La vida después del desastre henequenero

por | Jun 1, 2011 | El Municipio Hoy, Junio 2011 | 0 Comentarios

Mario SosaMotul, Yuc.- Este ayuntamiento fue conocido como el corazón de la zona henequenera. Hace 25 años sólo se veían sembradíos de dicha cactácea hasta donde se perdía la vista, pero en la actualidad no queda nada de eso.

Este es el recuerdo que tiene Mario Alberto Sosa y Lugo, presidente municipal de esa demarcación: “Cuando iba al campo con mi papá le preguntaba ¿por qué hay puras matas de espino? Había henequén por donde tú quisieras. Hoy da pena el abandono en el que están los campos, sólo existe el cascarón”.

La culpa del desastre henequenero se debe a la corrupción y al populismo ejercido durante las administraciones pasadas, dice el alcalde procedente del PAN. “Durante mucho tiempo usaban a los campesinos para los eventos partidistas y a mucha gente se le pagaba sin trabajar. Salían apoyos para los grupos henequeneros y les daban no sé cuánto para que trabajaran sus terrenos, pero no lo hacían y ese dinero acababa quién sabe dónde. En época de lluvia quemaban sus cosechas y cuando venían a revisar pues ya no había nada, todo estaba quemado.”

Actualmente, la producción henequenera está en pocas manos, muchas desfibradoras están abandonadas y los campesinos emigraron a Estados Unidos, a trabajar a Mérida, o a las fábricas de ropa. “Ya no hay ese incentivo de sembrar el henequén, se ha ido perdiendo”, lamenta Sosa y Lugo, en entrevista con Alcaldes de México.

En Motul nació el caudillo de la revolución y político socialista Felipe Carrillo Puerto, y en esta parte de México también nacieron los conocidos huevos motuleños. “Vinieron los chinos, enlataron cochinita pibil y se la llevaron a patentar; dicen que ya es de ellos. Los chiles, que por aquí hay muchos, no falta quien se los lleve a patentar y diga que ya son de ellos”, se queja el alcalde sobre la falta de iniciativa para proteger ese patrimonio cultural.

Motul es uno de los 106 municipios de Yucatán, cuenta con 40 mil habitantes y acaba de cumplir 139 años de fundación. La cabecera municipal, Motul de Felipe Carrillo Puerto, administra 60 comisarías.

OBRA PÚBLICA BÁSICA

Acciones por la comunidadMario Alberto Sosa y Lugo es presidente municipal desde el año pasado. Abandonó la profesión de dentista para convertirse en comerciante. Es un conocido empresario de la localidad y se describe como un hombre que prefiere un trato directo con la gente. “No soy nada arrogante. Para vender tengo que ser amigo de todos, tengo que apapachar a todos.”

El gobierno municipal, cuyo periodo concluye en 2012, ejerce un presupuesto anual de poco más de 63 millones de pesos (mpd), de los cuales 14 mdp son para infraestructura, como carreteras, calles y la modernización de la red de agua potable, que data de hace medio siglo y ya es obsoleta.

“Ando buscando que mis pesos me rindan, para hacer más con menos”, dice el alcalde. Hoy en día las prioridades de los motuleños son tres: agua potable, seguridad y pavimentación de calles, en ese orden. “No deja de ser una prioridad para mí el agua potable, hemos gastado más de 6 de los 14 mdp para infraestructura y todavía siento que me quedo corto”, reconoce Sosa y Lugo.

“Tenemos 98 pozos y estamos haciendo 38 más, porque ignoraba que un pozo también tiene su vida útil. Los pozos que se hicieron hace 18 ó 20 años ya son pozos artesanales. Hoy en día ya no se hacen así, son perforaciones de 10 y de 8 pulgadas, pero son pozos que requieren mucha limpieza y mucho cuidado.”

Asimismo, el alcalde explica que se trabaja en la construcción de una zona de captación, que se conectará a la tubería principal y que tendrá que incorporar el uso de presión automatizada para evitar una fractura en la tubería de fibra-cemento, la cual sería difícil reparar.

