Mujeres indígenas contra el cáncer

por | Ago 1, 2011 | Agosto 2011, Responsabilidad Social | 0 Comentarios

FundaciónHace siete años, dentro de los laboratorios Pfizer determinaron llevar más allá las tareas de responsabilidad social que nacieron prácticamente con la empresa, en 1951. A través de su fundación comenzaron a convocar a organizaciones civiles vinculadas estrechamente con las comunidades para atender diversas áreas en materia de salud.

A la fecha, este proyecto les ha significado alianzas con cerca de 180 agrupaciones en los temas de acceso a la salud, atención al cáncer, salud mental, generación de condiciones para el pleno desarrollo y cuidado del medio ambiente.

“La idea es ir sumando nuevas organizaciones año con año. No creo que existan muchas empresas en el país que puedan decir que forman parte de una comunidad tan grande en programas de responsabilidad social”, señala Aliza Chelminsky, directora de Asuntos Corporativos de Pfizer.

Con poder de convocatoriaConfirma que nadie conoce la problemática de las poblaciones marginadas tan a fondo como los grupos que trabajan en programas sociales específicos, pues no sólo entienden su realidad y conocen sus necesidades, sino además tienen una presencia de gran arraigo al interior de ellas.

“Son el gran hallazgo de todo este proceso. Me parece que son quienes tienen la mayor posibilidad de implementar y tener un mayor seguimiento de los proyectos, además de que pueden replicarlos”, explica la directiva.

La convocatoria es abierta y da cabida a casi 200 proyectos por año, en los que puede participar cualquier tipo de grupo legalmente constituido, no importa si es una sociedad longeva, o que haya nacido el año anterior.

Con base en criterios técnicos claros que deben cumplirse al pie de la letra, de ese universo se clasifican 40 programas, en un proceso de dictaminación que es enriquecido con la opinión de expertos que provienen de universidades, organismos independientes y actores relevantes dentro del sector salud.

Los apoyos que otorga la Fundación Pfizer suman alrededor de 250 mil pesos por proyecto, a los que se les da un seguimiento puntual para asegurar que los compromisos se vayan cumpliendo. A la fecha, cerca de medio millón de habitantes de poblaciones marginadas en el país han resultado favorecidos por estos programas.

TAMBIÉN ACTIVIDAD PRODUCTIVA

ClaseLa Fundación Pfizer comenzó a involucrarse de manera puntual en las labores de atención al cáncer de mama en mujeres indígenas del poblado de San Felipe del Progreso, hace más de un año. Éste es uno de los 10 municipios más grandes del Estado de México y el grueso de sus habitantes es de origen mazahua.

En esta tarea, Pfizer se ha hecho acompañar del Grupo Interdisciplinario sobre la Mujer, Trabajo y Pobreza (Gimtrap), una de las 40 agrupaciones que resultó ganadora de los apoyos que otorga el laboratorio en la convocatoria de 2010. Actualmente, ya tienen presencia en cuatro puntos de la república.

Carolina Hernández, coordinadora de programas del Gimtrap, explica que anteriormente ellos trabajaban con otros organismos, pero la demanda de estos programas fue tal que decidieron participar en la convocatoria de Pfizer, y resultaron elegidos en 2010 y 2011.

En este recorrido, Gimtrap ha trabajado también con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), con la cual desarrolló las Casas de la Mujer Indígena en diferentes estados a nivel nacional. El Grupo piensa reforzar este logro con los apoyos de Pfizer en cuatro puntos del país, además de San Felipe del Progreso, éstos son: Matías Romero, en el estado de Oaxaca; Cuetzalan, en Puebla; Zongolica, en Veracruz y Pátzcuaro, en el estado de Michoacán.

“El proyecto del año pasado con Pfizer involucró pláticas con promotoras rurales y parteras en el tema de cáncer de mama. Desarrollamos además una guía muy sencilla con el fin de que las participantes puedan tener una herramienta útil, práctica y fácil de usar en la comunidad”, explica Hernández.

Otra de las novedades del plan desarrollado por Gimtrap consiste en la elaboración de cápsulas informativas en la lengua originaria de las comunidades que están siendo favorecidas en los estados de México, Veracruz, Puebla, Michoacán y Oaxaca.

