Las campañas que vienen, el camino hacia el 2018

por | Ago 4, 2016 | De Puño y Letra | 2 Comentarios

Desde el año pasado hasta el 2018, el país tendrá un periodo intensivo de campañas electorales, tanto para niveles sub-nacionales como el nacional.

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Al hablar de elecciones en términos locales, es decir, en municipios, quienes se postulan, hombres o mujeres, recurren a estrategias dirigidas por coordinadores de campañas, con las que se pretenden obtener la mayor cantidad de votos.

Dicha estrategia consiste en aparecer con la gente, hacer reuniones para solicitar e incentivar el voto, convocar a mítines políticos para hablar del por quién y porqué votar, ocasionalmente se invita a grupos artísticos, se ofrece comida y se organiza todo un espectáculo donde además, se regalan objetos conocidos como utilitarios, ya sean llaveros, playeras cebolleras (por aquello de lo delgado), contenedores de agua, dvds, toppers, tarjetas telefónicas, entre otras excentricidades como el desprestigio de los adversarios.

La experiencia muestra que esto se presenta en casi toda campaña sin importar color, ideología estado o municipio, se ha generalizado tanto que formaliza una tendencia, a mayor gasto y ostentación, mayor probabilidad de obtener el cargo.

Los altos presupuestales a los gastos de campaña han creado algunas innovaciones en el uso de tecnologías de comunicación, los candidatos, además de hacer lo ya mencionado, se involucran con los votantes, gastan menos en lonas y más en cartulinas o recurren a las redes sociales, espacio que anteriormente era ignorado.

Durante este periodo, los candidatos ejercen cierto protagonismo convirtiendo los asuntos públicos y las necesidades locales en concursos de popularidad, de ideas alocadas, de ser más guapo, todo bajo una estructura de la apariencia.

Con algo de sentido común, uno se percata de que las propuestas no siempre son congruentes, algunas de estas son mejorar el salario, ampliar cobertura en salud o educación, que suenan bien, pero son buenas intenciones, ya que son funciones del gobierno estatal y en su caso el federal.

Esto ocurre porque la gran mayoría de candidatos como de votantes, no tienen idea de las funciones municipales, sea alcalde, regidor o síndico, inclusive hay candidatos que desconocen cómo realizar sus funciones aun ya ejerciendo el cargo, pues ni siquiera antes de tomar posesión se informan.

Se trata de cubrir o solventar las necesidades locales, en función de las responsabilidades gubernamentales, y lo que compete a los municipios es la prestación y distribución de servicios, que son variados, pero todos bajo la premisa de ser los más indispensables para la convivencia social armónica.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el artículo 115 da una descripción de estos (funciones y servicios municipales), otra la podemos encontrar con el INAFED (básicos, complementarios y de protección a la comunidad), o bajo criterios de especialistas como Quintana Roldan, que menciona:

• Servicios Educativos: Jardín de niños, primarias, talleres artesanales, escuelas técnicas, centros de capacitación

• Servicios Asistenciales: Guarderías, asilos, clínicas, comedores públicos

• Servicios Urbanos: Agua potable, drenaje y alcantarillado, alumbrado público, parques y jardines, limpia, mercados, rastros, panteones, transporte urbano

• Seguridad Pública: Policía preventiva, policía de tránsito, bomberos, servicios médicos de urgencia

Así como aquellos que le confieran la constitución, leyes, códigos y reglamentos estatales, cabe señalar que el alumbrado público no es el de las viviendas.

Si bien, se trata de obtener más votos, ya en el puesto, el alcalde, no puede aprobar medidas o políticas que rebasan su nivel de competencia, aunque esto sea promesa de campaña.

Ha pasado medio año desde la toma de protesta de ayuntamientos, en la mitad de los municipios del país se comienzan a ver resultados: disminución de actividades, endeudamiento público, cese de proyectos, incremento de la violencia e inseguridad, estatalización o concesión de servicios.

Esta circunstancia habla de una vulnerabilidad en la estructura municipal, más por sus dirigentes que por los trabajadores, el ingreso propio se destina a gasto corriente especialmente de cabildo y directivos, y como se mencionó se incentiva la pérdida de recursos monetarios que ayudarían a la aplicación de políticas en el municipio.

Al no incentivar los recursos y finanzas propias, se formaliza una dependencia de las aportaciones y participaciones federales y estatales, también conocidos como fondos para el desarrollo o ramo 28 y 33.

La política nacional requiere una transformación, si bien la constitución brinda la posibilidad de elección popular, esto no significa que cualquier persona deba hacerlo, se requiere de un perfil y de experiencia para la administración gubernamental, tanto teórico como empírico, asimismo, de ética, moral y profesionalismo, de lo contrario, no tiene sentido la existencia de un gobierno.

Decía Friedrich Nietzsche al hablar del Súperhombre: sólo aquel que está dispuesto a sacrificarse por su pueblo merece gobernar a su pueblo, en el próximo periodo electoral analiza el discurso, piensa en si existen propuestas lógicas, congruentes, factibles de realizar, que competan a las obligaciones municipales, con beneficios al mediano y largo plazo; date cuenta si el o los candidatos hacen política o hacen de la política un espectáculo, evita regalar o vender tu voto y recuerda que sin tu participación la democracia no funciona.

Ricardo Escutia

Especialista en Desarrollo Municipal, ponente en seminarios, coloquios y congresos nacionales e internacionales, interesado en políticas públicas, especialmente en áreas de seguridad púiblica, juventud, desarrollo, programas sociales y obra pública.

2 Comentarios

  1. Lalo

    Un primer paso es prohibir la entrega de despensas.
    Porque es jugar con la necesidad de la gente

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  2. Dante Gonzalez Alva

    Excelente publicación, todos somos responsables de la situación por la que traspasa México y es necesario poner nuestra contribución si en verdad queremos cambiar

    Responder

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