No sólo producir por producir.

por | Jul 1, 2012 | Expediente Abierto, Julio 2012 | 0 Comentarios

Bruno FerrariLa naciente industria aeroespacial mexicana, el relativamente reciente sector de las energías renovables y los ramos automotriz, así como el eléctrico- electrónico tienen algo en común: son casos de éxito en municipios de diversas entidades del país; no surgieron de la noche a la mañana, se fueron consolidando paulatinamente y hoy han propiciado el desarrollo económico de las localidades donde se asientan.

Esos sectores, además representan la vocación productiva de muchas localidades mexicanas y dan empleo a la mayor parte de la población de las mismas. La especialización económica municipal representa la posibilidad de transformarse, de generar riqueza y de abatir la desocupación, explica Bruno Ferrari, secretario de Economía.

Una ventaja adicional es que las empresas que forman parte de un cluster casi siempre se vuelven exportadoras. La importancia de esto es que quienes venden al extranjero “generan uno de cada cinco empleos en el país. Y éstos además son mejor remunerados, pues quienes los tienen ganan un salario entre 35 y 37 por ciento mayor”, afirma el funcionario en entrevista con Alcaldes de México.

ESQUEMA PERVERSO

¿Por qué es importante desarrollar una vocación económica y cómo detona esto el desarrollo económico local?

Por años, el esquema que se usó era muy perverso, pues se trataba de que la gente produjera lo que sabía hacer, aunque luego no hubiera mercado para esas mercancías y se generara más pobreza. Más bien, hay que ir al revés: primero, analizar si habrá mercado y luego elaborar el producto.

Por ello, es muy importante determinar la vocación productiva y conocer las necesidades del mercado. Si se ponen ambas cosas en una balanza, sabremos qué es lo que se está comprando afuera y lo ue se tiene capacidad de producir. Y eso bliga a redefinir la especialización de un municipio.

Es decir, aunque en una localidad todos sepamos hacer lo mismo, ello no quiere decir que es lo que vamos a producir, porque a lo mejor ya no se está vendiendo.

Hay que determinar muy bien las áreas de oportunidad donde tendremos mayor número de gente trabajando, que esté preparada para ello y que además pueda vender el producto en el extranjero o en el mismo municipio.

¿Podría mencionar algún ejemplo?

México es un enorme ejemplo. El año pasado creció 17 por ciento en exportaciones gracias a su fuerza transformadora. De los 700 mil millones de dólares (mdd) que alcanzó la balanza comercial en 2011, aproximadamente la mitad se compone de importaciones y la otra mitad de exportaciones; esto debido a que el país se hace cada vez más competitivo porque aquí se encuentra el mejor producto y al mejor precio. Tener una vocación específica es la palanca para lograr más y mejores empleos.”

¿Cómo pueden los municipios detectar su vocación económica?

Tampoco hay que producir algo sólo porque sabemos que se vende. Primero hay que considerar los insumos requeridos y cómo las localidades los pueden obtener. Se debe replicar lo que cada vez estamos haciendo más en diferentes ayuntamientos: integrar, por un lado, a las universidades, los centros de educación técnica y otras instituciones de enseñanza; por otra parte, a las autoridades locales o estatales; y además a las secretarías de Economía y de Educación Pública, para preparar, mediante los programas de estudio, los cuadros que requieren las inversiones que se están haciendo en esas regiones, con el objetivo también de que los egresados tengan un trabajo bien remunerado. No queremos taxistas que sean ingenieros. Queremos que los ingenieros estén trabajando en el diseño de estos sectores económicos.

¿Cómo estimula la Secretaría de Economía esta vocación?

Hemos efectuado estudios muy serios al respecto. Empezamos con la Universidad de Harvard, Estados Unidos; seguimos con el Boston Consulting Group, una firma fundada en la ciudad del mismo nombre; y después empezamos con el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), así como con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), para definir las vocaciones regionales.

Estos estudios están a la disposición de los municipios y también de los estados. El problema es que cuando los presentamos a las entidades, muchas veces sus autoridades quieren tener más actividades económicas, porque incluso compiten, pues nos dicen: ‘Yo puedo tener un cluster de esto y esto’.

Y no se trata de tener muchas actividades, sino de que éstas estén muy consolidadas. Podría mencionar grandes ejemplos: la industria aeroespacial, en municipios de Querétaro, San Luis Potosí, Coahuila, Sonora, Sinaloa y Baja California, sitios en los que se elaboran diferentes componentes de los aviones, como fuselajes, turbinas, trenes de aterrizaje, así como partes para el motor.

¿Qué acciones llevó a cabo la dependencia que encabeza para estimular esa industria?

Primero, ubicar los lugares a los que estaban llegando las empresas y proporcionarles incentivos adicionales a los que otorgaban las entidades; luego, detectar lo que se necesitaba. Por ejemplo en Querétaro Chihuahua apoyamos a las instituciones académicas para que diseñaran un programa de estudios específico para la industria aeroespacial, y canalizamos recursos económicos a ello.

Una vez que llegaron los capitales hemos ido acompañándolos para que se aceleraran los trámites de instalación y fueran lo menos engorrosos posible. Otros ejemplos exitosos son las industrias de energía limpia y la automotriz.

¿Por parte de los ayuntamientos existe vinculación con la Secretaría o cómo pueden detonar su actividad económica?

Generalmente lo hacen a través de los estados, aunque también se pueden acercar directamente. Hay autoridades municipales que así lo han hecho. Estamos haciendo estudios con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el fin de determinar qué municipios ofrecen más facilidades a la inversión y cuáles son los que tienen prácticas monopólicas.

Nosotros no podemos estar encima de los municipios, pues ellos tienen su autoridad; sin embargo, sí podemos ayudarlos a evitar prácticas monopólicas y a que sean más transparentes, pues entre más lo son, se vuelven más competitivos.

¿Qué haría falta para impulsar más la vocación económica de los municipios?

Es muy importante definir mucho más una política industrial, también por parte de la entidad, como está ocurriendo con la Federación. También, hay reformas pendientes que es necesario aprobar, con el objetivo de que haya una continuidad más grande en los municipios, para muchas cosas que están haciendo.

Nora Sandoval

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