia del país. Éste es uno de los resultados de la reforma electoral de 2007, que buscó que encajaran el mayor número de procesos en una sola fecha. También, por primera vez los chilangos residentes en el extranjero podrán votar para elegir al Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Lo anterior implica que casi la mitad de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral tendrán que tomar varias decisiones el domingo 1o de julio del año entrante. Además de seleccionar a sus preferidos para el proceso federal, votarán por sus candidatos locales. Será una experiencia que permitirá analizar varios aspectos del comportamiento electoral de los mexicanos, especialmente porque al igual que en la elección de 2009, las campañas locales se realizarán con el modelo de comunicación política que ideó la reforma del año 2007.
En 12 entidades se elegirán 817 ayuntamientos, y en seis se elegirán gobernadores. La pregunta para el análisis consiste en figurar si las campañas presidenciales influenciarán las preferencias de los electores para definir su voto local. La comparación con los resultados de 2009 permitirá obtener nuevas conclusiones, pero en todo caso no sería nada extraño que en cada entidad el comportamiento de los electores fuera diferente.
Una premisa sabia es partir precisamente de la sabiduría del elector. Sin duda las campañas hacen una fuerte labor de convencimiento, en especial los promocionales en la radio y la televisión. Pero el buen o mal gobierno también determina las preferencias, lo mismo que la memoria del ciudadano y el liderazgo partidista. Por eso es que en cada municipio el entorno electoral es diferente. Habrá tiempo para analizar los principales casos durante los 10 meses que faltan para los comicios.
Un claro ejemplo de la influencia de las particularidades locales es Michoacán. Se trata de la última elección local de este año, a realizarse el 13 de noviembre, antes de que el Instituto Federal Electoral (IFE) inicie la etapa de las precampañas presidenciales, la tercera semana de diciembre. En la entidad, cada partido desarrolló un modelo particular para la selección de los candidatos al gobierno del estado y sin duda las campañas mostrarán las particularidades michoacanas. Destaca por ejemplo, el proceso de selección panista en el que claramente los dos precandidatos representaban a sectores distintos de Acción Nacional.
Marko Cortés había estado vinculado al sector cercano a Santiago Creel y evidentemente María Luisa Calderón pertenece al grupo vinculado al Presidente de la República. La solución fue realizar una elección democrática entre los más de 25 mil panistas del estado y por una cómoda mayoría, la también apodada “Cocóa” fue la vencedora. Es evidente que Cocóa ha realizado trabajo político propio y su militancia albiazul es ampliamente reconocida. Con todo, difícilmente se podrá medir la influencia en los militantes michoacanos del PAN por el hecho de que se trata de la hermana del Señor Presidente. Por otra parte, Acción Nacional instaló más de 200 casillas, pero fue necesario hacer ajustes en algunas, dado que la situación de inseguridad no permitía realizar la elección en las mejores condiciones. Esta es una realidad en muchos municipios, no sólo de Michoacán,que seguramente estará presente en las elecciones de 2012.
En el caso de los otros candidatos, como Fausto Vallejo Figueroa del PRI y Silvano Aureoles Conejo del PRD, PT y del Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), los procedimientos de selección también fueron rigurosamente estatutarios, conforme las normas que cada instituto político se ha dado. A diferencia de otros estados, como seguro ocurrirá en 2012, en Michoacán el fantasma de la coalición entre el PRD y el PAN no apareció entre los contrincantes.
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