Estableciendo agenda: ¿Manipulación a través de los medios?

por | Feb 17, 2020 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

Por Felipe Reyes Barragan

En el pasado, y hasta el fortalecimiento de las redes sociales como canal de expresión, la agenda política solía hacer acuerdos con algunos  medios más influyentes y juntos definían lo que se publicaba y cómo se hacía.

Es muy  probable que hayas escuchado el concepto de agenda setting, que se refiere a la idea de que un medio, por su influencia y alcance, es capaz de establecer el tema y conversación que regirá o estará en boga por un par de días.

Esta teoría nace  de varias hipótesis que en los años 60 empiezan a generarse con la idea central que la opinión publica era producto de la influencia de los medios quienes podían fijar el rumbo de un tema, ya sea a favor o en contra. En los años 70 surge la teoría “The Agenda Setting Function of Mass Media” que se fortalece con el análisis de las campañas políticas y que, posteriormente, ya como teoría, es estudiada en los planes de comunicación y relaciones públicas.

En México no hemos sido ajenos al uso de este concepto, aunque es quizás en el último año donde más fuerza ha tomado derivado del ejercicio oficial denominado “mañanera” donde el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, por espacio de 90 minutos (en promedio), da a conocer su ideas, opiniones, planes  y postulados sobre temas que van desde el béisbol, la salud pública, la seguridad y otros tópicos, desde lo superficial hasta lo estratégico y fundamental. Y es desde ahí que se ve generando en redes y medios, los temas que marcan en cierto punto la conversación del día, que luego pasa a las calles y genera entonces sí, un anclaje y sobre todo reacción, desde los que apoyan sus dichos hasta quien lo cuestiona, en ambos caso, usando a veces argumentos y otras tantas, opiniones. Y al día siguiente, vuelve la misma dinámica y así sucesivamente, por lo que estamos envueltos en tantos temas que de repente no sabemos que pasa tras de ellos.

Como lo habrá podido notar, en este caso hablamos de una teoría modificada, pues no son los medios quienes establecen el tema, es el gobierno, o el presidente para ser más exactos, quien dicta la conversación y esto complica, en cierto grado, el nivel de certeza de esta teoría pues nos encontramos con que hay al menos 3 agendas:

  • Agenda de medios
  • Agenda del publico
  • Agenda política

Si bien es cierto que estas agendas son simultáneas y pueden ser similares en el fondo, en la forma no necesariamente convergen y/o soportan temas en común, para muestra, un ejemplo actual:

1.- La agenda de medios trae el tema de la detención de Emilio Lozoya y por ende, de la corrupción reinante  y de la posibilidad de castigo y justicia. Claro, hay también medios que hablan de otros temas, quizás más afines al gobierno federal, otros, en contra y otros tanto, neutrales.

Es esta agenda la que “deja” de lado el tema del INSABI, por ejemplo, y sin soltarlo ( ya sea con publicaciones en interiores o en horarios y formatos menos vistos) habla de temas diferentes o afines a ellos.

2.- La agenda del público se refiere, en simples palabras, a la conversación real que el público,  la audiencia da ciertos temas durante un lapso. En este momento, los feminicidios y la rifa del avión, a nivel calle, marca la tendencia.

Generalmente esta agenda se mide  por encuestas, y en redes sociales, por  monitoreo de temas y menciones.

La agenda política es justamente la que los funcionarios así como los gobiernos quieren dar a conocer a la población.  AMLO y rifa del avión o AMLO y Mafia del poder.

En el pasado, y hasta el fortalecimiento de las redes sociales como canal de expresión, la agenda política solía hacer acuerdos con algunos  medios más influyentes y juntos definían lo que se publicaba y cómo se hacía.  Hoy mismo es difícil que un tema se contenga  o se tenga en secreto.

Hasta aquí pareciera ser que los medios y el gobierno influyen en total control de lo que hablamos y discutimos, pero hay otra teoría, la situacional, que define públicos y en función de su involucramiento y afinidad a los temas, marca que ellos, pueden ser o no consumidores o  receptores de los temas que la teoría de establecimiento de la agenda marca como base. Todo un tema del cual hablaremos más adelante.

Felipe Reyes Barragan

Estratega en Protocolo, Relaciones Públicas y Comunicación. Estudió la maestría en Comunicación Social y Política y en los últimos años se ha especializado en la aplicación del Protocolo como herramienta de comunicación en las organizaciones y en los eventos. Profesor y speaker en diversos congresos y foros académicos y empresariales. twitter Twitter facebook Facebook Blog:felipereyesbarragan.blog

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