“El monolingüismo que existe en estos poblados era una de las barreras de entrada, por lo que la información sobre el cáncer de mama no llegaba a las destinatarias”, comenta Hernández.

Miriam MichanMiriam Michan, gerente de Responsabilidad Social de Pfizer México, dice por su parte, que otra organización de la sociedad civil presentó un proyecto en Oaxaca que atiende a la población con problemas de desnutrición severa, mediante el consumo del amaranto en su alimentación.

“Los niños que estaban siendo atendidos salieron de la línea de desnutrición en un lapso de nueve meses. El impacto no fue nada más con los niños, sino que las familias aprendieron con bajos costos a hacer más eficiente su alimento diario”, menciona.

Por medio del mismo programa enseñaron a la comunidad a cultivar hortalizas de forma orgánica con el fin de alcanzar la autosustentabilidad y no depender de importaciones o salir de su comunidad en la búsqueda de alimento.

CREANDO LAZOS

En breve Cocacola por la reforestaciónDebido a la buena recepción de las convocatorias, la Fundación Pfizer instituyó un programa conocido como Lazos, donde las organizaciones que resultan ganadoras reciben una vez al año capacitación, para que sus esfuerzos trasciendan y se transformen así en promotores del cambio en las políticas públicas.

De hecho, las organizaciones agrupan pacientes con la idea de que sus recomendaciones sean recogidas e impacten a las autoridades para que éstas atiendan sus necesidades.

“Hemos sido un actor muy importante no sólo en el fortalecimiento de las asociaciones que han participado en nuestra convocatoria, sino de otras agrupaciones, de pacientes en particular, en la tarea de apoyar una mejor organización”, dice Chelminsky.

La ejecutiva agrega que si bien el país ha mostrado avances notables en términos de la cobertura universal en materia de salud, hay batallas por librar para mejorar la calidad de la atención que reciben los pacientes. “Es un tema donde creo que podemos avanzar, a partir de darle voz a los mismos pacientes”, refrenda.

Hoy, los proyectos nuevos en atención tienen también mayor resonancia en Pfizer. Es decir, a lo largo de estos siete años, hubo ocasiones en que las agrupaciones volvían a concursar y eran acreditadas nuevamente. Sin embargo, en 2011, 70 por ciento de los proyectos proviene de organizaciones que por primera vez participan.

Aliza ChelminskyAliza Chelminsky recuerda que cuando la invitación se hizo por primera vez en 2005, ésta permaneció abierta durante un mes, lo que contrasta con lo que pasa actualmente, cuando en un lapso aproximado de ocho horas, a partir de que la convocatoria se hace extensiva, se llegan a reportar hasta 200 proyectos.

“La sociedad está esperando la convocatoria, pues no les es difícil participar. Se trata de una invitación abierta y clara en sus lineamientos y requisitos, lo que también permite a muchas organizaciones jóvenes estar presentes”, agrega.

LO QUE VIENE

Entre los desafíos importantes que observa Chelminsky está el seguimiento puntual del programa, por lo que Pfizer ha construido una plataforma electrónica sofisticada, la cual recibe reportes que permiten conocer qué áreas hay que fortalecer.

Lo anterior se acompaña de visitas a las comunidades para ver cómo han funcionado los proyectos, pues una cosa es definir los planes en papel, y otro llevarlos a cabo. “Es más que un escollo, un reto, pero creo que hemos construido las herramientas para dar el seguimiento”, afirma la directiva.

Las organizaciones reportan cada cuatro meses los avances del programa. De hecho, el financiamiento que les otorga Pfizer lo reciben conforme entregan resultados. Lo anterior trae consigo un beneficio adicional, pues los grupos sociales van creando una curva de aprendizaje y un camino para poder relacionarse con otras fundaciones o instituciones que puedan financiar sus proyectos, ya que trabajan con bases claras, donde inclusive hay reportes que presentar.

En el caso de Gimtrap, que cuenta con los apoyos de Pfizer por segunda ocasión, lo que se busca es que pueda lograr fi nanciamientos de manera autónoma, y en ese sentido, no generar dependencia. Y esa fi osofía es la que Pfizer busca permear en todos los proyectos con sus aliados.

María Luisa Aguilar G

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