Cocula: lugar de las discordias

por | Oct 30, 2014 | Noticias | 0 Comentarios

Cocula, cuyo nombre proviene del vocablo náhuatl Cocolian, que quiere decir lugar de las discordias o riñas, está bajo la mirada del mundo, a la expectativa de saber qué encontrarán agentes federales y peritos en el tiradero del municipio.

Con el fuerte desplegado de fuerzas federales y peritos en un tiradero de basura, la expectativa aumenta, pero también las suspicacias debido a los pocos resultados a pesar del gran despliegue.

Fuerza federales han dedicado su mayor esfuerzo y atención a un cráter de aproximadamente 10 metros de profundidad, donde se señalan los hallazgos con banderines rojos entre basura y desechos de todo tipo.

De franciscanos al Crimen Organizado

La región Norte del estado de Guerrero está conformada por dieciséis de los 81 municipios del estado, entre los que se encuentra Cocula, donde la gente se dedica principalmente a la agricultura y ganadería, pero en los últimos años fue invadida por la delincuencia.

En la época colonial llegó un grupo de franciscanos que fundó la iglesia principal del municipio, llamada Inmaculada Concepción de María.

Hasta hace uno años todavía se celebraban fiestas, casamientos y bautizos con toda tranquilidad, pero con la llegada del crimen organizado se tuvo que recurrir a la presencia del ejército para poder realizarlos.

En la comunidad hubo un incremento de extorsiones y secuestros. Las balaceras y homicidios comenzaron a formar parte del día a día del municipio. Hasta hace unas semanas el panorama dio un giro luego de lo ocurrido en Iguala.

Cocula y el caso Ayotzinapa

Colindando con Iguala, el municipio de Cocula no pudo quedar exento de los nexos entre policías y delincuencia organizada, bajo el mando del hoy prófugo José Luis Abarca y su esposa, ligados al grupo criminal Guerreros Unidos

Veinte días después del ataque y desaparición de estudiantes de Ayotzinapa, el alcalde César Miguel Peñaloza Santana fue detenido y presentado ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), para declarar sobre la desaparición de los estudiantes.

El mismo día fueron detenidos 14 policías municipales de Cocula debido a su probable responsabilidad en la entrega de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa al grupo criminal Guerreros Unidos, luego de haberlos recibido de manos de policías municipales de Iguala en el kilómetro cuatro de la carretera Iguala-Teloloapan.

A partir de la detención de los elementos policiales del municipio, la seguridad quedó a cargo de 50 elementos de la Policía Federal.

La presencia de fuerzas de seguridad se incrementó en la zona el pasado lunes, cuando el testimonio de dos sospechosos de haber participado en la operación de desaparición de los estudiantes condujo al tiradero municipal de Cocula.

Siguiendo la Pista

Jesús Murillo Karam, anunció la detención de cuatro integrantes de la organización delictiva Guerreros Unidos, dos de los cuales son autores materiales de haber “recibido un amplio grupo de personas”.

La zona referida por los delincuentes, en el paraje conocido como Puente de Ríos San Juan, a 30 minutos de Iguala, quedó inmediatamente acordonada y asegurada por elementos federales, al tiempo que drones y helicópteros sobrevolaban la zona, incluso Murillo Karam se trasladó al lugar.

Conforme pasan las horas, los rumores de que se encuentren en la zona los restos de los jóvenes desaparecidos se hacen más fuertes. Sin embargo, la sospecha de que la Procuraduría General de la República haya montado un show también se incrementa.

No sólo Murillo Karam visitó el lugar por segunda vez consecutiva, sino que se ha desplegado un fuerte operativo pericial para localizar pistas o evidencias de restos humanos ahí depositados, además de que en los trabajos está colaborando el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Caminos de terracería

Los trabajos periciales continúan en la zona, mientras que medios de comunicación son invitados a recorrer la zona, liderados por el mismo Murillo Karam, pero hasta el momento no se ha reportado algún avance.

Los parajes de Cocula tienen pocos caminos pavimentados, la mayoría son terracería que al recorrerla se hace más angosta y pocas edificaciones resaltan en los recorridos. Al llegar al tiradero se habrá dejado muy atrás la última casa marginada de algún campesino.

El tiradero no tiene ni nombre, está desolado y muy pocos pasan por ahí, por lo tanto es un lugar ideal para abandonar ahí todo lo imaginable sin ser visto o denunciado. Se llega después de un largo recorrido en ascenso por el cerro hasta encontrarse con el cráter lleno de desperdicios.

Ese camino o uno similar podrían haber recorrido los estudiantes normalistas desaparecidos.

Redacción

Alcaldes de México

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