Reforma política al fin, un cambio de fondo: poiré

por | Mar 1, 2010 | Expediente Abierto, Marzo Abril 2010 | 0 Comentarios

Alejandro PoiréYa es hora de que México “deje de nadar de muertito”, asegura Alejandro Alfonso Poiré Romero, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Segob), al señalar que la lógica integral de la reforma política del Ejecutivo Federal es vincular eficazmente el poder del ciudadano con los logros del propio sistema político, por lo que la propuesta se basa principalmente en la posibilidad de la reelección.

“La elección consecutiva de presidentes municipales es, sin duda, uno de los elementos primordiales, pero se complementa en la reducción del tamaño del Congreso de la Unión, la posibilidad de ue el Jefe del Ejecutivo Federal presente iniciativas preferentes que tengan que ser discutidas por el Legislativo, la capacidad de veto del presidente —total o parcialmente— a las iniciativas de ley o a los decretos, y una serie de iniciativas que también tienen que ver con cómo se elige a las Cámaras de Diputados y Senadores y al propio Presidente de la República”, menciona.

El presidente Felipe Calderón presentó a finales de 2009 una propuesta de reforma política, la cual busca fortalecer el poder de decisión del ciudadano en el quehacer político.

En entrevista con Alcaldes de México, el doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard es enfático al decir que primero que nada, la posibilidad de elección consecutiva significa fundamentalmente fortalecer el derecho más importante de los ciudadanos. “Es decir, el que hoy en día los ciudadanos lleguen a las campañas y a la urna teniendo que decidir ineludiblemente sobre opciones que no están ejerciendo el cargo, implica una pérdida de su capacidad para sancionar favorablemente a quienes quieran respaldar esa candidatura, o negativamente para quienes crean que el presidente municipal o el alcalde no cumplió con su trabajo.”

Poiré Romero afirma, tajante, que ya es hora de reconocer que el sistema político en México necesita un cambio de fondo. Añade que luego de 13 años en los que el Ejecutivo Federal no ha tenido una mayoría en la Cámara de Diputados —desde 1997—, es necesario encontrar mecanismos institucionales para lograr reformas de gran calado.

De esta forma, el funcionario hace hincapié en que después de una parálisis de muchos años, prácticamente sin reformas estructurales, “en los primeros tres años de la administración del presidente Calderón hubo reformas muy importantes en materia fiscal, en el tema de pensiones, en materia energética, y sin embargo todos tenemos que reconocer, como clase política, que esas reformas no necesariamente fueron de la profundidad que se requiere para el país”.

Al ser cuestionado sobre la importancia que tiene la reforma política para el Ejecutivo Federal, el también ex coordinador de Asesores de la Secretaría de Gobernación, destaca que la propuesta es de sumo valor, porque el sistema político requiere ya de mecanismos que permitan justamente lograr reformas más profundas.

“Necesitamos un sistema político que nos dé mejores resultados, ya que no podemos simple y sencillamente nadar de muertito en los próximos años, esperando que los cambios políticos y económicos que necesita nuestro país vengan por la divina Providencia. Los tenemos que provocar los actores políticos”, puntualiza.

Expone así la necesidad de hacer énfasis en la gobernabilidad, no solamente en el sentido de poder establecer ciertos acuerdos, sino en el de lograr consensos que permitan tener una perspectiva mucho mejor del futuro.

Reelección

La baseSobre el tema de la reelección de alcaldes, el subsecretario detalla que al no existir la posibilidad de elección consecutiva de los presidentes municipales se presentan distintas situaciones que inciden en el ámbito local. En principio, es difícil que los gobiernos en los ayuntamientos tengan horizontes de planeación de largo plazo, debido a que los periodos de gestión son relativamente breves.

Además, a los ciudadanos les resulta muy difícil tener un control efectivo sobre las acciones de los munícipes, porque el gobierno del ayuntamiento dura tres años prácticamente en todos los casos y, al finalizar ese periodo, no podrá contender por el mismo cargo.

“Lo que hace la elección consecutiva es voltear completamente esa lógica y poner al ciudadano en el centro del foco del trabajo de la alcaldía, del ayuntamiento; es decir, a sabiendas de que es posible que el alcalde se presente a una nueva elección en ese mismo municipio y que exista por esa vía una ratificación ciudadana, los proyectos de trabajo, de inversión y de gobierno se van a tener que centrar en la satisfacción de los ciudadanos, con lo que se podrá tener una mucho mejor capacidad de gestión y de eficacia en la propia acción gubernamental”, afirma.

Segunda vuelta

En lo que respecta a la segunda vuelta para la elección presidencial, Alejandro Poiré explica que para el gobierno federal es natural que en muchos de los sistemas presidenciales —con una pluralidad partidista—, se generen distintas alternativas y posibilidades para el ciudadano durante los comicios. Añade que en algunos casos el apoyo a un candidato no siempre es totalmente claro, aún cuando éste logre ganar la elección con un porcentaje determinado; además, el ciudadano tampoco tiene necesariamente toda la información para establecer con claridad lo que representa su voto en la elección presidencial.

“Entonces, en una gran mayoría de sistemas pluripartidistas hay una segunda vuelta en la elección para presidente, justamente porque lo que eso permite en una primera instancia es medir el apoyo en las distintas alternativas como una primera preferencia de una manera natural”, explica.

Enfatiza que la segunda vuelta indicaría aquellas dos alternativas que tuvieran mayores probabilidades de ganar o, si desde un principio una opción es la que tiene más de la mitad de los votos, entonces esa es la mayoritaria. Además, comenta que estos cambios le indicarían al elector cuál de las propuestas es la más cercana a sus preferencias, y apoyaría la victoria del candidato con la mayoría absoluta de los votos.

UrnaEmpero, señala, esta reforma también le da claridad al votante sobre que hay una discusión específica en las últimas semanas de la campaña, y sobre cuáles son los principales proyectos políticos a votarse.

Con respecto a cómo se resolverían los problemas postelectorales que se generan, mediante la propuesta de la reforma política, Poiré comenta: “Digamos que cuando existe un problema, afortunadamente nosotros tenemos un sistema electoral en el cual se pueden llevar a validación o a impugnación todos los actos de la autoridad electoral. Esto es algo que hemos construido y sobre lo cual seguimos trabajando para que las resoluciones sean lo más trasparentes y lo más expeditas, y que los fallos de la autoridad electoral sean lo más claros”, afirma.

Desde el punto de vista de la segunda vuelta también, más que una parte específica desde la perspectiva del régimen de inconformidad o de los sistemas de medios de impugnación, lo que se genera es la posibilidad de que los candidatos que estén validados por la ciudadanía tengan un apoyo mayoritario absolutamente claro, y eso se ha mostrado en las distintas experiencias de segunda vuelta en los diversos regímenes presidenciales, menciona Poiré.

Omar Aguilar

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