Aumento al salario mínimo, gracias a impulso de las cámaras de comercio

por | Dic 1, 2017 | Noticias | 0 Comentarios

El pasado martes 21 de noviembre se anunció un aumento al salario mínimo de 8.32 pesos con lo que pasaría de 80.4 a 88.36 pesos, así lo informó la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), el incremento equivale a un 10.39 por ciento. Tal incremento se formalizo a partir del 1 de diciembre de 2017

El incremento se debió a la iniciativa del presidente del Congreso del Trabajo y Secretario General de la Confederación de Trabajadores de México y de los representantes de los trabajadores ante la Conasami, con el apoyo del sector patronal del Gobierno de la Federal y de las cámaras de empresarios.

En un acto sin precedentes tanto el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en conjunto con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), decidieron apoyar la iniciativa que proponía un aumento histórico al salario mínimo, por lo que Jorge Sales Boyoli, socio director del bufete SalesBoyoli asegura que “fue gracias al impulso de las cámaras del comercio que se logró consolidar el incremento de poco más de 8 pesos”.

Asegura Boyoli que lo anterior es “con la finalidad de impulsar el consumo interno del país”, con lo que se beneficiaría tanto a los propios empresarios como a los trabajadores. Es desde el año pasado que el rumbo del salario mínimo dejo de basarse en el aumento y convertirse en una recuperación del mismo “causando que los aumentos sean superiores al nivel de inflación”, asegura Sales Boyoli.

Otra de las razones que derivaron en el aumento al salario mínimo responde a las exigencias de los socios comerciales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que demandaban mejores condiciones para los trabajadores mexicanos, ya que como indica Sales Boyoli, la diferencia entre el mínimo en Estados Unidos y México es de casi 800 por ciento, siendo en el país vecino del norte de 7.25 dólares por hora, mientras que en México no se acerca ni al medio dólar.

De continuar con los incrementos como se han dado en los últimos años, comenta el especialista que “en un lapso de alrededor de 3 años se pueda recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores”, aunque depende en gran medida de las condiciones políticas y económicas que viva el país, si bien existen probabilidades de que eso suceda, Boyoli explica que deben ser aumentos constantes, superiores a la inflación y que no se presenten escenarios adversos.

Algunos de los escenarios que podrían poner en riesgo de nueva cuenta el poder adquisitivo de los trabajadores son: que las empresas reduzcan su planta laboral, ya sea en horas por trabajador o en el número de empleados; decidan informalizar a los trabajadores a fin de ahorrarse prerrogativas que les corresponden; reducir márgenes de utilidad; buscar formas alternativas mediante las cuales recuperen la productividad con el mismo margen de ganancia previo (una de esas alternativas podría ser sustituir trabajadores por maquinas); por último y quizá la más impactante, según Sales Boyoli, es que las empresas decidan trasladar los costos al producto final lo que podría producir una espiral inflacionaria.

México ha basado parte de su atractivo en inversión extranjera en la buena mano de obra nacional, las condiciones de estabilidad social y en los bajos salarios que, como indica Sales Boyoli, es uno de los más bajos de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que “permite al país tener un margen de maniobra que consienta aumentar el salario mínimo y seguir siendo atractivo para la inversión de empresas extranjeras”.

A pesar del aumento significativo logrado y de las buenas probabilidades de que continúen así, es cierto que el salario mínimo aún no responde a la exigencia social de una paga que corresponda a los aumentos en los productos de la canasta básica, de los servicios necesarios para el hogar y para la vida diaria. “No es suficiente, pero de continuar con los aumentos superiores a la inflación, se podrá recuperar el poder adquisitivo de los ciudadanos”, destaca Sales Boyoli.

David Ramirez

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