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por | Nov 1, 2011 | Expediente Abierto, Noviembre 2011 | 0 Comentarios

TomografíaLa cobertura de servicios de salud de alta especialidad en los municipios todavía es una asignatura pendiente. En el primer nivel se atiende a 75 por ciento de la población; pero en el segundo nivel la cobertura es de 18 por ciento, mientras que en el tercer nivel se atiende sólo a 7 por ciento de la población, según datos de la Secretaría de Salud.

La escasa penetración de las especialidades médicas se debe a que la prioridad es atender la demanda en el primer nivel de atención, porque es ahí donde el paciente establece el contacto inicial con el médico; pero también influye la dispersión poblacional, así como los elevados costos de infraestructura y operación, lo que imposibilita llevar hospitales de tercer nivel a cada uno de los municipios.

Fco BañuelosFrancisco Bañuelos Téllez, presidente de la Asociación Mexicana de Hospitales —organización civil que estudia la administración hospitalaria y brinda asesoría y capacitación—, comenta que la oferta de servicios de salud varía conforme al tamaño de la población.

“México tiene cerca de 80 mil localidades dispersas, que van desde 50 hasta 1,200 habitantes, por lo tanto sería imposible darle acceso a la especialidad a estos pacientes en sus propias comunidades, ya que operativamente no es rentable”, señala el experto. Además, “los hospitales deben ser atendidos por personas altamente profesionales, quienes no van a vivir a una comunidad que no tiene agua potable o drenaje”, observa Francisco Bañuelos.

En las comunidades de menos de 2,500 habitantes existe un núcleo básico conformado por un médico general, una enfermera y un promotor de la salud, quienes desde los centros de salud canalizan a los pacientes que requieren de un tratamiento diferente. Pero en las ciudades grandes es más factible construir un hospital de especialidades como Cardiología, Oncología, Audiología y Foniatría u Ortopedia, refiere Bañuelos Téllez.

Manuel de la LLataOtro factor decisivo para edificar este tipo de infraestructura es el económico, ya que la construcción y equipamiento de un hospital de tercer nivel puede costar mil millones de pesos (mdp), sin contar los gastos de operación y la contratación de al menos 200 médicos, añade Manuel de la Llata Romero, director general de la Coordinación de Hospitales Regionales de Alta Especialidad de la Secretaría de Salud.

CÓMO CANALIZAR AL 3ER NIVEL

Actualmente, el sector salud trabaja en diversas estrategias para extender las especialidades médicas a las zonas apartadas. Las Caravanas de la Secretaría de Salud, por ejemplo, recorren 1,890 rutas con el objeto de llevar medicina de primer contacto a las comunidades con menos de 1,500 habitantes, pero también para identificar a pacientes que necesitan atención superior.

Otra forma es la telemedicina que, con apoyo tecnológico, permite el envío y la recepción de estudios como electrocardiogramas, radiografías y demás auxiliares en el diagnóstico, entre otras ventajas.

Asimismo, la Secretaría de Salud delimitó 15 regiones para establecer en cada una de ellas un Hospital Regional de Alta Especialidad, que pueda atender la demanda de los municipios. “Se conformaron estas regiones para que la gente más necesitada haga uso de los servicios, sin tener que trasladarse a los hospitales del centro de la república. Llevar especialistas a cada comunidad es muy costoso, pero por regiones sí lo podemos hacer”, explica Manuel de la Llata Romero.

En noviembre de 2006 se decretó la apertura de hospitales Regionales de Alta Especialidad para atender la zona Bajío, el estado de Oaxaca y la península de Yucatán, así como un Centro Regional de Alta Especialidad en Chiapas, compuesto por dos nosocomios (el Hospital de Especiali- dades Pediátricas, en Tuxtla Gutiérrez, y el Hospital Ciudad Salud en Tapachula), y dos hospitales más en Ciudad Victoria, Tamaulipas, e Ixtapaluca, Estado de México, este último aún en obra.

Ernesto SaroEl Plan Maestro de Infraestructura de la Secretaría de Salud prevé ocho unidades médicas más en los estados de Querétaro, Culiacán, Chihuahua, Torreón, Acapulco, Durango, Sonora y Veracruz. El legislador Ernesto Saro Boardman, presidente de la Comisión de Salud del Senado de la República, considera que con estas unidades se avanzaría en la cobertura nacional.

En México existen cerca de 200 nosocomios de tercer nivel, 80 de ellos son privados. Según Francisco Bañuelos, el problema no es la edificación de hospitales de especialidades, sino que éstos se utilicen plenamente. Por lo anterior, recomienda a los alcaldes y a las autoridades de salud que valoren el número de habitantes del municipio, la demanda de servicios de salud y las posibles alternativas para satisfacer los requerimientos de especialidades médicas.

El senador Saro Boardman refiere que el sureste es la región más rezagada en infraestructura hospitalaria, debido a que entre 80 y 90 por ciento de la población carece de empleo formal, a diferencia de los estados del norte como Coahuila, donde 70 por ciento de los habitantes cuentan con empleo formal y derecho a la medicina de tercer nivel del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los especialistas entrevistados consideran que, para llevar servicios de alta especialidad a los municipios, es necesaria la coordinación entre las autoridades de salud locales y federales, y los munícipes.

“El alcalde debe tener un buen director médico, debe cuidar el abasto de agua o el manejo de los residuos sólidos, para evitar la contaminación ambiental y, por lo tanto, problemas de salud. El alcalde también debe comprometerse a apoyar los centros de salud. Cuando los tres órdenes de gobierno se esfuerzan en estos temas, los avances son muy rápidos”, sostiene Saro Boardman.

David Galicia Sánchez

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