Faltan 110 mil mdp para obra hidráulica

por | Jul 1, 2013 | Expediente Abierto, Julio 2013 | 0 Comentarios

Obra, Hidráulica, MillonesEl país enfrenta una creciente escasez y contaminación del agua, pues cada año disminuye la disponibilidad natural del recurso. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hoy tenemos niveles per cápita equivalentes a los de países semidesérticos como Israel.

En buena medida, esto es consecuencia de la debilidad institucional y la mala gestión en todos los niveles y áreas de gobierno involucradas. En esta ocasión, me enfocaré en los retos de las ciudades. No obstante que las zonas metropolitanas consumen sólo 16 por ciento del volumen total de agua del país, los municipios proveen a casi 80 por ciento de la población, salvo casos excepcionales como Querétaro, Tabasco, Oaxaca y el Distrito Federal (DF), cuyos gobiernos han asumido esta responsabilidad a nivel estatal.

Sin embargo, las instituciones locales que ofrecen el servicio enfrentan rezagos para hacerlo con calidad y cobertura suficientes. Por ejemplo, sólo 96 por ciento de los habitantes urbanos mexicanos satisface sus necesidades de la red de agua potable, equiparable a los países latinoamericanos más pobres como Bolivia. En cambio, en Colombia el índice es de 99 por ciento.

Respecto al tratamiento de las aguas residuales, nuestras metrópolis también tienen un rezago. En 2011 únicamente era saneado 46 por ciento del total recolectado en los sistemas formales de alcantarillado municipal. Además, existe una gran variación de dicho porcentaje incluso en las grandes ciudades. Mientras que en León, Guanajuato, y Monterrey, Nuevo León, se limpia 100 por ciento del volumen, en la zona metropolitana de Guadalajara solamente 1 por ciento.

SEQUÍA FINANCIERA

Las deficiencias en cobertura y otros problemas en el servicio se deben en buena medida a la falta de capacidades técnicas y económicas de la mayor parte de los organismos operadores de agua de los ayuntamientos (OO).

En particular, su falta de solvencia financiera se debe a que carecen de las atribuciones suficientes para aplicar una estrategia de autosuficiencia económica, como determinar las tarifas, pues esa decisión está en manos de los congresos locales.

Como resultado, más de la mitad de los OO no recuperan sus costos operativos a través del cobro a los usuarios, de ahí que son incapaces de ampliar por sí mismos la infraestructura de distribución ni tampoco de invertir en el saneamiento.

Por tanto, los OO dependen de los recursos de la Federación y de los gobiernos estatales para construir y ampliar las redes de distribución y alcantarillado, así como para instalar plantas de tratamiento y atender los rezagos en cobertura y purificación que existen en el país.

CAPITALES MILLONARIOS

Sin embargo, las inversiones que se requieren son cuantiosas. Consideremos el periodo 2005-2011, en el cual el gasto federal (vía la Conagua, Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos y la Secretaría de Desarrollo Social) en los sistemas de agua potable y alcantarillado fue de 61 mil 844 y 68 mil 21 millones de pesos (mdp), respectivamente.

En ese periodo, el número de personas con acceso a agua potable aumentó a 14.1 millones y el de personas con servicio de alcantarillado a 16.1. Esto implica que el costo marginal de satisfacer las necesidades de una persona adicional fue de 4,386 pesos para el primer caso, y de 4,225 para el segundo. No obstante estos avances, en 2011 había 9.5 y 11.1 millones de personas sin las conexiones respectivas para cada servicio. Por consecuencia, se requerirían fondos por 41 mil 667 mdp y 46 mil 898 mdp para elevar la cobertura en cada caso al total de los habitantes existentes en la actualidad.

En cuanto al saneamiento (que incluye la ampliación y creación de plantas de tratamiento) se invirtieron, de 2005 a 2011, un total de 19 mil 570 mdp. En dicho periodo, la capacidad de tratamiento pasó de 71.8 a 97.6 metros cúbicos por segundo. Esto quiere decir que se necesitaron 758.5 mdp para elevar la capacidad en un metro cúbico.

CONAGUA, REBASADA

En relación al total de aguas residuales generadas, la proporción pasó de 35 a 46.5 por ciento en ese lapso. De modo que para cumplir con la meta de la Conagua en el sexenio pasado, en el sentido de alcanzar una capacidad de tratamiento de 60 por ciento de esos inventarios, implicaría un incremento en el volumen de saneamiento de 28.5 metros cúbicos por segundo, con lo cual se requeriría una inversión de 21 mil 618 mdp.

La suma de dichos montos equivale a casi tres veces el presupuesto total de la Conagua, que en 2013 es de 39 mil mdp. Por tanto, es indispensable que los municipios piensen cómo pueden elevar sus ingresos y generar eficiencias al interior de los OO, de tal forma que tengan un poco más de margen para abatir el rezago que tienen en la materia.

3 MEDIDAS INDISPENSABLES

Hemos propuesto dos grandes estrategias dirigidas principalmente a los gobiernos municipales. Por un lado, es indispensable atender la oferta del servicio, ya que el reto consiste en transformar a las instituciones para que elaboren políticas que resulten en una gestión más eficaz, eficiente y sustentable.

Por otro lado, también debe atenderse la demanda, cuyo reto está en lograr que los usuarios utilicen el recurso de manera racional y así reducir el desperdicio y los costos asociados.

Para transformar a las instituciones encargadas se requiere:

1) Profesionalizar la gestión de los OO, al darles más autonomía operativa y exigirles una verdadera rendición de cuentas sobre la calidad del servicio que prestan.

2) Consolidar la planeación y operación a escala metropolitana. A pesar de que no todas las ciudades atendidas por un único OO gozan de un trato óptimo, las que cuentan con un sistema de buena calidad son precisamente las que sólo tienen un ente de este tipo.

3) Incorporar criterios de sustentabilidad en la operación, al minimizar fugas y aumentar la capacidad de purificación de aguas residuales.

Para reducir el desperdicio se requiere enviar señales de precios adecuadas. La manera más efectiva consiste en cobrar a los usuarios todo el proceso, tanto para llevar el recurso hasta ellos, como para regresarlo al entorno natural con la misma calidad o mejor que como la recibió.

Solamente con instituciones eficientes a nivel metropolitano será posible que nuestras áreas urbanas cuenten con servicios de clase mundial. Éste es quizá el mayor reto que hoy enfrentamos para elevar nuestra calidad de vida.

Gabriela Alarcón Esteva

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