El Boeing 787 Dreamliner que llevará el nombre de “José María Morelos y Pavón”, no será vendido y será entregado “durante las próximas semanas” a México para brindar servicio al Estado Mayor Presidencial.

El avión presidencial será entregado luego de concluir las últimas pruebas y tras la certificación del equipamiento interior por parte de la Federal Aviation Administration de los Estados Unidos (FAA).

La nueva aeronave, con un costo total de 2 mil 952.4 millones de pesos (218.7 millones de dólares), comenzará sus operaciones dos semanas después de su arribo a México, tiempo en el que concluirá el entrenamiento de las tripulaciones y personal de tierra.

La Presidencia de la República precisó, con base en el estudio de una empresa consultora de valuación, que la aeronave no sería vendida debido a que dicha transacción representaría una pérdida de más del 58% de su costo (128.2 millones de dólares).

“Dado lo anterior, el consultor considera que la aeronave debe mantener su configuración actual, en lugar de ser reconvertida como equipo comercial”, explicó la Presidencia.

El estudio referido, de la empresa internacional Ascend Flightglobal Consultancy, concluyó además que de comercializarse con su configuración actual en el mercado de aeronaves privadas, se prevé que la venta podría concretarse en un plazo de entre 12 y 24 meses, dada las características de este mercado y la complejidad del contexto económico actual.

Así, si se vendiera en 24 meses, la pérdida podría ascender a 30 por ciento de su valor (65.9 mdd) y en 36 meses a cerca de 35 por ciento (76.2 mdd).

“En virtud de la pérdida que ocasionaría la venta al erario público y a que prevalecería la necesidad de renovar el avión presidencial a un tipo de cambio mayor, se determinó conservar la propiedad de la citada aeronave.”

Características del avión presidencial

El avión “José María Morelos y Pavón” cuanta con capacidad para transportar 80 pasajeros, 20 más de la capacidad del “Presidente Juárez”, actualmente en funcionamiento.

Cuenta con equipos en telecomunicaciones satelitales e Internet. Tiene una vida útil estimada de 25 años, por lo que podrá dar servicio a al menos cinco administraciones federales.