Opciones de financiamiento para gobiernos locales

por | May 1, 2016 | Expediente Abierto, Mayo 2016 | 0 Comentarios

El fideicomiso es una herramienta útil que permite al sector público obtener el financiamiento para obras de infraestructura y pago de proveedores sin aumentar la presión fiscal. Adicionalmente, la seguridad jurídica y la normatividad de los agentes que intervienen puede resultar un incentivo a la suscripción por parte de ahorradores individuales e institucionales dispuestos a invertir en proyectos de alto impacto social.

Este instrumento, que se constituiría como fideicomiso público, posibilita el acceso al mercado de capitales, otorga transparencia a la administración de recursos y a la gestión de las obras públicas; asimismo permite complementar los proyectos del sector público con la participación privada.

El objeto de un fideicomiso financiero que pudiera constituirse por los municipios es el resultado de la aplicación de lo producido por la colocación de los valores representativos de deuda en financiamiento de las obras públicas viales, de saneamiento, hidráulicas, de vivienda y de infraestructura social, lo que también puede ampliarse a otras funciones propias de los ayuntamientos.

A fin de dar claridad a los diversos conceptos, se explican a continuación las partes que intervienen en el contrato de fideicomiso: a) Fideicomitente: es la persona que destina bienes o derechos para constituir el fideicomiso; b) Fideicomisario: es la persona que recibe el beneficio derivado del fideicomiso, puede ser el mismo fideicomitente; c) Fiduciario: institución con autorización para llevar a cabo operaciones fiduciarias y quien recibe los bienes del cliente (patrimonio) para realizar los fines lícitos determinados por el fideicomitente.

Los valores representativos de deuda serían repagados con los bienes fideicomitidos que el municipio, en su calidad de fiduciante, cede y transfiere fiduciariamente en beneficio exclusivo de los tenedores (figura jurídica a quien pertenecen los activos).

Los bienes fideicomitidos o los bienes afectos al fideicomiso, que serán los activos bursatilizados (en las instituciones financieras de bolsa) fuente de repago de los valores representativos de deuda, consisten en los recursos originados en el fondo específico, tal y como pudieran ser de obras públicas, mismos que pueden, de acuerdo con facultades que tuviera el municipio, ser creados por el cabildo correspondiente en carácter de activo colateral a fin de garantizar el pago de los servicios a los inversionistas, así como los gastos del fideicomiso para el caso de inexistencia o insuficiencia de fondos, las contribuciones que inciden sobre los inmuebles no subsidiados.

A su vez, el sistema bancario ofrece opciones en las que hay que conocer sus tasas de interés, en particular las reales y las comisiones e impuestos a devengar. Figuran entre ellos: cuentas de ahorro, de inversión o a plazos; pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento (PRLV); certificados de depósitos (Cedes); o la banca privada y patrimonial. Por otra parte, en los instrumentos financieros que operan los mercados encontramos instrumentos de deuda, de renta variable y derivados.

En México el Gobierno Federal ofrece: Certificados de la Tesorería (Cetes), Bonos de Desarrollo (Bondes), Bonos M y bonos denominados en Unidades de Inversión (Udis). Por su parte, el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) ofrece los Bonos IPAB.

Además, existen otras herramientas que se vinculan con los instrumentos de Renta Variable, como los pagarés a mediano plazo, las obligaciones, los CB Hipotecarios, las aceptaciones bancarias y los pagarés bancarios. El mejor instrumento de deuda corporativa será de corto plazo (hasta un año) y con calificación AAA.

Leopoldo Díaz y Rafael Castello

Los autores cuentan con doctorado en Ciencias de lo Fiscal y son catedráticos de la Universidad La Salle.

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