La Coordinación General de Puertos y Marina Mercante (CGPMM), aplica las medidas de Prevención y Control en puertos marítimos, para la detección de casos sospechosos del COVID-19, con base a los lineamientos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.
La dependencia otorga facilidades para el desembarque de pasajeros y tripulantes, a través de la “libre plática”, acto con el que se determina la inexistencia de impedimento, por cuestión de sanidad.
Permite la estancia en las zonas de fondeo y atraque de los cruceros turísticos que han dejado de operar en sus rutas de servicio, facilita su reabastecimiento de insumos en vía de regreso a sus puertos de origen y, en algunos casos, otorga el apoyo necesario para el desembarque de pasajeros.
Lo anterior en coordinación con la unidad de capitanías de puerto y asuntos marítimos de la Secretaría de Marina, a la que corresponde la autorización de arribos de embarcaciones a los puertos.
Los buques de carga son operados con alrededor de 25 tripulantes, reduciendo así posibles contagios de COVID-19.
A los puertos del país llegan anualmente alrededor de 9 mil 800 buques petroleros, gaseros, portacontenedores, mineraleros y graneleros.
Los cruceros turísticos son operados por alrededor de mil 500 tripulantes y pueden trasladar hasta cuatro mil pasajeros.
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