Movimientos progresistas y ciudadanos, la situación en América Latina y Europa

por | Dic 1, 2016 | Noticias | 0 Comentarios

Funcionarios públicos, ciudadanos y líderes de partidos progresistas discutieron en la Ciudad de México la situación de los movimientos progresistas y ciudadanos en Europa y América Latina.

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Dante Delgado, Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano en la inauguración de la Conferencia (Foto: Isaías Ocampo)

Al inaugurar el encuentro, Dante Delgado, Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano, agradeció la presencia de los representantes de los movimientos progresistas en América Latina y Europa.

Sostuvo que las “derechas y las izquierdas han fallado”, pues las fuerzas políticas han sobrepuesto sus intereses por encima de los intereses ciudadanos.

La conferencia internacional Movimientos Progresistas y Ciudadanos en América Latina y Europa inició el martes 29 de noviembre y finaliza este jueves 1 de diciembre. Es organizada por las Fundaciones Lázaro Cárdenas y Friederich Ebert Stiftung.

Una izquierda dividida a nivel mundial

Durante el panel inaugural titulado Gobiernos Progresistas y Poder Ciudadano, los participantes coincidieron en que la izquierda dividida es un fenómeno a gran escala, el cual está más que vivo en Europa y América Latina.

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Pedro Sánchez, exsecretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) (Foto: Isaías Ocampo)

En ese sentido, Pedro Sánchez, exsecretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), sostuvo que la social democracia tiene el desafío de romper los moldes de la política y advirtió que lo que no pueden hacer las izquierdas en el mundo es “dividirse y dejar ganar a la derecha”.

“La clave fundamental es no perder la credibilidad, pues hoy cuenta más el hacer que el decir”, dijo Pedro Sánchez, y agregó que el decir y el hacer deben ir de la mano para recuperar la confianza de los ciudadanos.

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Zita Gurmai, presidenta de Mujeres del Partido de los Socialistas Europeos Hungría (Foto: Isaías Ocampo)

Dijo que la ciudadanía quiere que la socialdemocracia comparta camino con otras izquierdas, en consecuencia la responsabilidad de esta corriente es crear puentes para las izquierdas radicales o antisistemas. Es saber articular y vertebrar la expresión de izquierdas que surgen en los continentes.

Por su parte, la presidenta de Mujeres del Partido de los Socialistas Europeos, Zita Gurmai, dijo durante su participación que el papel de la mujer en este contexto es de gran importancia, pues “no se pueden crear economías poderosas si la mujer está en casa”.

¿Qué es el progresismo?

Para Enrique Alfaro, presidente municipal de Guadalajara, “estamos viviendo una era confusa particularmente en el ámbito político” pues aseguró, durante su participación en el panel, que los ciudadanos no encuentran sentido a los discursos y discusiones de las categorías políticas. “Izquierda o derecha a la fregada, dice la gente”, aseguró.

Indicó que a los ciudadanos lo que les interesa es tener trabajo, seguridad y futuro, pero dijo, “es momento de volver a pensar en la política y sus conceptos, porque es justo en los momentos de más oscurantismo cuando vale la pena detenerse a reflexionar”.

Invitó a reflexionar sobre la palabra progresismo y cuál es su alcance, para entender el límite entre ser progresista y no serlo; si es lo mismo estando en el activismo, en la política o en el gobierno.

El progresismo es buscar cambios profundos y estructurales, una construcción social que provea ciudadanía, así como la construcción de sociedades más equitativas y la disminución de desigualdades, dijo citando a diversos académicos.

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Enrique Alfaro, presidente municipal de Guadalajara (Foto: Isaías Ocampo)

Definir el progresismo, sin embargo, no es tarea sencilla, pues el edil jalisciense explicó que para muchos, sobre todo cuando existe de por medio una disputa electoral, ser progresista es “ser comunista, ser abortista, anticlerical o antiempresarial (…) este tipo de definiciones generan todavía una mayor confusión”.

“Al final, progresar es avanzar, es construir victorias, es provocar cambios. Progresar tiene que ver con la realidad que se vive. Ser progresista puede significar algo en algún lugar y algo diferente en otro. Incluso podríamos decir que ser progresista significa todas y cada una de las causas ciudadanas que existan”, expresó el alcalde de Guadalajara.

