Según información censal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), recabada en 2010, uno de cada cinco niños habita en viviendas con condiciones inadecuadas por el material de su construcción, el nivel de hacinamiento o el acceso a servicios básicos (agua, electricidad y drenaje).
En 2012, aproximadamente 7.3 millones de niñas, niños y adolescentes habitaba en viviendas con carencia por calidad de espacios de la vivienda, es decir el 18.5 por ciento de la población total infantil, mientras que la población general que tenía carencias en esta dimensión era de 17.7 por ciento.
Hay que mencionar que de 2008 a 2012, la carencia por calidad o espacios de la vivienda pasó de 17.7 por ciento a 13.6 por ciento de la población total.
Esta situación puede tener implicaciones significativas en la salud y desarrollo a largo plazo de los niños y niñas de México, por lo que el INEGI recomienda que este tipo de carencias se conviertan en un foco de atención prioritaria para los diseñadores de políticas públicas.
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