De la pepena a los libros.

por | Oct 1, 2013 | Octubre 2013, Responsabilidad Social | 0 Comentarios

Niños _o13Salir del basurero más grande de América Latina, el del Bordo de Xochiaca, en el Estado de México, constituye una de las tareas más encomiables que pueda realizar cualquier ser humano.

El tiradero se encuentra en un área de 35 mil metros cuadrados y está repleto de cerros y más cerros de las cosas que ya no usamos: desperdicios de comida, de vidrio, zapatos, restos de enseres domésticos, etcétera. El tufo que se desprende —producto de la descomposición de los desechos— es fuerte y puede ser intolerable a ciertas horas del día, sobre todo cuando el calor arrecia.

Braulio Arroyo, de 38 años y padre de dos adolescentes, sobrevivió al trabajo infantil en el basurero, ya que permaneció ahí con su familia —que se integraba por ocho miembros— más de 30 años. Su padre murió en los basureros, al igual que un hermano menor. “Quienes daban la autorización de laborar ahí nos dieron un lugar de seis por cuatro metros para vivir. Nuestra necesidad era mucha y nos metimos ahí los ocho”, recuerda. Actualmente, en el Bordo viven cerca de 200 familias en casas de cartón, cuyo estilo de vida se funde con los residuos sólidos urbanos.

 

QUE NO DESERTEN.

Braulio Arroyo_o13Desde los ocho años, Braulio no recuerda situaciones que le hayan dado satisfacción; pero ahora, se enorgullece del nacimiento de sus hijos, de contar con su esposa, de haber terminado la preparatoria, de ser profesor de deportes y de formar parte del Centro de Educación y Desarrollo Infantil de Chimalhuacán (Cedic).

El Cedic es parte de una red de 15 centros en el país, dedicados a la instrucción no oficial de menores que trabajan en tiraderos, fábricas de ladrillo y en el campo y que, debido a su actividad, descuidan o abandonan la escuela.

La iniciativa forma parte de una estrategia coordinada entre la Fundación Telefónica, de Telefónica Movistar, organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos locales y el Federal, a través del programa Proniño, cuyo objetivo es disminuir y erradicar el fenómeno del trabajo infantil entre los pequeños de nivel primaria que viven en pobreza extrema.

Telefónica ha impulsado Proniño en 14 países de América Latina. En el caso de México llegó hace siete años y empezó a operar en el estado de Chiapas, donde existen varios menores de edad que laboran en el campo.

El programa funciona bajo tres ejes, que se denominan: intervención directa, movilización y gestión del conocimiento.

CONTACTO DIRECTO.

Miriam Alatorre_o13Miriam Alatorre Calderón, coordinadora de Intervención Directa en Trabajo Infantil de la Fundación Telefónica, explica que las acciones de esta parte del programa tendrían poco sentido sin las alianzas que han logrado concretarse a través de los años con organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos, en materia de instrucción escolar, nutrición y salud.

“Buscamos instituciones que conozcan mejor el tema de la ocupación de menores y que tengan un modelo de organización similar al nuestro, de resultados”, dice la ejecutiva. La parte de educación y escolarización incluye talleres sobre valores, derechos de los infantes, violencia, bullying y el asunto laboral.

Proniño estableció un convenio con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) con el propósito de que los padres de los chicos terminen su formación de primaria y secundaria y de esa forma se faciliten sus posibilidades de conseguir un empleo mejor remunerado.

“De alguna manera damos las herramientas para que los niños y sus padres tengan un proyecto de vida, que vean que existen cosas más allá”, dice Alatorre Calderón.

EVALUACIÓN INDIVIDUAL.

En la parte de Intervención Directa, el modelo incluye un seguimiento puntual. Los promotores, equivalentes a los profesores de las escuelas públicas, hacen un diagnóstico de cada pequeño, de su desempeño escolar, de su nivel de asistencia y se visita regularmente a sus padres.

En estos años, el programa ha detectado que al menos 15 por ciento de la población infantil atendida deja de asistir a los centros. “Puede que un segmento de 7 por ciento cambie de lugar de residencia, pero el 8 por ciento restante se sale por razones de trabajo”, menciona Miriam Alatorre.

Campeones de Futbol_o13 En breve_o13No obstante, los niños que acuden a los centros generalmente tienen una mejor comunicación con los integrantes de estos espacios en comparación con sus maestros de la escuela formal, vecinos, amigos o inclusive sus familiares.

En el historial de Proniño ha habido casos de violencia, golpes, violaciones, abuso psicológico y hasta trata de infantes. En estas situaciones, lo que se hace es canalizar a las personas a instituciones como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). “Tratamos de movilizarnos e intervenir para que se resuelvan las cosas”, afirma Alatorre Calderón.

Son casi las 12 del día en el Cedic de Chimalhuacán. Sus aulas amplias, limpias e iluminadas, la cancha de basquetbol y voleibol, el centro de primeros auxilios y el comedor contrastan con lo que viven a diario los pequeños en el tiradero del Bordo de Xochiaca. La comparación es literalmente de la tierra al cielo.