En el pasado, sólo la calle principal y la calle 26 de Motul tenían escarpas o banquetas y pavimento, pero las demás no. “Hoy tenemos más de cuatro kilómetros de escarpas en Motul y no le quiero seguir llamando una ciudad si tiene imagen de pueblo. Actualmente son calles con sus pasos peatonales, con accesos a minusválidos y estamos trabajando en las banquetas que mucha falta nos hace en Motul”, dice el acalde.

NO QUIEREN SER POLICÍAS

En medio de la llanuraSobre la propuesta del mando único policiaco que propone la Federación, el presidente motuleño considera que debe abordarse con detenimiento, porque “hay lugares donde no estamos siquiera preparados para tener policía”.

En este sentido, explica que en su municipio ha sido complicado conformar un cuerpo de seguridad pública. “Traté que la policía que yo contratara fuera local, mi sorpresa fue que a veces no quieren ser policías los de Motul, porque somos un pueblo pequeño, eso crea una situación complicada porque aunque tú la estés regando no te puedo decir nada, eres mi vecino. Nos hemos visto en la necesidad de contratar a gente de los alrededores. Fallé, pero en los hechos, no puede ser como uno lo piensa.”

CAMBIOS INELUDIBLES

MotulYucatán es uno de los estados de la república con más atraso y Motul no es la excepción. “Hace 25 años estábamos todavía en penumbras y sepa Dios qué va a venir en 20 años más. La tecnología ha estado dando pasos agigantados. Yo en lo personal, a mis 53 años, he visto un cambio enorme en ese sentido”, dice Sosa y Lugo.

“Yo todavía conocí a gente andando con delantal blanco, gente con cotín (una camisa tradicional de hombre) y huipil. Mi padre era comerciante, vendía un alimento de pollos y los sacos venían en una tela blanca que la gente usaba para hacerse sus calzoncillos. Era la moda, porque llegaban con dibujos de pollitos, mi papá vendía esos sacos a 20 ó 25 centavos y aparte vendía el alimento”, recuerda el munícipe.

Antes se compraba sin dinero en Motul y todavía hay lugares donde se usa el trueque o la confianza como moneda de intercambio. “En algunos lugares todavía era de alzar el teléfono, pedías y luego pagabas. Pero era algo mortal que tú le llegaras a deber a una persona. Esa dignidad y ese honor se han perdido. Hoy no, primero me pagas y luego te envío lo que me pidas, y eso quién sabe”, reconoce el presidente municipal.

Actualmente los motuleños tratan de cohabitar entre la tradición y la modernidad. Su vida se rige por usos y costumbres y no por las nuevas maneras que vienen del mundo moderno. “Podemos presumir, dentro de nuestra ignorancia, que todavía se vive bien en Yucatán y mucho más en Motul, porque todos nos conocemos, todos nos hablamos. Si hay los enemigos, habrá muy pocos”, dice.

A pesar de la reticencia cultural de los motuleños, el idioma maya se ha perdido en gran medida. “En muy pocas escuelas se enseña el dialecto, un poco en Chacabal, que es una de mis comisarías más atrasadas.” Entonces, el alcalde se detiene para hacer un esbozo sobre el contexto de esa comunidad: “Todavía existe el patriarcado, tienen dos o tres mujeres, todos son de apellido Mac —pero no de las computadoras—. Llegas y la gente sale a los balcones y te está viendo”, refi ere el edil al hablar sobre los problemas de rezago social que enfrentan esa y otras localidades rurales del municipio.

UN ALCALDE NO ES “TARZÁN”

No obstante, Mario Alberto Sosa y Lugo admite que no puede detener la modernidad en Motul: “Es más, bienvenida sea, tenemos que vivir con la modernidad”.

El mensaje final del presidente motuleño es de reflexión: “Yo invito a todos los alcaldes de todo México a que se deban a su pueblo, que le den lo que el pueblo les confirió, que sean hombres tan sensibles y sencillos como lo fueron en su campaña, porque el puesto de alcalde no es eterno”.

Hace ver que la humildad es una de las características del servidor público. “La gente percibe que, mientras más sencillo seas, vas a ser mejor aunque no puedas cumplir con todo. Pero si les dices hoy no puedo, porque no se puede, lo van a entender. Porque se da el caso de alcaldes que pierden piso, que se sienten Tarzán. Yo exhorto a que no se sientan así y que no se vean así.”

Juan Manuel Badillo

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