En la costa del Pacifico de nuestro país se encuentra una mega falla muy similar a la que ocasionó el terremoto de 9,0 grados en Japón.

Según María Teresa Ramírez Herrera, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, es importante considerarla como punto de atención para tomar las medidas pertinentes y proteger a la población.

En el año 2011 Japón tuvo uno de los peores episodios de su historia, un terremoto de magnitud 9,0 grados en la costa del Pacifico asiático que creó olas gigantes de hasta 50 metros, y dejó 5,845 muertes, 3,380 personas desaparecidas y 5,893 heridos.

El movimiento telúrico del 11 de marzo en Japón se convirtió en punto de referencia en el conocimiento sísmico, y generó un cambio en los estudiosos por su impresionante e inesperada magnitud.

Ramírez Herrera explicó que se creía que las megafallas como las de Japón y México no se mueven completamente al mismo tiempo porque hay unos segmentos que están atorados y son los que acumulan energía; sin embargo, hay otros que sí se mueven lentamente y liberan energía.

Se descubrió sin embargo, que los segmentos de la megafalla en Japón, tenían un desplazamiento relativo que movió toda la falla, lo que derivó en el terremoto de nueve grados.

En México, la falla en el límite de placas tectónicas, que abarca de Nayarit y Jalisco, hasta Chiapas, es muy similar a la de Japón, y si se moviera como un solo bloque al mismo tiempo, podría provocar un megasismo de magnitud nueve.

La especialista advirtió que los eventos de esta clase no se repiten con frecuencia, pero que se debe crear alertas y educar a la población sobre los sismos, establecer leyes de construcción con rigor y determinar donde se puede refugiar a la población.