Los más afectadosAbordar un autobús, combi o microbús representa un riesgo para los usuarios, y no sólo por las fallas mecánicas, las deficiencias en las vialidades o por la impericia de los operadores de trasporte público, sino por el riesgo de sufrir algún asalto al interior de estos transportes.

Entre 2012 y 2013, este delito ha tenido un repunte de entre 17 y 34 por ciento en los estados de Baja California, Chihuahua, el Estado de México y Jalisco, las entidades con más asaltos en la calle o en transporte público, según la más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Inseguridad Pública (Envipe) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Mientras que Oaxaca, Yucatán, Coahuila, Chiapas y Tlaxcala tienen la menor incidencia de delitos de este tipo.

Jesús Padilla Zenteno, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), sostiene que los gobiernos municipales son los primeros encargados de garantizar la seguridad a la población, por lo que algunos gobiernos ya han puesto manos a la obra.

“En los municipios conurbados de la Zona Metropolitana del Valle de México, por ejemplo, este tipo de ilícitos ha tenido un incremento descarado. Es una realidad que no se puede ocultar, no obstante, si se ponen en marcha programas de capacitación y profesionalización de las policías locales y se les asigna para vigilar las rutas, ayudará a aminorar el problema”, apunta.

Según la Envipe, en el Distrito Federal hubo una disminución de 8 por ciento en el número de personas que dijeron haber sido víctimas de robo o asalto en la calle o en el transporte público, sin embargo, junto con el Estado de México, la capital del país concentra la mayor cantidad de atracos.

El avance se debe a que el gobierno del Distrito Federal (GDF) puso en marcha la Policía del Transporte, un cuerpo conformado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPDF) especializado en el combate de robos a bordo de estas unidades.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) reporta que en 2013 se iniciaron 376 averiguaciones previas por asalto a pasajeros en el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), 358 en taxis, mientras que a bordo de microbuses la cifra llega a 1,146. Las delegaciones con mayor número de averiguaciones previas son Gustavo A. Madero con 520, Iztapalapa con 483 y Cuauhtémoc con 466.

No obstante, el subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la dependencia, Óscar Montes de Oca Rosales, explica que las zonas con mayor incidencia delictiva no son las más inseguras.

“Lo que sucede es que ahí es donde hay más actividad, más usuarios, lo cual propicia que haya mayor índice delictivo.”

VIGILANCIA PERMANENTE

Oscar Montes de OcaAsimismo, Montes de Oca comenta que, en coordinación con otras instancias, se puso en marcha el operativo Viajero Seguro y se ha fomentado la cultura de la denuncia con el fin de detectar las zonas críticas, determinar la forma de operar de los delincuentes y diseñar los operativos que permitan atacar el problema de forma efectiva.

Algo recurrente entre los usuarios de transporte público es que al momento de ocurrir algún delito al interior de las unidades, el operador está vinculado con los delincuentes. “El chofer no se va a jugar el pellejo, porque sabe que en cada vuelta puede ser identificado en el vehículo que está manejando y el delincuente lo puede atacar fácilmente”, comenta Jesús Padilla.

Por ello, una opción consiste en incorporar cámaras que permitan monitorear a usuarios y operadores, como ya ocurre en algunos ramales de autobuses que circulan en el Distrito Federal, o en Monterrey, Nuevo León. En enero pasado, la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) del ayuntamiento de Puebla, Puebla, anunció la puesta en marcha de un programa similar con el fin de crear un archivo de imágenes que permita identificar a los delincuentes.

“Es una inversión que vale la pena porque no sólo permite monitorear la integridad física de los usuarios, sino también la conducta del operador”, detalla Jesús Padilla.

VIAJES SEGUROS

PolicíaEn 2013 arrancó en el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl el programa Transporte Seguro. El alcalde de esa entidad, Juan Zepeda Hernández, explica que uno de los puntos fuertes de dicha iniciativa tiene que ver con que los detenidos no obtienen su libertad porque el asalto a unidades de pasajeros es considerado como delito grave.

“Hoy día los delincuentes ya no operan con tranquilidad porque saben que en cualquier momento pueden ser capturados, y que el robo en cualquiera de sus modalidades está tipificado como un delito por el cual ya no alcanzan fianza.” El programa comprende la participación de policías encubiertos, así como la revisión constante del transporte público. Durante el primer año de operaciones fueron puestos a disposición del Ministerio Público 154 presuntos delincuentes.

“Los uniformados ponen retenes para hacer revisiones a los pasajeros, con el fin de encontrar personas armadas. Los agentes que visten de civil se suben como cualquier pasajero. Ellos están capacitados para percibir actitudes o conductas sospechosas. Este tipo de operativos nos ha permitido disminuir 40 por ciento del número de denuncias por atracos a transporte público”, comenta el edil.

La secretaría de Gobierno del Estado de México invita a los usuarios a que verifiquen que la unidad tenga placas oficiales y que el operador cuente con tarjetón, así como no abordar unidades que no estén identificados con número económico, placas y ruta.

En otras entidades, como Morelos, la Secretaría de Seguridad Pública recomienda que los usuarios no lleven dinero en efectivo en los bolsillos exteriores, no utilizar joyas ostentosas, no viajar colgado de las puertas, no dormirse y tener a la mano el importe del pasaje al subir, así como observar a las personas que desciendan de la unidad.

Pedro Antonio Valseca Pereyra

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