Entendiendo a los ciudadanos

por | Mar 12, 2020 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

Por Felipe Reyes Barragán

Sin que haya una apropiación de los hechos por parte del ciudadano, veremos solo menciones y acciones superficiales que no conducirán a grandes cambios en el país.

En la pasada colaboración hablamos de la teoría del establecimiento de agenda, una teoría que se usa en las relaciones públicas y la comunicación para predecir un posible comportamiento de un grupo de ciudadanos ante la difusión de información que puede ser originada y promovida desde un ente público o gobierno (agenda política), de un medio, (agenda de medios) o desde la misma ciudadanía (agenda del publico).

Y aunque pareciera ser que nuestros comportamientos y acciones dependen únicamente de lo que vemos, oímos y consumimos lo cierto es que hay un proceso de apropiación o no de la información y de los sucesos que vivimos, y que de eso depende (del grado de implicación), de la acción que como ciudadanos hacemos de algo concreto o conceptual.

Entender esta teoría, la situacional, es clave en los gobiernos para comprender el cómo es que los grupos en el país reaccionan o no, pues muchas veces se carece de una conexión – implicación que hace que ciertos contenidos o campañas pasen desapercibidas.

La Teoría situacional, elaborada por Grunig, J., Hunt y que toma como referencia el trabajo que sobre los públicos realizó Dewey y Blumer, postula que las personas actuarán en una situación cuando ellos crean que les afecta personalmente y sus acciones pueden hacer la diferencia. Así, si el gobierno habla sobre los beneficios de, por ejemplo, dejar de comprar granos al exterior, solo aquellos que tengan una implicación sobre este hecho reaccionarán y harán lo posible por involucrarse y cambiar la medida o bien, apoyarla.  También es cierto que hay temas que aplican para todos, así por ejemplo lo que vivimos el 8 y 9 de marzo, donde la gran mayoría de mexicanas y mexicanos se sintieron parte del tema y propusieron acciones y medidas para cambiar o al menos comenzar el cambio en el tema.

Para comprender aún más a los diversos públicos y sus implicaciones en los temas nacionales, sirve mencionar que para Grunig define el público como un grupo de personas que:

a) se enfrenta a un problema similar
b) reconoce que el problema existe
c) se organiza para hacer algo al respecto

Y pareciera ser entonces que todos (ciudadanos) deberíamos hacer algo al respecto, pero en esta teoría aparecen categorizados al menos 4 tipos de colectivos:

a) los no-públicos, integrados por individuos que no cumplen ninguna de estas tres características.

b) los públicos latentes, individuos que se enfrentan a un problema similar pero no lo detectan o lo tiene presente.

c) los públicos informados o conscientes, que pueden estar afectados o implicados por un problema similar y por lo tanto reconocen su existencia.

d) y los públicos activos, que además de estar afectados o implicados por el problema y tenerlo presente de forma consiente, hacen algo al respecto.

Es quizás este trabajo, el de aplicar las diversas teorías en la creación de mensajes y campañas, donde cotidianamente se falla, pues vemos grandes campañas donde no hay acciones por parte de la ciudadanía, ya sea porque no están bien estructuradas o porque no se estudian sus comportamientos y hábitos de consumo comunicativos. Por ello la teoría situacional se fundamenta en 3 variables:

a). Reconocimiento de un problema: La gente debe ser capaz y tener conciencia de que hay un problema o situación y así reconocer el potencial que tiene para afectarle. Ejemplo: Una madre o padre de familia es más consciente y propenso a notar e identificar riesgos en instalaciones escolares deficientes a diferencia de quien no es padre o madre de familia y no se ve implicado de forma cotidiana en este ambiente.

b) Reconocimiento de las restricciones: Forma en que se perciben los obstáculos que pueden entorpecer una posible solución. El mismo padre o madre de familia podrían reconocer que solicitar cambios en las instalaciones de la escuela a los mismos directivos sea en vano, y por ello, busque otros caminos (expresar su queja en redes sociales)

c). Grado de implicación: interés que el individuo concede a un asunto. Al ser un riesgo potencial, el nivel de acción, de implicación y de involucramiento en el tema es mayor y lo toma como parte de sus prioridades hasta que se resuelva, y no dejará de prestarle atención y dedicar recursos, de todo tipo, hasta que se encuentre satisfecho.

Ante esto, es fundamental que los gabinetes de comunicación busquen la manera de plantear campañas en temas donde los públicos se vean involucrados, pues ellos serán el motor de cambio, no el gobierno, pues sin que haya una apropiación de los hechos por parte del ciudadano, veremos solo menciones y acciones superficiales que no conducirán a grandes cambios en el país.

Felipe Reyes Barragan

Estratega en Protocolo, Relaciones Públicas y Comunicación. Estudió la maestría en Comunicación Social y Política y en los últimos años se ha especializado en la aplicación del Protocolo como herramienta de comunicación en las organizaciones y en los eventos. Profesor y speaker en diversos congresos y foros académicos y empresariales. twitter Twitter facebook Facebook Blog:felipereyesbarragan.blog

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los riesgos en compras públicas: IMCO

Los riesgos en compras públicas: IMCO

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2023, publicada recientemente por el INEGI, la corrupción se mantiene...