Infraestructura, para abatir violencia.

por | Ene 1, 2013 | El Municipio Hoy, Enero 2013 | 0 Comentarios

Uriel ChávezApatzingán, Mich.- La edificación de infraestructura para el servicio de la comunidad, así como el compromiso de cumplir con el deber, constituyen una condición indispensable para acometer el fenómeno de la inseguridad y el crimen organizado, y también para sentar las bases que permitan crear una sociedad más sana, asegura Uriel Chávez Mendoza, presidente municipal de este ayuntamiento, uno de los que más han resentido la violencia en los últimos años.

Exactamente a un año de tomar posesión, fecha significativa en su carrera política y su vida privada, el alcalde está plenamente consciente de que gobierna un municipio, considerado por autoridades estatales y nacionales como foco rojo por la presencia y operación de bandas del crimen organizado. En este sentido, admite que el reto no es fácil de enfrentar.

Y no es para menos, si se toman en cuenta los constantes choques violentos que se presentan en la zona de Tierra Caliente —donde se ubica este municipio—, uno de los bastiones de la organización criminal Los Caballeros Templarios, enemigo declarado de las fuerzas de seguridad.

Como se recordará, uno de esos encuentros ocurrió en agosto del año pasado, cuando la Policía Federal persiguió a miembros de ese grupo delictivo en las comunidades de El Ceñidor, El Varal, San Antonio, El Alcalde y Holanda, precisamente del municipio de Apatzingán. En esa ocasión, el saldo fue de al menos cinco muertos y varios heridos.

ApatzinganEn octubre otro hecho llevó al municipio a la primera plana de los periódicos, con el aseguramiento de más de 1 millón de pesos (mdp), 312 mil 310 dólares americanos, varios kilos de drogas y un arsenal de armas, en el rancho Los Caballos, presuntamente propiedad de Enrique Plancarte Solís, conocido como Kike Plancarte.

Pero al cabo de 12 meses de esfuerzo y dedicación, Uriel Chávez —quien es militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI)— dice estar seguro de que su gobierno marcha por el camino correcto. “Apatzingán se afana en dejar de ser más conocido por el fenómeno de la inseguridad que por todos sus atributos históricos y de diversa índole. Estamos trabajando para volverlo un caso de éxito”, es decir, que el municipio se convierta en “una opción para las inversiones y el desarrollo”.

UN LUGAR HISTÓRICO.

Según el último censo, Apatzingán cuenta con poco más de 123 mil habitantes y ocupa una extensión territorial equivalente a 2.78 por ciento de la superficie del estado de Michoacán.

No obstante su reducido tamaño con relación a otros municipios del estado y del resto del país, Apatzingán es historia pura. Basta recordar que la primera Constitución de México, aún en la lucha por la Independencia, fue promulgada por el Congreso de Chilpancingo, asentado en este ayuntamiento, debido a la persecución de sus miembros por los ejércitos españoles. En octubre del año pasado se cumplieron 198 años y los actos conmemorativos fueron encabezados por Uriel Chávez y el gobernador Fausto Vallejo Figueroa.

Su ubicación en la región de la Tierra Caliente no es una berrera invencible para impulsar a Apatzingán como una de las ciudades más importantes del estado, ya que su cercanía con polos de desarrollo es determinante. Por ejemplo, el ayuntamiento se encuentra a 200 kilómetros de la capital del estado.

PRIORIDADES DEFINIDAS.

Al hacer un balance sobre su gobierno, Uriel Chávez refiere que su equipo se ha ocupado en tareas de desarrollo urbano.

“Desde mi oferta inicial en campaña ya estaban definidas nuestras estrategias y prioridades, para eso estamos trabajando, para cumplirlas. Por ejemplo, prometimos mejorar las vías de comunicación.

Tenemos una campaña permanente de pavimentación de calles y avenidas y le damos seguimiento a obras inconclusas, para que la sociedad reciba los beneficios y no tenga la sensación de que el dinero se malgasta.”

Características socialesSin embargo, trata de diferenciarse respecto de otros gobiernos locales, al asegurar que estas acciones no son producto del voluntarismo, sino que obedecen a una estrategia. “La ejecución del presupuesto y la construcción de obra pública no se hace de manera indiscriminada, ni tampoco sin consultar a los ciudadanos. Se trabaja muy de cerca con comités de vecinos para determinar la prioridad de las obras que deben construirse, de modo que se vayan concretando las que más urgencia y beneficio generan al mayor número de gente posible.”

La realización de obra pública requiere de financiamiento, un bien muy preciado hoy día entre las presidencias municipales del país, de lo cual Uriel Chávez está plenamente consciente.

“Debemos recordar que los recursos presupuestales siempre son escasos, pero existe una gran relación con el gobierno estatal y eso nos permite tener la certeza de que las participaciones estatales llegan en tiempo y forma. Puedo decir que es el caso de cualquier municipio del estado, independientemente de su color partidista.”

INVERSIÓN SOCIAL.

Además de la obra pública, la administración también ha emprendido acciones para desarrollar las actividades productivas. En este sentido, el ayuntamiento de Apatzingán firmó un convenio con el Instituto de Capacitación para el Trabajo en Michoacán (Icatmi), para instruir a los interesados en el procesamiento de fruta. Se trata de un plan piloto que aspira a fomentar el empleo por cuenta propia, mediante la fabricación de conservas y mermeladas.

Si bien queda camino por andar, la salud ha sido un frente en el que también se ha trabajado. Hace unos meses, la Secretaría de Salud de Michoacán, en coordinación con el programa IMSS Oportunidades, declaró como Comunidades Saludables a las localidades de Holanda, Cueramato, Cueramatillo, Los Laureles y El Mezquital, que en conjunto suman 696 habitantes. Su mérito fue haber reportado cero casos de fiebre por dengue e intoxicación por picadura de alacrán.

CONTRA EL DELITO.

Con que se cubrenEn su repaso del primer año, el edil priista considera que los resultados han sido positivos y señala que “con trabajo comunitario se abate significativamente el delito”.

Dice ser un presidente municipal preocupado por todos los problemas que aquejan a su comunidad y que está dedicado al 100 por ciento para atenderlos, pero deja muy claro que la mejor manera de atacar fenómenos como la inseguridad y el crimen organizado consiste en una administración eficiente, que haga las obras necesarias para que se recupere el tejido social. Ése dice que será su legado, aunque aún le quedan dos años de trabajo antes de entregar cuentas a sus gobernados.

Otra labor importante que se consigue con la construcción de obra es una especie de efecto multiplicador, así lo define el funcionario municipal: “Crear obra implica varias cosas”. Por un lado, la atención de las necesidades de la población; por otra parte, se generan fuentes de empleo que permiten alejar a los jóvenes de las tentaciones del crimen organizado. En tercer lugar, se trabaja en forma coordinada para abatir los índices de migración en el estado y el municipio, con el propósito de que el talento se quede en Apatzingán, donde se necesita, comenta Uriel Chávez.

“La inseguridad es un grave problema que muchos municipios mexicanos padecen, no solamente en Michoacán sino también en otras entidades. Los gobiernos estatales y el Federal trabajan coordinadamente, en la mayoría de los casos, para atender el problema. Los municipios también tenemos que combatirla, sin embargo es importante no olvidar que somos el inicio de una cadena y que tenemos que sentar las bases para una sociedad más sana”, concluye el alcalde.

Antonio Sandoval

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