De municipios quebrados a municipios fuertes.

por | Jun 1, 2013 | Expediente Abierto, Junio 2013 | 0 Comentarios

Alta dependenciaGozar de arcas equilibradas es una de las batallas más difíciles de conquistar para cualquier gobierno municipal. Pero si bien es una labor complicada, no es imposible de lograr.

En opinión de Carlos González, socio de Finanzas Públicas Locales del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), cerca de 70 por ciento de los resultados depende de las medidas adoptadas por las administraciones locales y de su correcta aplicación.

Las acciones que toda alcaldía debe poner sobre la mesa para sanear sus finanzas son: mejorar las técnicas de recaudación, ajustar el gasto corriente, contratar deuda únicamente para fines productivos, reestructurar pasivos para mejorar las condiciones de pago y evaluar los programas sociales que se aplican en la región.

A decir del director Adjunto del Instituto para el Desarrollo Técnico de las Haciendas Públicas (Indetec), Luis García Sotelo, toda administración municipal que desee equilibrar sus arcas debe mejorar su calidad de gastos. Un criterio básico consiste en redistribuir el presupuesto de tal manera que los egresos corrientes —aquellos destinados a la burocracia y los servicios personales— no concentren la mayor parte de los recursos disponibles.

Según el Indetec, 57 por ciento de las erogaciones netas de los ayuntamientos se destina actualmente a gasto corriente, la mayor parte —37.7 por ciento— se canaliza a servicios personales. En cambio, sólo 20 por ciento en promedio se dirige a proyectos de infraestructura.

REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA

De acuerdo con el funcionario, existen otras medidas que se pueden poner en práctica, como no recurrir a fuentes extraordinarias de capital para resolver asuntos ordinarios, o bien recuperar la cartera vencida de la gama de impuestos que cobra el municipio.

También se pueden reestructurar pasivos para mejorar el perfil de deuda con plazos más largos y mejores tasas de interés, además de revisar la funcionalidad de los programas públicos, con el propósito de eliminar los que tengan resultados mediocres, y en su lugar impulsar aquellos que arrojen un costo-beneficio positivo.

“Todas estas medidas están en sus manos. Es cuestión de que se decidan a ponerlas en marcha para obtener buenos resultados”, dice García Sotelo. Sin embargo, el experto admite que existe una situación que escapa de las manos de los alcaldes, que son los cambios en las potestades tributarias.

URGE REVISAR LA DISTRIBUCIÓN

Mario DelgadoEn este sentido, opina que se requieren modificaciones en el sistema de coordinación fiscal, lo cual debería incluirse en la reforma hacendaria que el Gobierno Federal cocina para los próximos meses.

“A lo mejor estamos ante la necesidad de promover un fortalecimiento del federalismo fiscal, al ampliar la capacidad de buscar fuentes alternativas de financiamiento para los municipios”, externa García Sotelo.

El senador Mario Delgado, quien es uno de los promotores de la reforma constitucional a la deuda de los gobiernos subnacionales, asegura que es necesario revisar la fórmula de distribución de las participaciones y las aportaciones federales que, según el Indetec, representan poco más de 57 por ciento de los recursos netos que perciben las alcaldías, ya que existe una desigualdad que impacta en la capacidad financiera de toda administración.

Actualmente, la canalización del presupuesto participable considera el crecimiento del producto interno bruto (PIB), así como el nivel y la expansión de la recaudación en los gobiernos locales, de modo que las regiones más desarrolladas perciben más presupuesto.

PREDIAL, HERRAMIENTA BÁSICA

Una de las estrategias para mejorar la recaudación es el cobro del impuesto predial, el cual tiene un potencial importante, como refiere el estudio: ¿Por qué los avances en la modernización catastral no se han traducido en una exitosa retención del predial?, elaborado por el Indetec.

El cobro de dicho gravamen en el país apenas representa 0.2 por ciento del PIB, mientras que en países como España, Brasil y Chile alcanza niveles de hasta 1 por ciento. México queda más abajo cuando se ven naciones como el Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, cuya captación ronda entre 4 y 5 por ciento.

El avance nulo en la materia obedece a los rezagos en el catastro, el cual se emplea para el cobro del impuesto, y a las deficiencias en los programas aplicados.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la actualización de los registros de tierra y propiedad reforzarían la recaudación de manera importante, ya que elevaría los ingresos propios de los gobiernos locales en 0.4 puntos porcentuales del PIB.

OBLIGADO REDUCIR LA NÓMINA

Frascos con monedas

Pero las opciones no se acaban ahí. Carlos González refiere que, si bien se puede echar mano de muchas alternativas, se debe tener en cuenta que los ayuntamientos no son iguales, ya que carecen de la misma capacidad financiera. En su opinión, deben separarse los municipios pequeños —aquellos con menos de 100 mil habitantes— de las demarcaciones grandes.

