Desempeño ambiental bajo la lupa

por | Abr 6, 2018 | Abril 2018, Ecosustentable | 0 Comentarios

Con la evaluación del desempeño medioambiental de las localidades más importantes de la región, se busca combatir los retos que se avecinan en materia de desarrollo urbano

LUIS CARBAYO/CUARTOSCURO

Para 2030, el Banco Mundial estima que dos tercios de la población del planeta vivirá en ciudades y que allí se concentrará 80 por ciento del producto interno bruto (PIB) de los países. De ahí que las urbes y sus gobiernos deben prepararse para no sufrir un colapso ante la acelerada urbanización que viven sus territorios. Esto es lo que plantea el Índice de Ciudades Verdes de América Latina.

En entrevista, Alejandro Preinfalk, vicepresidente de las divisiones de Energy Management, Building Technologies and Mobility de Siemens, explica que América Latina es la región en vías de desarrollo más urbanizada del mundo. “Se estima que para 2030, 86 por ciento de la población viva en las ciudades grandes. Los centros urbanos ocupan sólo 2 por ciento de la superficie del planeta, sin embargo albergan la mitad de la población, consumen 75 por ciento de la energía y generan 80 por ciento de las emisiones de CO2, por lo cual la demanda energética aumentará 50 por ciento para ese año.”

Preinfalk apunta que la apuesta es hacia urbes más compactas, conectadas e incluyentes. “Hay un catálogo de principios y planteamientos que tratan de inspirar la acción de gobiernos nacionales y locales, del sector privado, la academia y organizaciones sociales y de financiamiento para lograr este objetivo.”

Alejandro Preinfalk
FOTO: ROSALÍA MORALES

URBES SOSTENIBLES

Dentro del Índice de Ciudades Verdes de América Latina (realizado por la Economist Intelligent Unit y auspiciado por Siemens), la Ciudad de México, Puebla y Monterrey destacan por compartir la media en ocho categorías (Energía y CO2, Uso de la tierra y edificios, Transporte, Desechos, Agua, Saneamiento, Calidad de aire y Gobernanza ambiental).

El Índice es una herramienta que busca medir y evaluar el desempeño ambiental de 17 ciudades principales de América Latina: Guadalajara, Lima, Buenos Aires, Montevideo, Medellín, Porto Alegre, Quito, Santiago, Belo Horizonte, Bogotá, Brasilia, Río de Janeiro, Sao Paulo y Curitiba. Su objetivo es que la información que se deriva de él permita que las ciudades latinoamericanas aprendan las unas de las otras y de esta forma aborden mejor los desafíos que tienen en común en materia de medioambiente.

Mariana Campos, gerente de Desarrollo Urbano de World Resources Institute México (WRI) indica en entrevista que, dado que América Latina es la región más urbanizada, las ciudades de esta zona crecieron a ritmos acelerados, sufriendo la presión de la llegada poblacional, por lo cual comparten ciertos retos de ese crecimiento rápido y desordenado.

Apunta que por suerte ya hay un cambio en la política pública, y ya se reconoce que fue un error y se debe girar hacia otro tipo de desarrollo urbano; uno que tienda a ser mucho más compacto y denso, para justamente generar igualdad en la economía a escala.

“De eso se trata, de saber cómo sacar ventajas de estar concentrados en una ciudad, finalmente mientras más cerca estemos de nuestros centros de trabajo, estudio, salud y esparcimiento seremos mucho más eficientes y con emisiones de carbono verdaderamente bajas, que es lo que se busca.”

 

Mariana Campos
FOTO: CORTESÍA DEL WRI

CIUDADES MEXICANAS

La Ciudad de México se ubica “encima del promedio” general del Índice. Su mayor desempeño se encuentra en el área de gobernanza medioambiental, donde está “muy por encima del promedio” debido al monitoreo del medioambiente, “la competencia de la Secretaría de ambiente local y el alto nivel de participación del público”. La ciudad se ubica “encima del promedio” en las categorías de energía y CO2, uso de la tierra y edificios y transporte. La capital recibe calificaciones “promedio” en desechos y agua. No obstante, el desempeño general de la CDMX se ve afectado por bajos resultados en la categoría de saneamiento y en calidad del aire, donde está “debajo del promedio”.

Por su parte, Monterrey se ubica como “promedio” en términos generales dentro del Índice. Sus mejores resultados están en el manejo de desechos, agua y saneamiento, en donde tiene un desempeño “encima del promedio”. La ciudad es fuerte en la cantidad de áreas verdes por persona dentro de la zona urbana y tiene el menor promedio de fugas del sistema hídrico de todo el Índice. Ocupa un lugar “promedio” en dos categorías: energía y CO2 y uso de la tierra y edificios. Aunque se ubica “debajo del promedio” en transporte, calidad del aire y gobernanza medioambiental.

A pesar de sus bajos ingresos, Puebla se ubica como “promedio” del Índice. Este desempeño se sostiene por ser una ciudad fuerte en la categoría de manejo de desechos, donde se ubica “encima del promedio”, dada su alta tasa de recolección y eliminación y la baja cantidad de desechos. La ciudad es calificada como “promedio” en la mayoría de las otras categorías, exceptuando energía y CO2 así como transporte donde cae “debajo del promedio”. El estudio señala que el sitio de la ciudad en estas áreas es un reflejo de la deficiente implementación de políticas en cuanto a energía limpia y transporte masivo urbano.

HACIA DÓNDE VAN

Los especialistas coinciden en que la operación de una ciudad sustentable incluye sistemas de generación y distribución de energía eficiente y digitalizada, así como transporte público con bajo consumo energético.

“Las ciudades van a convertirse en centros urbanos de mayor importancia en todo el mundo, por ello el reto que tienen los gobiernos y demás participantes es cómo hacerlas más sostenibles y más inteligentes”, sostiene Alejandro Preinfalk de Siemens.

Al respecto, Mariana Campos apunta que se debe tener un enfoque de equidad en cuanto a la dotación de servicios a fin de que la totalidad del territorio, sobre todo en las periferias, los incluya a fin de hacer frente a la desigualdad que presentan.

Añade que las estrategias para que las ciudades medias que tienden a extenderse puedan tener un crecimiento urbano más organizado deben crecer de manera vertical, a la vez de fomentar una mezcla en el uso del suelo.

Martha Mejía

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