Durante febrero, el proceso electoral se aproxima a una de las etapas más interesantes de la organización de la elección. En este mes todos los actores fortalecerán sus estrategias encaminadas a tener éxito el 7 de junio. El tiempo empieza a agotarse y aunque pareciera que la elección está lejana, para el primero de febrero faltarán solo 127 días para la jornada electoral. Tanto autoridades como partidos y candidatos tienen un calendario bien establecido, en el que día con día incrementan las tareas a realizar.
Para las autoridades electorales, febrero es el mes en el que varias actividades que normalmente pasan desapercibidas deben realizarse con mucha puntualidad. En cada uno de los 300 distritos se realizarán recorridos para determinar los lugares en que se instalarán las casillas electorales; los capacitadores contratados por el Instituto Nacional Electoral (INE) comenzarán a recorrer el país para visitar y notificar a los ciudadanos que serán sorteados para fungir como funcionarios de casilla; los sistemas de cómputo que serán empleados en la elección estarán en las etapas finales de construcción y prueba; los materiales electorales estarán en producción y el Consejo General continuará sesionando para aprobar, uno a uno, los acuerdos relativos a la elección.
Asimismo, los contendientes entrarán en una etapa definitoria. Las precampañas que iniciaron el 10 de enero terminarán el 18 de febrero. Eso quiere decir que la batalla interna entre los militantes de los partidos por obtener una candidatura, entrará en su etapa final durante este mes. Al mismo tiempo, los aspirantes a obtener una candidatura independiente estarán ocupados en obtener las firmas que solicita la ley para hacer válido su registro.
Mientras tanto, el INE estará fiscalizando los ingresos y los gastos de precampaña de cada aspirante, para asegurarse de que las normas de fiscalización se respeten, o en su caso aplicar las sanciones que correspondan. El reto ahora será realizar una fiscalización en breve tiempo, con nuevos recursos informáticos, de manera que pronto se conozcan los resultados de las revisiones.
Estas semanas serán fundamentales para fortalecer la coordinación en las actividades de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) con el INE. Por primera vez, las autoridades electorales locales, con sus propias atribuciones caminarán junto con el INE para elevar la calidad de los comicios en todos los niveles. En muchos sentidos, las actividades correspondientes a febrero significarán una prueba importante para la coordinación entre las autoridades, especialmente porque se iniciarán los trabajos hacia la instalación de las casillas únicas, en las que se recibirá la votación de las dos elecciones, la federal y la local.
Cada etapa de esta organización está vigilada por los partidos políticos, que no permiten a la autoridad cometer un error que pudiera afectar la equidad en la contienda. La trascendencia de estos trabajos también tiene que ver con su contribución para dar certeza en el fortalecimiento de nuestra democracia.
El perfeccionamiento permanente de los procedimientos electorales y su correcta instrumentación por parte de las autoridades, es tan solo la base para el funcionamiento de cualquier democracia. Lo que sigue es el correcto arbitraje de la elección, el desarrollo de un sólido sistema de partidos y la participación ciudadana.
A los mexicanos nos costó mucho trabajo y largas luchas llegar a construir el sistema electoral vigente. Siempre se partió de la premisa de que las elecciones y la democracia eran el sistema por el que históricamente optamos, por ello no se entiende que hoy surjan voces que pretendan boicotear las elecciones, en lugar de profundizar su alcance y trascendencia. Durante febrero, las autoridades electorales trabajarán en la dirección correcta para organizar los comicios.
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