Visión Nacional hacia una Gestión Sustentable, Cero Residuos

por | Mar 15, 2019 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

Por Carlos Alvarez Flores*

Durante 30 años estuvimos proponiendo lo que ya se hacía en Europa: una gestión integral de separación y aprovechamiento

El nuevo gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, difundió en el mes de febrero de 2019 el documento denominado “Visión Nacional hacia una Gestión Sustentable, Cero Residuos”, en donde nos informa que en nuestro país, actualmente estamos generando más de 44 millones de toneladas anuales de RSU y que para el año 2030 esta cifra pudiera llegar a 65 millones. También nos informa que existe desigualdad en la cobertura del servicio de recolección y disposición a nivel nacional. Que las localidades con población mayor a 10 mil habitantes, gozan de una cobertura de servicios de 80% en promedio y que localidades menores a 10 mil habitantes, tienen una cobertura de sólo 23%.

Nos dice también que en el país hay 143 municipios que no cuentan con servicio alguno. En este sentido, la región sur, integrada por Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que es donde hay más municipios que tienen mayor cantidad de localidades menores a 10 mil habitantes, es la región que tiene la menor cobertura, con 69%.

En relación a los sitios de disposición final, el INEGI para 2010 (hace más de 8 años) enumera 238 “rellenos sanitarios” (más bien diría yo, que son sitios controlados) en los que se dispone aproximadamente el 70% de los residuos generados. Y que cuando menos, existen 1,643 tiraderos a cielo abierto reportados, donde se dispone del 25% de los residuos. En tanto que el resto, aproximadamente un 5.0 % pudiera ser reciclado o valorizado.

Reconoce textualmente: “No obstante, la operación de rellenos y tiraderos es inadecuada y representa un riesgo a la salud de la población y al medio ambiente. El Sistema Informático de Sitios Contaminados (SISCO) de SEMARNAT, identificó que al menos 277 sitios de disposición final (tiraderos o rellenos) presentan condiciones similares a las de un sitio contaminado”.

Ante este panorama que nos muestra la pésima gestión que damos a nuestros residuos sólidos urbanos, reconoce textualmente: “Para atender el problema que representan los residuos en el país, se requiere trabajar integralmente y con una visión de economía circular, donde el aprovechamiento de las materias primas sea prioritario en todas las etapas del ciclo de vida de un producto. En este sentido, la jerarquía del manejo de los residuos sigue vigente; donde la prevención y minimización anteponen a la disposición final. Se requiere corregir la mala disposición de los residuos del país, y atender las necesidades que enfrenta la gestión, elaborar políticas e instrumentos para ampliar la cobertura de servicios, así como aumentar la capacidad de valorización del sistema económico, establecer la separación de los residuos desde el origen, fomentar el reciclaje y establecer un órgano de inspección y vigilancia efectivo, en lo referente a la disposición final; todo lo anterior, bajo un modelo de negocio sustentable y economía circular. El presente documento pretende ser la Visión que concrete la formulación e implementación de políticas públicas, así como la ejecución de instrumentos, programas y planes, para fortalecer la gestión de los residuos en el país.”

Esto significa que finalmente el nuevo gobierno federal de la cuarta transformación, como le llama el presidente Andrés Manuel López Obrador, está haciendo uso de sus facultades y obligaciones, al plantear la política nacional en materia de residuos sólidos urbanos. Durante 30 años estuvimos proponiendo lo que ya se hacía en Europa: una gestión integral de separación y aprovechamiento.

Debo reconocer que habíamos fracasado todos los que estamos en el sector, cuando pedíamos a los gobiernos federales anteriores desde Carlos Salinas de Gortari hasta el gobierno de Enrique Peña Nieto, que interviniera directamente en marcar claramente la política nacional para el manejo sustentable de nuestros residuos, pero nunca encontramos eco a nuestras propuestas.