Menores de entre 5 a 14 años corren, juegan o toman talleres de un curso de verano. En medio del bullicio, Carmen Azucena Villalobos, directora del Cedic, asegura que muchos infantes pepenadores no sólo han mantenido su asistencia al centro, sino que han aumentado sus calificaciones en la educación formal.

Su labor, además de cubrir el aspecto educativo, también considera el psicológico. “Nos enfrentamos constantemente a niños en situación vulnerable, con carencias económicas, pero también de tipo emocional”, dice Azucena Villalobos. La finalidad es transmitir al beneficiario el mensaje de que si nació en un basurero, hoy tiene las herramientas para cambiar su historia.

El Cedic de Chimalhuacán tiene números para presumir: el proyecto fue entregado hace poco menos de un año, a la actual administración, con una matrícula de 55 chicos: hoy se cuenta con 185.

“No sé cuánto tiempo estaré aquí, pero siempre le digo a los maestros que el objetivo es que dejemos huella en estos niños, que el día de mañana ellos nos recuerden como los facilitadores que los apoyamos en sembrar la duda que estimula el conocimiento”, indica Azucena Villalobos.

IMPULSO PARA CRECER.

Vanessa Caldera, directora de Desarrollo Institucional y Comunicación de Dibujando un Mañana —una asociación civil especializada en educación y trabajo infantil—, reconoce que el apoyo de la Fundación Telefónica ha sido fundamental para concretar los planes trazados.

“El Cedic ha crecido mucho gracias a Proniño. Obviamente, el estar con una institución tan grande te permite tener esta capacidad”, dice Vanessa Caldera. La organización nació hace 15 años y actualmente tiene presencia en varios estados —Sinaloa, Nuevo León, Distrito Federal, Chiapas, Oaxaca, Yucatán y el Estado de México—. En ésta última entidad opera cinco centros de atención.

La directora de la Fundación Telefónica, Giovanna Bruni, asegura que la atención de los menores que participan en la economía debe involucrar dos aspectos: la instrucción escolar y la comunidad en su conjunto.

Asegura que el fenómeno no sólo es propio de los países en desarrollo, sino que es una preocupación mundial, por lo que la compañía colabora con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés), entre otros organismos.

Asimismo, Telefónica par ticipó recientemente en la firma de un convenio de erradicación del empleo infantil con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

Debido a que su atención es integral, Proniño también ha comenzado a revisar la calidad de la educación que se imparte en los Cedic. Un apoyo en esta nueva etapa ha sido la dotación de computadoras con conectividad en toda América Latina.

“Tenemos un proceso de formación que puede ser un modelo para las escuelas. Entonces queremos compartirlo, por lo que ahora formamos alianzas en ese modelo de preparación docente”, indica Bruni, quien estuvo al frente de la Fundación en su natal Venezuela.

Proniño ha atendido en México a un total de 60 mil niños. Tan solo en el Estado de México ha beneficiado en un año a 3,500 infantes y espera concluir 2013 con la cobertura de 5 mil.

20 MIL NIÑOS TRABAJAN EN EL EDOMEX.

Evangelina Lara, directora General del Trabajo, de la Secretaría del Trabajo del Estado de México, afirma que Proniño vino a complementar las acciones que el gobierno había realizado en la materia.

La funcionaria explica que en el Estado de México el problema relacionado con los menores que apoyan económicamente a su familia tiene que ver con una necesidad cultural y material.

De los 4 millones de infantes que acuden a la escuela en la entidad, unos 20 mil laboran. La Dirección del Trabajo expide alrededor de 10 mil permisos para la contratación de niños que solicitan empresas establecidas, especialmente las tiendas departamentales, donde un empacador o “cerillero” puede ganar hasta 290 pesos diarios.

Sin embargo, la ocupación en basureros, ladrilleras, hogares o el campo difícilmente se puede cuantificar. En medio de este panorama, el gobierno del estado también detectó que 90 por ciento de los chicos trabajadores sí acuden a la escuela formal.

ROMPER PARADIGMAS.

Vanessa Caldera_o13

Lara indica que la preocupación del gobierno de la entidad, a través de Proniño, ha sido que la población infantil que participa en actividades productivas reciba instrucción sobre valores. Aunque el menor comience a percibir ingresos desde temprana edad, el objetivo es que mantenga el interés en prepararse y romper entonces el paradigma de que nazca y muera en basureros, por ejemplo, al no conocer otro estilo de vida.

También informa que, a partir de septiembre, la dirección a su cargo, junto con el DIF y la Secretaría de Educación estatal, comenzó un programa a nivel municipal para detectar a los pequeños que trabajan.Asimismo, se avanzará con Telefónica para reforzar Proniño y se terminarán otros cuatro centros de atención para crear un total de 15 en la entidad.

María Luisa Aguilar G

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