Rumbo educativo ¿aprobado o reprobado?

por | May 18, 2016 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

Este 2016 se ha visto un tanto agitado por movilizaciones y marchas en torno a los cambios y modificaciones a las leyes en materia de educación; y es que no sólo en México se cuecen habas, también en toda Latinoamérica se promueven manifestaciones en exigencia de una mayor inversión de presupuesto para la educación, así como mejoras considerables en las condiciones laborales de las y los docentes.

Protestan-profesores-y-estudiantes-en-Guerrero

Todo ello representa un grave problema que ha llevado a profesores, estudiantes y trabajadores a articularse para defender la educación pública y exigir a los estados mayor responsabilidad en el asunto.

En México, el pasado fin de semana durante la conmemoración del Día del Maestro, fuimos testigos de la movilización de por lo menos 500 mil maestros de distintas ciudades de México, quienes se manifestaron para rechazar las actuales condiciones que enfrenta el magisterio. Todos ellos convocados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con el fin de exigir la instalación de una mesa en la que se acuerden mejoras en las condiciones laborales.

En este panorama deberían incluirse las peticiones de padres de familia y alumnos por mejorar el sistema educativo.

Lo que, en ese sentido, nos lleva a pensar que tal vez el rechazo a los movimientos magisteriales por buena parte de la ciudadanía, se deba no a los bloqueos viales que se generan, sino a la falta de inclusión de peticiones que busquen mejorar la calidad del sector educativo para quienes más lo necesitan: los alumnos.

Pudiera ser un parteaguas lo que suceda en los próximos días, luego de que Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública se declarara abierto al diálogo con estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, quienes se han manifestado en contra de que la institución pudiera ver vulnerados sus derechos y atribuciones al ser adscrita a la SEP.

Es de reconocerse la voluntad de la mayoría de los politécnicos por exigir normativas claras con orden y coherencia, así como la pertinencia de las autoridades para atenderlos.

Y es que, solicitar mejores condiciones para la educación, no debería dividirse entre lo que piden los maestros y lo que piden los alumnos, como también lo han demostrado diversos países de Latinoamérica.

En la nación hermana, Argentina, desde el pasado 9 de mayo, estudiantes y profesores se movilizan para exigir al Gobierno de Macri mejoras en el presupuesto asignado a las universidades, así como en los salarios docentes. El 12, llevaron a cabo una multitudinaria marcha en todo el territorio nacional y desde ese día y hasta el 13, protagonizaron un paro total de 48 horas, en defensa de la educación pública.

Dichas actividades se realizan en exigencia también de un boleto educativo, más becas para los estudiantes, mayor presupuesto educativo, derogación de la Ley de Educación Superior por no incluir el derecho al estudio universitario, y la no criminalización de la protesta. Las movilizaciones son lideradas por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Buenos Aires.

Mientras que en Chile, el pasado 21 de abril, la Confederación de Estudiantes Universitarios de Chile Confech, convocó una movilización para exigir avances en el proyecto de gratuidad de la educación universitaria. De esta marcha hicieron parte estudiantes de secundaria, trabajadores del sector educativo y otros sindicatos, que fueron reprimidos por la policía chilena con gas lacrimógeno y agua.

Las denuncias de los estudiantes, tienen que ver con la lentitud por parte del gobierno en el diseño y ejecución de la reforma educativa, que sólo alcanzaría una cobertura del 13.9% del total de los alumnos, mientras que incrementaría la cantidad de estudiantes endeudados, que ya se eleva al 40.6% frente al 31.4% que son beneficiarios de becas.

Con esta movilización los estudiantes exigieron trato preferencial para las universidades públicas, fin de la privatización de escuelas municipales, mayor financiamiento y mejoras en la calidad educativa, en suma, una reforma estructural del sistema que garantice el acceso a educación de calidad para todos los estudiantes chilenos.

Por si fuera poco, la presión económica que se ejerce de por medio a cada una de las naciones, propician que la educación y la mejora de infraestructuras sean las nuevas fuentes de crecimiento.

Y es que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), el reto de las naciones Latinoamericanas es mantener la estabilidad económica en un entorno de menores ingresos y tratar de encontrar fuentes de crecimiento. Dichas fuentes por supuesto, no vendrían de factores externos, sino de la inversión en capital humano, educación e infraestructura, por lo que es necesario que el gobierno considere que las deficiencias en el sistema educativo de México y otros países latinoamericanos, han provocado una pérdida progresiva de capital humano.

Es lamentable que los esfuerzos realizados en educación durante las últimas décadas no estén dando los frutos esperados, sobre todo si esa deficiencia se traduce en la imposibilidad de una persona de encontrar una ocupación con un ingreso suficiente y acorde al nivel supuestamente alcanzado, después de pasar más de 15 años en la docencia y peor aún, si por consiguiente no se transmite a los alumnos la fórmula correcta del aprendizaje. Es mi opinión…

Gladis López Blanco

Una de mis principales preocupaciones es el desarrollo de gobiernos locales, por lo que a través de productos editoriales, he fomentado las buenas prácticas municipales, donde la administración y el servicio a los ciudadanos debe mejorar.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *