La llamada

por | Ago 10, 2017 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

Ahora que sabemos cómo se desempeñó el presidente Peña, observamos claramente que no existió tampoco una estrategia en materia de comunicación política con el objetivo de lograr defender la soberanía del país

El pasado 3 de agosto, el periódico The Washington Post difundió en su espacio noticioso la transcripción total sobre la conversación telefónica que sostuvieran Donald Trump y Enrique Peña Nieto, celebrada el 27 de enero de 2017.

A lo largo de la conversación se pueden ubicar 3 grandes temas: 1) La renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), 2) Medidas de seguridad en la frontera entre ambos países y 3) La construcción de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos y que este fuera pagado por nuestro país, sin lugar a duda este tema sirvió para posicionar a Trump durante la campaña presidencial, y por otra parte sirvió para que la sociedad mexicana le exigiera a Peña Nieto que defendiera la dignidad del país y por supuesto su soberanía.

Al ser un tema de gran interés, era necesario una excelente estrategia para dos rubros, el primero correspondiente a la dinámica de información que se discutiera durante la llamada, y dos: la forma en que darían a conocer a la sociedad el contenido de esta.

Sin embargo, al revisar el contenido de la llamada observamos que Presidencia careció de los dos puntos anteriormente mencionados, en primer lugar al no grabar la llamada, situación que generaría enorme incertidumbre por parte de la sociedad, los medios de comunicación y por supuesto los detractores del Presidente.

Y ahora que sabemos cómo se desempeñó el presidente Peña, observamos claramente que no existió tampoco una estrategia en materia de comunicación política con el objetivo de lograr defender la soberanía del país y, por supuesto, la dignidad como mandatario.

La filtración de la conversación nos ayuda a saber el tratamiento informativo y de comunicación política existente con Donald Trump. Pero que no es nuevo del gobierno del actual mandatario, existen registros de este manejo comunicativo político desde la época de los setentas. Y es lamentable que si fuese el caso, no contemos con una estrategia de comunicación política en uno de los momentos más difíciles del México contemporáneo.

Esta situación también permite cuestionar ¿por qué si nuestro vecino del norte toma estas medidas en materia de comunicación política, por qué no hacemos lo mismo? Esta pregunta nos ayuda a entender la necesidad de un verdadero plan de comunicación política para el gobierno federal. La filtración además de mostrar los contenidos de llamada, también nos permite observar que por lo menos nuestro gobierno no tiene un plan verdadero en comunicación, situación que ahora nos permite entender muchos de los problemas en materia de imagen que hoy en día padece el gobierno federal.

Ahora vemos que esta filtración también ayuda a comprender el manejo informativo por parte del Presidente de la República, el cual a todas luces lució débil ante las respuestas de su similar estadounidense, olvidando que él en ese momento no es sólo Peña Nieto, sino que él representa a millones de personas y ante ese hecho, debió hacer valer la soberanía que ostentamos como nación. Y que por ende no debió aceptar la propuesta de Trump de no hablar del tema de el muro. Al aceptar que no hablaría de ello, mostró un grado excesivo de sumisión frente al tema que sin lugar a duda más ha dañado en este año la imagen de su gobierno. Peña Nieto tenía que haber afrontado a su similar y decirle que seguiría expresando su repudio por la construcción del muro fronterizo y doblemente su rechazo a que los mexicanos paguemos esta construcción.

Ante este hecho, tanto el presidente como sus asesores requieren urgentemente un verdadero plan de comunicación política, más si estamos de cara al inicio del proceso electoral 2018.

Luis Ángel Hurtado Razo

Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Autor de los libros: «2006: El año del complot» y «2012: Reflexiones sobre el proceso electoral», actualmente se desempeña como académico de la FCPyS/UNAM. También es colaborador de la Revista Zócalo y Antena Radio. twitter Twitter

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