Tras una serie de sismos que se han sentido en el sur del país, autoridades federales, estatales y municipales trabajan en la reconstrucción de viviendas dañadas, la edificación de nuevas unidades habitacionales, así como en la reparación de infraestructura básica.
Como se recordará, el pasado 20 de marzo se presentó un temblor de 7.4 grados Richter —con epicentro en Ometepec, Guerrero— a partir del cual se han sentido 378 réplicas hasta el corte del 11 de abril. Dicho sismo sacudió a 15 estados, incluida la capital del país, sin embargo las entidades federativas más afectadas fueron Guerrero y Oaxaca.
En el primer caso se reportaron dos muertos —uno por un infarto y otro por un derrumbe—, 29 municipios afectados y 12 mil casas averiadas, 80 por ciento de las cuales presentan daños parciales y 20 por ciento totales. Según la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), las familias afectadas han recibido apoyos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), así como de los programas de empleo temporal.
La misma atención ha recibido Oaxaca, donde se reportaron daños en 27 municipios, 11 mil 59 viviendas y 38 escuelas, así como afectaciones en 54 edificios públicos, como palacios municipales, clínicas, bibliotecas y templos. Asimismo, la Secretaría de Gobernación federal hizo una segunda declaratoria de desastre para 48 municipios oaxaqueños, en los cuales también se procedió a realizar un censo de daños.
Ante la coincidencia de las reparaciones con los procesos electorales, representantes vecinales, agrupaciones religiosas y organizaciones civiles han realizado insistentes llamados a las autoridades federales y locales para no dar una intención electorera a los planes de ayuda a los damnificados.
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