“¿Ser progresista es ir en contra de lo que piensa la mayoría de la gente? Yo no lo veo así. Para mí ser progresista es atreverse a plantear una agenda que siendo todavía minoritaria, puede competir contra un discurso y una agenda dominantes, y que con paciencia se irá abriendo camino en la discusión pública”, señaló Enrique Alfaro.

El edil resumió en cinco puntos las bases del modelo progresista de gobierno que defendió en Guadalajara:

  • El interés público está por encima de cualquier interés privado
  • Hacer de la ley una norma para todos; restablecer el estado de derecho. Que la ley no sea un adorno
  • Recuperar el espíritu humanitario y solidario en la ciudad, porque la justicia es la única ruta para alcanzar la paz y tranquilidad
  • Poner al gobierno al servicio de la gente para mejorar su calidad de vida
  • Trabajar de la mano con los ciudadanos para hacernos corresponsables de la construcción de la ciudad.

“Los cambios no son inmediatos ni se dan por arte de magia, son procesos que se deben llevar a cabo, rutas a seguir llenas de obstáculos y de personas que se niegan a dejar el poder y los privilegios de los que han gozado por décadas”, señaló.

Gobiernos abiertos y ciudadanos

Sesenta y cuatro municipios conforman el departamento de Nariño en Colombia, gobernado por Camilo Romero, uno de los principales promotores del “Sí” a la paz con la guerrilla de las FARC en aquél país.

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Camilo Romero, Gobernador de Nariño, Colombia (Foto: Isaías Ocampo)

En su localidad, el 65% de la población avaló el fin de la guerra interna, aunque no fue suficiente para que a nivel nacional ganara la paz en el referéndum sobre los acuerdos de paz con la guerrilla colombiana.

Nariño se ubica al sur de Colombia, en la frontera con Ecuador. Ahí Camilo Romero encabeza un gobierno ciudadano desde enero pasado, donde asegura, “sí es posible que los movimientos ciudadanos lleguen al poder sin estar a la sombra de los partidos políticos tradicionales”.

¿Cómo pedirle a la ciudadanía que sea activa, que participe? Si la realidad ha sido contundente por parte de los que han mantenido el poder, los mismos de siempre. Los políticos han llenado de asco la política para que la gente ni siquiera se acerque a la toma de decisiones”, lamentó el mandatario estatal de Colombia en su participación en el panel.

“¿Cómo es posible que haya un país en este mundo al que se le pregunte si quiere la paz o no y gane el no? (…) Entendemos y asumimos que lo que necesitamos es profundizar en la democracia, darle un peso real, un sentido real. (…) No podemos seguir en la queja, no podemos seguir en el reclamo o en el insulto, hay que tomar decisiones”.

Dijo que el desafío de los gobiernos progresistas es construir una nueva ciudadanía capaz de controlar al gobierno a través de herramientas que buscan transparentar la función pública.

Bajo el eslogan Nariño, corazón del mundo, Camilo Romero dijo que se reivindicó la confianza y el orgullo de ser de esa tierra. “Decir que somos capaces no sólo de estirar la mano para recibir, sino también para aportar”.

Aseguró que en este departamento colombiano se formó un gran frente ciudadano en el que los partidos tradicionales tenían cabido, pero sólo si acataban nuevas reglas del quehacer político: presentar su declaración patrimonial juramentada, adoptar el gobierno abierto y aplicar una economía solidaria.

Todo un cambio de concepción sobre el poder, aunque “una vez en el cargo, el reto es mayúsculo, pues estamos obligados a recobrar la confianza de los ciudadanos y demostrar que podemos poner en práctica lo que ofrecimos en campaña. No podemos darnos el lujo de fallar a las expectativas”.

“El reto no es creerse el ombligo del mundo o el corazón del mundo, es ser capaz de comprender el corazón de la ciudadanía”, explicó.

Por ello, la innovación política en el gobierno. Lo primero es el gobierno abierto, lo que implica “transparencia, lucha frontal contra la corrupción, garantía hacia la ciudadanía de que no se puede perder un solo centavo de los recursos públicos. Ahí está el nuevo reto y la nueva revolución: el ejercicio y la lucha contra la corrupción”.

El gobierno abierto implica colaboración y participación de la ciudadanía. Es un gobierno que cuenta con la gente, señaló Camilo Romero.

Isaías Ocampo Gaona

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