La deuda sub-nacional y otros riesgos

por | Sep 1, 2011 | Expediente Abierto, Septiembre 2011 | 0 Comentarios

CuentasEl desequilibrio financiero ha resultado en un crecimiento importante de la deuda, y aunque los niveles actuales se mantienen moderados y no representan una presión generalizada en el sector, existen otros factores de riesgo.

La falta de medidas para incrementar los ingresos y ajustar el gasto ha ocasionado que los estados y municipios enfrenten déficits financieros recurrentes en los últimos años. A pesar de la recuperación económica de 2010, que ayudó a incrementar los ingresos propios y las transferencias federales de la mayoría de los estados y municipios, éstos continuaron registrando déficits similares a los de 2009, año en que las finanzas públicas se vieron muy presionadas por la desaceleración económica.

Moody’s prevé que aunque los ingresos de las entidades tendrán un crecimiento moderado, se continuarán registrando déficits limitados, debido a las dificultades para ajustar el gasto y a motivaciones de orden político para incrementarlo, bajo el contexto de las elecciones federales de 2012.

Los estados y municipios han financiado sus déficits de los últimos años principalmente con deuda. Durante el periodo 2006-2010, la deuda con respecto a los ingresos totales de los estados y municipios calificados por Moody’s creció rápidamente, a una tasa promedio anual de 20 y 17 por ciento, respectivamente.

La mediana de la deuda ascendió a 15 por ciento de los ingresos totales en los estados y 27 por ciento de los municipios, niveles que en opinión de Moody’s continúan moderados.

Los niveles actuales de endeudamiento por sí mismos no representan un riesgo generalizado en el sector y en los próximos años esperamos que su crecimiento sea a un ritmo menor. Sin embargo, sí vemos un deterioro en la calidad crediticia en algunos estados y municipios, donde el crecimiento del gasto ha sido mucho mayor al del ingreso, lo que ha resultado en niveles de endeudamiento altos: por encima de 30 por ciento, en el caso de los estados, y superior a 50 por ciento en los municipios.

RIESGOS EN EL HORIZONTE

Para evaluar la calidad crediticia de las entidades sub-nacionales, Moody’s considera otros factores presentes en el sector adicionales a los niveles de endeudamiento, algunos de los cuales han cobrado mayor importancia en años recientes. Mientras ciertos de estos riesgos son comunes a los estados y municipios, otros son específicos o se acentúan más en uno u otro nivel de gobierno.

Dos de los factores de riesgo comunes a estados y municipios son los que se desprenden del creciente uso de deuda de corto plazo. Primero, el uso de deuda de corto plazo los expone a un mayor riesgo de refinanciamiento, es decir, que al llegar el vencimiento de un crédito de corto plazo no cuenten con recursos en efectivo para cubrirlo y no puedan refinanciarlo con otro crédito. Este riesgo puede exacerbarse si los bancos empiezan a percibir mayor riesgo en el sector, deciden reducir su exposición y limitar la oferta de financiamiento para estados y municipios.

Otro de los riesgos que surge de los créditos de corto plazo es que éstos están normalmente expuestos a la voluntad de pago del acreditado. Por ejemplo, los dos incumplimientos selectivos de 2010 fueron provocados por este riesgo durante los cambios de administración. Es importante señalar que estos riesgos están mitigados en la deuda de largo plazo, primero porque el pago del servicio de la deuda –intereses y principal– está programado en un periodo muy largo de tiempo, y segundo, porque muchos de los créditos de largo plazo cuentan con una estructura (un fideicomiso)que respalda el pago del servicio de la deuda con transferencias federales futuras y que evita el riesgo de intervención del estado o municipio sobre estos ingresos.

Un nuevo riesgo que hemos señalado, que afecta específicamente a los estados, es el impacto en el ingreso que pueda tener la eliminación del impuesto de la tenencia y uso de vehículos. Éste tiene un efecto de corto plazo y podría incrementar los riesgos crediticios en aquellos estados que decidan no tomar alguna medida que compense la caída en el ingreso. Aunque el ingreso por tenencia no supera el 5 por ciento de los ingresos totales en ninguno de los estados, su pérdida agravaría aún más los resultados deficitarios. Moody’s ha decidido monitorear muy de cerca la decisión de cada estado y evaluará si ésta podría resultar en presión a la baja en su calificación.

Por otro lado, en el mediano y largo plazo, los estados mexicanos enfrentarán el pago de sus pasivos por pensiones no fondeados. En 2009 esta contingencia alcanzaba una mediana de 93 por ciento de los ingresos totales estatales, equivalente a seis veces la mediana de la deuda del sector. Su magnitud varía de forma importante, oscilando entre 10 y 266 por ciento de sus ingresos totales, por lo que las pensiones pueden representar uno de los mayores retos que enfrentarán las entidades federativas en el mediano plazo.

Entre los riesgos que afectan particularmente la calidad crediticia de los municipios están el débil desempeño financiero de sus organismos de agua y las presiones en el gasto operativo que surgen por los problemas de seguridad pública.

A pesar de los riesgos antes mencionados, en Moody’s no prevemos cambios generalizados en las calificaciones de los estados y municipios mexicanos. No obstante, en algunos casos específicos esperamos que estos riesgos sí resulten en un deterioro de su perfil crediticio y por lo tanto puedan traducirse en modificaciones a la baja en sus calificaciones.

Para mejorar su calidad crediticia, esperaríamos que los estados y municipios enfoquen sus esfuerzos en realinear el crecimiento del gasto con el del ingreso para disminuir el déficit financiero, reducir el uso de deuda de corto plazo y mantener su deuda total en niveles moderados.

Ximena Rubio Adrian Garza

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