La medición de la felicidad de los mexicanos tiene el propósito de mejorar las políticas públicas en materia social, aseguró el titular del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Eduardo Sojo Garza, durante la presentación del módulo Bienestar Autorreportado (Biare), un instrumento estadístico con el cual se pretende dar a conocer la satisfacción de la población adulta con la vida, la felicidad y el balance afectivo.

Se trata de mediciones que corresponden al bienestar subjetivo, es decir, reportes de cómo las personas experimentan su propia calidad de vida, en comparación con los métodos tradicionales que se concentran en la disponibilidad de ciertos satisfactores sin considerar el punto de vista de las personas. El objetivo de conocer qué tan felices se sienten los ciudadanos consiste en determinar parámetros para mejorar las políticas públicas en materia de desarrollo social.

Sojo expuso que actualmente el producto interno bruto (PIB) es el indicador más conocido para medir el crecimiento de un país, sin embargo, ese dato no especifica si las personas se encuentren en situaciones óptimas para vivir.

Los estudios que miden el bienestar subjetivo se basan en métodos elaborados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyos criterios se consideran las herramientas más adecuadas para lograr una medición exitosa.