Los retos de la Guardia Nacional

por | Nov 20, 2018 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

[La estrategia de seguridad] implica mucha capacitación y re-adiestramiento, para cuidar los principios básicos en materia de Derechos Humanos y tener presente que la inseguridad no se combate solamente con las acciones de reacción

Recientemente el Presidente electo de México, anunció la estrategia de seguridad que se aplicará por lo menos los próximos 6 años en nuestro país. Esta estrategia incluye los siguientes puntos de forma resumida:

  1. Erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia. Además se propone un gobierno austero.
  2. Garantizar empleo, educación y salud a través de programas de desarrollo y bienestar para reducir la pobreza y la desigualdad.
  3. Garantizar el respeto y promoción de derechos humanos. Se señala que no se permitirá la represión, ni tortura, y se investigarán todas las denuncias de violación a los derechos humanos.
  4. Se propone regenerar la ética de la sociedad a través de una “constitución moral” para mejorar la relación entre lo individual y colectivo.
  5. Se pretende reformular el combate a las drogas, y reorientar los recursos para aplicarlos en reinserción y desintoxicación de las personas adictas.
  6. Se busca emprender la construcción de la paz aumentando modelos de justicia que garanticen los derechos de las víctimas con base en cuatro ejes de justicia transicional: verdad, justicia, reparación del daño, y garantía de no repetición de los crímenes; son mecanismos de reparación que proponen los organismos internacionales de derechos humanos.
  7. Se pretende impulsar leyes que contribuyan a poner fin a los enfrentamientos armados y posibilitar los procesos de desarme del crimen organizado . Se incluye una ley de amnistía.
  8. Se hace énfasis en la recuperación del control de las cárceles y su dignificación, así como planes para la reinserción social.
  9. Se proyecta un nuevo plan de seguridad pública para lograr la construcción de una cultura de paz de la mano de instituciones y población. Se dice que se repensará la seguridad nacional y se reorientará a las fuerzas armadas para fortalecer sus funciones y estrechar lazos con la sociedad.
  10. Y la cereza del pastel, es la creación de una Guardia Nacional para prevención del delito, preservación de seguridad y combate a la delincuencia.

Esta última propuesta ha generado un intenso debate desde que se anunció, puesto que refuerza la presencia militar en labores de seguridad pública, dando el mando de las 266 coordinaciones regionales en materia de seguridad a quien será el próximo secretario de la defensa. Es cierto que una estrategia de seguridad en este momento para México no puede concebirse sin los militares y marinos, puesto que son activos de instituciones sólidas en donde no ha permeado de forma preocupante la corrupción y debido a la capacidad de respuesta que tienen ante las amenazas del crimen organizado.

También es cierto que nuestras Fuerzas Armadas no han sido adiestradas para realizar labores de seguridad pública y que tendrán que ceder parte de su esencia y doctrina militar para convertirse en guardianes de proximidad en conjunto con la policía federal. Esto se dice y se escribe fácil, sin embargo implica mucha capacitación y re-adiestramiento, para cuidar los principios básicos en materia de Derechos Humanos y tener presente que la inseguridad no se combate solamente con las acciones de reacción; sino que lleva obligadamente de la mano toda una estrategia integral de reconstrucción del tejido social, en la cual se deberán de incorporar las Fuerzas Armadas como constructoras de paz.

Hay un gran reto en que la Guardia Nacional preserve la paz con apego irrestricto a todos los derechos humanos, pero también hay un gran reto en la sociedad, pues cualquier estrategia de seguridad solo será exitosa si lleva consigo inteligencia y las comunidades se sienten próximas y seguras con las labores de las fuerzas de seguridad. De igual forma la sociedad debe ver a estas fuerzas de seguridad como co-participes de un proceso de pacificación y se les debe acoger con respeto y empatía. La empatía debe existir en ambos lados y la atención a las brechas de desigualdad debe ser un pan de todos los días en esta estrategia.

Areli Zarai Rojas Rivera

Es presidenta de la Organización No Gubernamental Y Quién Habla por Mí AC. Estudió ciencia política en el Tecnológico de Monterrey y se ha dedicado al fortalecimiento de políticas públicas, proyectos y legislación en materia de Derechos Humanos, especialmente en temas de seguridad, género y de protección de derechos de niñas, niños y adolescentes. twitter Twitter twitter Twitter

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