Las elecciones federales y locales de 2012 anticipan un escenario complicado, en el que se pondrán a prueba las instituciones del país debido a una nueva Ley Electoral que no ha dejado contentos a los actores políticos, una contienda presidencial que se prevé cerrada —como ocurrió en Michoacán—, pero además con riesgos de que el crimen organizado ensombrezca los comicios en algunas zonas del país.
Éste es el cuadro que presenta Carlos Elizondo Mayer-Serra, profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), quien acepta que no obstante las encuestas y los estudios de opinión es imposible hacer predicciones fieles, sobre todo para las elecciones presidenciales. Así como en 2006 se anticipaba el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, después de los sufragios se observó que “todo puede cambiar”.
“Mucho dependerá de los resultados. Una elección cerrada es mucho más difícil de administrar que una elección abierta. Actualmente hay una enorme ventaja para el PRI y sus aliados pequeños, pero esto puede cambiar”, ya sea por algún evento político, un mejor spot o un escándalo, comenta el analista sobre la ventaja que tiene en las encuestas el abanderado tricolor Enrique Peña Nieto.
En la faena electoral de 2012 se elegirán, en el ámbito federal, presidente de la república, 128 senadores —64 de mayoría relativa, 32 de primera minoría y 32 de representación proporcional—, también 300 diputados de mayoría relativa y 200 plurinominales.
A la contienda se suman seis gubernaturas: Yucatán, Jalisco, Tabasco, Guanajuato, Morelos, Chiapas y el gobierno del Distrito Federal. También se suman 871 presidentes municipales en 14 estados, 16 delegados políticos en el Distrito Federal, 66 diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, así como 513 diputados locales en 15 estados y 6,996 regidores.
Lo anterior significa que en algunas entidades, los electores depositarán sus sufragios en seis o siete urnas, pues tres corresponderán a la elección federal y otras tres o cuatro, según sea el caso, a la elección local, lo que significa que habrá alrededor de 26 mil 154 candidatos en contienda por 2,102 cargos de elección popular, que sumados a las regidurías arrojan una cifra global de 9,098 cargos.
Para la Presidencia de la República se perfila, por la Coalición Compromiso por México —PRI, Verde Ecologista y Nueva Alianza—, el mexiquense Enrique Peña Nieto; por el Movimiento Progresista —PRD, PT y Movimiento Ciudadano—, Andrés Manuel López Obrador; mientras que el PAN, hasta el cierre de esta edición, no había definido un candidato, aunque seguían en la pelea por la nominación Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero Arroyo y Santiago Creel Miranda.
CANDIDATOS EN RIESGO
La jornada electoral federal y local se realizará el próximo domingo 1° de julio, con excepción del estado de Chiapas, que tiene previsto desarrollar su contienda el 19 de agosto. A lo largo de las campañas electorales, los mexicanos verán en promedio 43 millones 610 mil 632 anuncios de radio y televisión.
De esta manera se dibuja un escenario de alianzas entre partidos, con una clase política desprestigiada y una población desencantada de la política; sin embargo, las elecciones del pasado 13 de noviembre en Michoacán —donde el ganador fue el PRI con el candidato Fausto Vallejo Figueroa— demostraron que aun bajo estas condiciones puede haber sorpresas.
“La elección en ese estado transcurrió con niveles de participación altos, correctos, buenos, mejores que en el pasado. También vimos una autoridad electoral que cumplió con todos los requisitos del proceso. Creo que eso mismo va a pasar a nivel federal”, considera Carlos Elizondo.
Sobre la nueva Ley Electoral, el experto comenta que el escenario es incierto porque “no sabemos muy bien cómo va a funcionar”; sin embargo, hace votos para que —como en Michoacán— los funcionarios de casilla hagan su trabajo.
Mientras tanto, se afianzan más aspirantes a los cargos de elección popular, como en el caso de Guanajuato, donde José Ángel Córdova, ex secretario de Salud, y el senador Ricardo Torres Origel aceptaron que el 5 de febrero sea la fecha para la elección del candidato del PAN al gobierno de esa entidad.
Asimismo, en Morelos han comenzado a perfilarse posiciones, como la renuncia de Manuel Martínez a la presidencia municipal de Cuernavaca, para conseguir la nominación del PRI a la gubernatura del estado.
No obstante, se perciben visos de división en los partidos. El caso más conocido es el del PRI, en el que, debido a las alianzas políticas, se han desatado inconformidades al haberse ofrecido a Jorge Emilio González y a Mónica Arreola —hija de Elba Esther Gordillo— las candidaturas al Senado por los estados de Quintana Roo y Chiapas.
El Instituto Federal Electoral (IFE) reconoce que el clima de inseguridad es un obstáculo a vencer para garantizar el éxito del proceso electoral de 2012; sin embargo, la integridad de los candidatos no está garantizada.
“Vamos a tener muchísimos candidatos al mismo tiempo”, refiere Carlos Elizondo. De modo que el riesgo de actos violentos e intimidantes está latente, y recuerda los casos del alcalde de la Piedad Michoacán, Ricardo Guzmán, y de Rodolfo Torre, candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, quienes fallecieron cuando se desarrollaban las campañas.
De esta manera afirma que ningún candidato tiene garantizada su seguridad, pero matiza: “Los candidatos se están cuidando, tienen los recursos, la protección y el apoyo de las autoridades para que así sea”.
En cuanto al papel que podrían tener las redes sociales en la contienda electoral, Carlos Elizondo se limita a comentar que “pueden difundir información positiva al electorado, para que tome una decisión más informada. También está el riesgo de que se fi ltre información antes de tiempo, pero mientras no se valide por el órgano correspondiente —el IFE— sería sólo un rumor. Lo tuvimos hace seis años y nohabía redes sociales, había teléfonos”, concluye el especialista.
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