Tips de Gestión
Opciones para gestionar residuos sólidos
Compactación, geomembranas, biodigestores, termovalorización, son algunas tecnologías para manejo de desechos, que están al alcance de municipios, según su tamaño y capacidad económica

►Por Esther Arzate
FOTO: DREAMSTIME
Existen tecnologías a la mano de los gobiernos locales para atender la problemática de la basura en los espacios urbanos. Para su aprovechamiento, primero se necesitan recursos económicos, una mayor participación de la ciudadanía de la mano con las instancias de gobierno, especialmente de los ayuntamientos, en los cuales recae la función del manejo integral de residuos sólidos urbanos (RSU), que consiste en la recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los desechos.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) los municipios enfrentan circunstancias que escapan de sus capacidades técnicas y financieras, debido a la dificultad de contar con personal capacitado, de adquirir o comprometer recursos financieros que den certeza a las inversiones del sector privado, así como también debido al corto tiempo de las administraciones municipales que deriva en una falta de continuidad en las acciones y proyectos que garanticen una gestión integral de los RSU.
CONTEXTO NACIONAL
El Director de Investigación de Contaminantes, Sustancias, Residuos y Bioseguridad del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Arturo Gavilán García, expone que en México se generan 120 mil 128 toneladas al día de RSU.
Del total de éstos, entre 40 y 50 por ciento son residuos orgánicos (principalmente desechos de alimentos o de jardinería), y el resto son materiales inorgánicos que tienen potencial de ser valorizados. Sin embargo, las cifras de valorización y reciclaje todavía son muy bajas: no pasa del 10 por ciento del total a nivel nacional.
|
El manejo y tratamiento de los residuos en México se realiza, ▸127 instalaciones para la transferencia de residuos en ▸173 centros de acopio en operación, en 63 municipios de ▸47 plantas donde se realiza: Fuente: Instituto Nacional de Ecología y Cambio |

Arturo Gavilán García
FOTO: ARCHIVO ALCALDES DE MÉXICO

Ramón Basanta
FOTO: ROSALÍA MORALES
Además, explica el directivo, en México hay 2,303 sitios de disposición, es decir, rellenos sanitarios, sitios controlados y tiraderos a cielo abierto. Un relleno sanitario es un sitio para recibir grandes volúmenes de residuos, con infraestructura costosa y controles de ingeniería, por ejemplo, una membrana que evita filtraciones al subsuelo, sistemas de control y emisión de gases.
Por otro lado, un sitio controlado es un tiradero donde se compactan los residuos y se cubren con tierra para que éstos no estén expuestos, con el fin de evitar insectos y plagas; mientras que un tiradero es un lugar donde se desechan los residuos sin ningún tipo de control.
En México operan 127 instalaciones para la transferencia de residuos en 112 municipios, donde se realiza la separación fina de la basura, porque antes los trabajadores del servicio de recolección ya hicieron una separación de algunos materiales como papel, cartón, vidrio, latas y algunos metales que son fáciles de vender. Asimismo, operan 47 plantas donde se puede hacer separación, trituración y reciclaje de residuos, 19 plantas de compostaje y cinco biodigestores.
De los 2,303 sitios de disposición de residuos, 350 son rellenos sanitarios, donde se canaliza alrededor de 70 por ciento de todos los desechos; otros 300 son sitios controlados y el resto son tiraderos de pequeña capacidad.
El especialista menciona que en México existen municipios pequeños donde no se justifica la operación de rellenos sanitarios, por lo que se han empezado a desarrollar los denominados rellenos secos, en los cuales, mediante procesos especiales de compactación, se evita que entren residuos húmedos. Lo anterior elimina el problema de los lixiviados (líquidos que entran en contacto con los desechos de los rellenos sanitarios) y no es necesario colocar una geomembrana; sólo se consolidan los residuos, se secan y son enterrados.

BASURA IGUAL A ELECTRICIDAD
Otra alternativa son las plantas termovalorizadoras (plantas para la incineración de desechos, donde el calor residual se utiliza para generar energía eléctrica). Un ejemplo, cita el experto, es la planta en Naucalpan, Estado de México, derivada de una asociación entre el ayuntamiento y capital privado.
También expone que existen biodigestores donde los residuos orgánicos se someten a fermentación sin oxígeno para la generación de gas metano y biogás que posteriormente se utiliza para la producción de energía eléctrica.
Al respecto, el Director General de ATCO Energía, Ramón Basanta, señala que en México ya inicia la instalación de los biodigestores. Todo el material orgánico de los animales muertos puede ser procesado en reactores para generar electricidad, pero esa opción apenas está avanzando en el Estado de México y Aguascalientes, por mencionar algunas entidades. Por lo tanto, considera que el reciclaje es el primer paso para atacar el problema en la gestión de los RSU. “Es necesario también que el mundo empiece a medirse en sus niveles de consumo, porque cada vez se usan más productos y, por lo tanto, aumenta la generación de residuos.”
Asevera que los proyectos para la generación de metano derivado de desechos son intensivos en capital y, por lo tanto, necesitan financiamiento de largo plazo: como 15, 20 o 25 años. Para ello, se requieren contratos que garanticen la continuidad en la entrega de los residuos, así que las negociaciones implican riesgos porque deben sobrevivir a las transiciones políticas, cambios de partidos en el gobierno, tendencias de pensamiento y nuevas ideologías, por mencionar algunos factores.
LLAMADO A LA SOCIEDAD
En México persisten las campañas para que la gente genere menos desechos, los recicle o reutilice y los separe antes de depositarlos en los camiones recolectores. Ambos entrevistados coinciden en que independientemente de las tecnologías disponibles para la gestión eficiente de los RSU, se necesita el reciclaje y lo que se ha dado en llamar “la economía circular” para reutilizar los materiales. Gavilán García opina que “el residuo más fácil de controlar es el que no se genera”.