Filtros de carbón para limpieza de agua

por | Nov 1, 2012 | Ecosustentable, Noviembre 2012 | 0 Comentarios

TuberíaSegún la Norma O ficial Mexicana (NOM-127- SSA1-1994), todos los mexicanos tenemos derecho al agua limpia, sin olor, color, ni sabor. Sin embargo, grandes ciudades, como el Distrito Federal (DF), así como aquellas que dependen de sistemas de almacenamiento de agua, como el Cutzamala, se enfrentan cada año a la misma historia: agua con materiales extraños que desemboca en millones de casas habitación.

La cloración es el sistema de purificación que más se utiliza para revertir la contaminación del agua. No obstante, este proceso “es perjudicial para la salud de las personas, aún cuando la cantidad de cloro que llega hasta el grifo de los hogares sea mínima”, explica Daniel Alatorre García, gerente de Ventas de NeoCorp Water.

Asimismo, existen áreas geográficas en donde el agua concentra grandes cantidades de minerales, tierra y lodo. En estos casos, la cloración no funciona. Una alternativa viable es la filtración con carbón activado antes de que el recurso llegue a cisternas o tinacos.

La filtración con carbón activado permite la eliminación del cloro y la materia orgánica causante del mal olor, color y sabor. También es capaz de remover pesticidas y herbicidas.

Se le llama carbón activado porque es un carbón que se produce artificialmente con materiales orgánicos —de origen vegetal o mineral—, que se somete a un proceso de pulverización y que adquiere una infinita cantidad de poros, cuya dimensión puede variar entre una millonésima y una diezmilésima de milímetro.

“Estas características, junto con la naturaleza química de los átomos de carbono que lo conforman, le dan al material la propiedad de atraer y atrapar las moléculas del fluido que lo rodean (con lo que se fijan a él las sustancias o partículas extrañas)”, comenta el directivo.

El carbón es depositado dentro de un portafiltro, que son tuberías o contenedores por donde pasará el agua, que pueden medir desde 10 pulgadas de alto por 2.5 de diámetro —recomendado para casas habitación—, hasta el tamaño necesario para una presa. Todo depende de lo sucia que esté el agua y del uso que se le vaya a dar, explica Daniel Alatorre.

Los portafiltros pueden ser fabricados en diferentes materiales como fibra de vidrio, acero inoxidable, PVC o cobre, siempre y cuando cuenten con un acabado sanitario y anticorrosivo.

“El agua pasa por el portafiltro que tiene el carbón activado. Cuando el agua sale de esa tubería o contenedor ya está filtrada. Los filtros se deben cambiar cada cierto periodo, pero eso dependerá de la mala calidad del agua de que se trate”, puntualiza Alatorre García.

EL CASO DE VALLE DE BRAVO

LagoEn junio de este año, la abundante presencia de alga cianofita, así como de hidrocarburos (sustancia causada por el uso de lanchas en mal estado) produjo un olor desagradable en la presa Valle de Bravo del Estado de México.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) tomó cartas en el asunto y puso en marcha un proceso de filtración con base en carbón activado.

La proliferación de algas en las aguas de la presa se debía principalmente a la presencia de materia orgánica, lo que también favorecía al cultivo de otros microorganismos, como bacterias, virus y parásitos.

FUNCIONAMIENTO

Se recurrió a la aplicación de carbón activado en un canal que conduce el agua de la presa Valle de Bravo a la Planta Potabilizadora Los Berros. Luego de la aplicación del carbón, el agua recorrió siete kilómetros hasta la planta mencionada en aproximadamente 20 minutos, tiempo durante el cual el carbón actuó. Una vez en la planta se aplicó sulfato de aluminio y cloro para matar bacterias y entrar al último paso de purificación. Los trabajos duraron poco más de dos meses.

Como puede observarse, “la filtración por carbón activado es sólo un paso más dentro del largo proceso de la purificación del agua”, explica Alatorre García. “Si sólo se manejan los filtros de carbón activado se pueden quitar sedimentos, pero no quitará minerales o sólidos disueltos como plomo. Se tiene que echar mano de otros procesos, como lecho profundo, que ayuda a quitar las sustancias visibles, y el suavizador de agua, que elimina minerales.”

Todas estas acciones unidas ayudan a la producción de agua potable, purificada y tratada. Dependiendo de la cantidad de filtros por los que el agua pase, será la calidad de líquido que se obtenga, asegura el directivo. Los filtros pueden costar desde 450 pesos, con cartuchos de recarga de 90 pesos —ideal para casa habitación—, hasta 200 mil pesos en el caso de los filtros industriales.

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Miriam Castro

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