En el caso de las metrópolis más pobladas, no sólo se deben aplicar todas las medidas arriba mencionadas, sino también establecer una estrategia integral de optimización de nómina. Esto implica evaluar las funciones de los empleados de gobierno y reducir la plantilla al número de personas que realmente se requieren, de ser posible con salarios que compensen sus funciones, además de impulsar la capacitación continua de los trabajadores.

González agrega que también se debe actualizar el padrón de contribuyentes y, de ser posible, modificar las tasas impositivas que se cobran. Sin embargo, matiza: “Esta última medida no siempre es la mejor, no sólo por el costo político que implica, sino porque no arroja buenos resultados si antes no se ataca la ineficiencia y la base sobre la cual se cobran los gravámenes”.

FIN A LAS OBRAS POR CAPRICHO

Poco gasto en inversión

Una estrategia adicional al alcance de los gobiernos locales es el concepto del presupuesto participativo. Se trata de un esquema que empezó en Brasil y que ayuntamientos como San Pedro Garza García, Nuevo León, han introducido.

¿En qué consiste? Una parte de los egresos netos, que generalmente ronda 10 por ciento, se dirige a proyectos de infraestructura seleccionados por la población. Se presenta una terna y los habitantes deciden cuál se desarrolla. No sólo se involucra a la sociedad en la toma de decisiones, sino que se incrementa la participación de las erogaciones de capital en el gasto neto y evita que se pongan en marcha obras “por capricho”.

Los gobiernos municipales pequeños deben enfocar su mayor esfuerzo en optimizar sus programas sociales, con lo cual evitarán una fuga importante de recursos en esquemas que benefician de manera marginal a la población, refiere Carlos González.

“En México existen 2,445 municipios, todos en diferentes condiciones y con capacidades desiguales. Debido a la crisis de 2009, los ayuntamientos atraviesan por una situación complicada que deben resolver de manera conjunta con el Gobierno Federal. Algunas medidas están en manos de las administraciones locales, pero una parte importante en la Federación. Ambos tienen que hacer su tarea y entre másrápido, mejor”, refiere Mario Delgado.

CANCÚN: “DE VOCHO A FERRARI”

Desde que Julián Ricalde Magaña asumió la presidencia municipal de Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo, siempre tuvo un objetivo muy claro: sanear las finanzas públicas y enfrentar la deuda que le dejó la administración de Gregorio Sánchez Martínez.

Julián RicaldeReconoce que el reto era grande, sin embargo afirma que, a dos años de iniciada su gestión, el avance es firme y con números cada vez más sanos. El 11 de abril de 2011, cuando tomó las riendas del ejecutivo local, dice metafóricamente que recibió “un vocho”. Pero a unos meses de concluir su periodo, asegura que entregará “un Ferrari”.

Una de las prioridades del edil fue no endeudar más de lo necesario a la alcaldía. ¿Por qué? Explica que heredó obligaciones por más de 1,300 millones de pesos (mdp).

El crédito por 75 mdp que adquirió su administración en noviembre del año pasado prácticamente está liquidado. En diciembre se amortizaron 33 mdp, luego se desembolsaron 10 mdp y finalmente 32 mdp en marzo de este año.

También se liquidó el adeudo que se tenía con el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), que data del gobierno de Mario Villanueva, el cual ascendía a 112 mdp.

“Mejoramos la recaudación con una ampliación de la base de contribuyentes y actualización del catastro. Ajustamos el gasto corriente, principalmente en lo que se refiere a la nómina, recortamos erogaciones innecesarias y aplicamos la austeridad lo más que se pudo, sin afectar el presupuesto social y productivo”, asegura.

El equilibrio se puede lograr, pero se requieren esfuerzos, dice el edil. “En nuestro caso, los resultados ya se reflejan, con un voto de confianza de la calificadora Fitch.”

A principios de este año, la agencia retiró la observación negativa a la capacidad crediticia del ayuntamiento y la modificó a estable. También quitó la observación negativa al financiamiento de 1,172 mdp contratado con Banobras en 2010.

En un comunicado, la calificadora destacó un nivel de cobranza sobresaliente, las condiciones positivas de la deuda y la fortaleza económica, al ser el destino de playa más importante de México.

Sin embargo, también evidenció algunos puntos débiles, entre ellos, un gasto operacional con tendencia creciente y los elevados requerimientos de infraestructura, los cuales ya se atienden, de acuerdo con la administración local.

Fernando Franco

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