También publicó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales un documento en donde recomienda un nuevo esquema para la gestión integral de los residuos sólidos urbanos, con la creación de organismos operadores, en donde participarán no solamente los gobiernos municipales, sino también los gobiernos estatales y empresas privadas. Y que estos nuevos organismos operadores, tengan una Junta de Gobierno y Consejos Técnicos y Asesores. Con una visión incluyente para integrar a los mexicanos que hoy están en los tiraderos y en la recolección informal. También recomienda establecer mecanismos de certificación para proveedores de los servicios de recolección, acopio, almacenamiento, reciclaje, valorización y disposición final. Y finalmente anunció la Semarnat, que se podría contar con asistencia técnica y financiera del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Agencia de Cooperación Alemana al Desarrollo en México.

Por todo esto, estamos optimistas por esta postura del nuevo gobierno que finalmente establece, de acuerdo con sus facultades, la visión de lo que deberá ser en el futuro la gestión integral de nuestros residuos sólidos urbanos. Bienvenida.

Es importante señalar, a mi juicio, que en estas 45 millones de toneladas anuales de residuos sólidos urbanos, se encuentran contenidas enormes cantidades de recursos naturales, que fueron extraídas, sea a través del suelo agrícola, como nutrientes y agua, en el caso de los residuos de la fracción orgánica, que pudieran ser unas 23 millones de toneladas anuales. Como de petróleo y sus derivados, biomasa y minerales metálicos, en el caso de los residuos de la fracción inorgánica no reciclable, que pudieran ser unas 19.5 millones de toneladas anuales. Y la fracción inorgánica reciclable, que el propio gobierno federal reconoce no va más allá del 5.0 %, lo que equivaldría a unas 2.5 millones de toneladas anuales.

En el caso de las 23 millones de toneladas anuales de la fracción orgánica, si somos inteligentes, pudiéramos producir más o menos unas 7 millones de toneladas anuales de composta que nos servirían, junto con otros 6 millones de toneladas anuales de podas de árboles, lodos de plantas de tratamiento de aguas residuales y heces fecales de las granjas lecheras, porcinas y avícolas para producir otros 2 millones de toneladas anuales de composta para llegar a la cifra de 9 millones de toneladas anuales de composta que podríamos utilizar para la recuperación de suelos erosionados (que abundan en nuestro país) para recuperar el sistema natural de captura de carbono más importante que es el suelo y con un pasto adecuado, podríamos generar proyectos de captura de carbono hacia el 2021 que pudieran darnos recursos económicos a través del nuevo mercado de bonos de carbono hacia el 2024. Que ayudarían de manera muy importante al fortalecimiento financiero del sistema nacional de centros regionales de gestión integral de residuos sólidos urbanos que nos permita olvidar el modelo obsoleto y altamente contaminante del relleno sanitario, que tanto daño nos ha hecho. Eso sin olvidar que las 19.5 millones de toneladas anuales de la fracción inorgánica no reciclable pueden convertirse en 11,868 gigawatts/año de energía eléctrica, que significan un 24 % de la energía eléctrica que genera actualmente la Comisión Federal de Electricidad o con ellas producir combustible derivado de residuos (CDR) para los 36 hornos cementeros de nuestro país y ayudar a que el precio del cemento no suba. Y en estas acciones de separación y aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos también estaríamos dando cumplimiento a nuestra Ley General de Cambio Climático y el Acuerdo de Paris, en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero GEI, así como a nuestra Ley de Transición Energética vigente que nos obliga a partir del 2018 a todos los gobiernos y el sector privado a que consuman el 25 % de energía limpia de su consumo anual de energía eléctrica. Como la derivada de residuos, que es considerada por la Comisión Reguladora de Energía, como energía limpia.

Enhorabuena, por esta buena noticia, que nos permitirá salir de las cavernas en la gestión de los residuos sólidos urbanos, que dicho sea de paso, nos costó 70,970 millones de pesos en el año 2017 por agotamiento y degradación de nuestros recursos naturales, de acuerdo con datos del INEGI.

*Carlos Alvarez Flores es consultor ambiental. Experto en gestión de residuos y cambio climático. Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C. www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores

Carlos Álvarez Flores

Es experto en gestión de residuos y cambio climático. www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores

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