La Policía de Proximidad permite establecer los parámetros mínimos para la operación exitosa de instituciones policiales que intervienen en un determinado territorio, creando un espacio propicio para la innovación

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Por David Galicia Sánchez

En la Ciudad de México hubo una tradición que hoy resulta difícil imaginar. A finales de la década de los 40, los policías de tránsito que vigilaban los cruceros de las avenidas solían recibir regalos por parte de automovilistas y vecinos, quienes de esa manera reconocían la labor de estos servidores públicos.

Según una circular de la época, la tradición inició en vísperas de la Navidad de 1949, como una iniciativa de la Asociación Mexicana Automovilística, que veía al policía encargado de vigilar el tránsito como “un valioso guardián de la seguridad de los automovilistas y de los peatones, porque su trabajo contribuyó a que se registraran menos accidentes” y se invitaba a los ciudadanos a llevar sus regalos al pie del banquillo que los agentes ocupaban para realizar su labor, ya fuera dinero, alimentos, botellas de vino, discos, cigarros e incluso aparatos electrodomésticos.

Estas expresiones son una muestra de la confianza que las personas tenían en los policías. Ochenta años después, la situación es muy distinta; los ciudadanos han perdido la confianza en los oficiales. De acuerdo con el estudio Ser policía en México: ¿Qué rol asume la sociedad?, elaborado en 2017 por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México y el Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), los policías reconocen que los ciudadanos desconfían de ellos y perciben un alto nivel de corrupción e impunidad al interior de las instituciones de seguridad.

De acuerdo con el estudio, 54 por ciento de los consultados mencionó la corrupción como una de las principales razones por las que la gente desconfía de la Policía, 28 por ciento mencionó el abuso por parte de los efectivos, y 19 por ciento refirió haber tenido malas experiencias con policías o que alguna persona cercana las padeció.

DE LA MANO CON LOS CIUDADANOS
Ante esta situación, en los últimos años, las corporaciones de seguridad de los tres órdenes de gobierno han puesto en marcha esquemas de seguridad con un enfoque orientado a recuperar la confianza de los ciudadanos, así como a estrechar los vínculos entre las personas y los policías, de tal manera que esta cercanía haga más efectivo el combate a la inseguridad. Este modelo responde al nombre de Policía de Proximidad.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) define a la Policía de Proximidad como “un modelo de gestión de instituciones policiales, basado en la legislación y normatividad vigentes, que expone los lineamientos y parámetros mínimos para la implementación de un enfoque de proximidad, tanto a nivel de la gestión institucional como en la actuación individual de los policías que trabajan en la corporación”.

Actualmente, el modelo que promueve esta dependencia federal desarrolla elementos que pueden ser integrados al esquema operativo y de gestión ya existente. “Por ello, está diseñado de manera que pueda ser adaptado a los diferentes contextos y realidades existentes en México”.

 

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Protocolos de actuación de proximidad

Los policías deben contar con protocolos que les provean una guía para la realización de sus tareas de proximidad. Deben existir protocolos para tres tipos de actividades:

a) Actividades de proximidad y acercamiento comunitario. Casos en que el policía, durante su jornada regular, realiza visitas a establecimientos comerciales, representantes vecinales y escuelas, o establece contacto con cualquier otro miembro de la comunidad. Este protocolo debe facilitar la generación
de confianza y la recopilación de información útil para la Policía.

b) Atención a conflictos vecinales y comunitarios. Casos en los que exista un conflicto entre ciudadanos. En ocasiones, estas conductas resultan repetitivas y el policía es llamado una y otra vez sin que el conflicto logre resolverse. Para estos casos, los policías deben contar con un protocolo que les permita definir si resulta pertinente realizar una mediación que prevenga el escalamiento de violencia. En caso de que no aplique una mediación, el policía deberá conducir a los involucrados a la autoridad local correspondiente.

c) Atención a sucesos criminales. Casos en los que la Policía responde a solicitudes de apoyo de víctimas del delito o testigos del delito. En estos casos los policías deberán contar con un protocolo de atención que les permita atender a los ciudadanos de manera sensible y cercana.

Fuente: SESNSP.

Asimismo, el SESNSP refiere que este modelo tiene la vocación de establecer los parámetros mínimos para la operación exitosa de instituciones policiales que intervienen en un determinado territorio desde una perspectiva de proximidad, creando un espacio propicio para la innovación.

Este último aspecto resulta fundamental, tanto para acotar la brecha de confianza que separa a los policías de los ciudadanos como para generar un impacto positivo en el combate a la inseguridad. El uso de herramientas tecnológicas es clave para alcanzar este objetivo, ya que en las calles, los policías requieren herramientas que les permitan estar comunicados tanto con los ciudadanos como con los centros de control y atención de emergencias; de la misma manera, el personal en las centrales de control requiere herramientas, sistemas y procesos que les permitan mantener la coordinación con los agentes en campo y con las personas.

Un ejemplo de lo anterior ocurre en San Pedro Garza García, Nuevo León. El Secretario de Seguridad de San Pedro, Gerardo Escamilla Vargas, refiere que desde hace tres años se trabaja en un modelo que tiene como base la proximidad social entre la Policía y la comunidad.

“Se ha diseñado un esquema al que llamamos Policía de Cuadrante, en éste hay oficiales que se hacen responsables de un territorio específico en el municipio y que tiene como obligación, primero, saber y entender qué es lo que ocurre en su zona de responsabilidad; por cada cuadrante hay al menos cuatro oficiales que tienen interacción entre sí y con las personas; también deben comprender por qué ocurren las situaciones en sus cuadrantes, es decir, si suceden por falta de servicios públicos, por ausencia de vigilancia o si se trata de un tema de convivencia familiar, ya que los oficiales son agentes facilitadores para mediar entre los vecinos y para resolver los conflictos, son el enlace entre los servidores públicos y todo el esquema de gobierno para canalizar y dar solución a estas problemáticas, y por último, deben definir cómo van a contribuir a solucionar esos conflictos», detalla.

De acuerdo con el funcionario, este modelo de proximidad y de seguridad ciudadana tiene como eje una Policía orientada a resolver problemas, que conoce muy bien el territorio y a la comunidad y que, sobre todo, entiende el porqué de las problemáticas.

“Otra acción importante en el marco de este esquema es rendir cuentas. Cada tres meses, los policías de cuadrante se reúnen con la comunidad, actualmente de manera virtual, y se rinden cuentas de lo que ocurrió en los últimos tres meses. Asimismo, sumamos a la población a las acciones de prevención y les damos recomendaciones en materia de seguridad. Hemos generado un buen vínculo, incluso se han sumado guardias privados, escuelas y la comunidad en general, lo cual permite crear un compromiso de trabajo”, apunta el funcionario.

Gerardo Escamilla explica que, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del municipio, se llevaron a cabo mesas de trabajo con presidentes de colonias y se conformaron 13 sectores de rendición de cuentas, en las que se estableció un mecanismo de comunicación vía WhatsApp, en grupos en los que está presente el titular de la secretaría, el policía del cuadrante y los vecinos.

El funcionario destaca la ventaja de esta herramienta como una forma amigable e inmediata de comunicación, pero aclara que no es la vía adecuada para que las personas reporten emergencias, de tal manera que existe la regla de comunicar todas las emergencias al teléfono habilitado para ese fin, de esta manera llegan al C4, un sistema robusto que permite realizar una canalización adecuada, ya que puede tratarse de algo relacionado con protección civil, con vialidad o con la seguridad pública.

 

Buenas prácticas para sistematizar información

El policía debe registrar y sistematizar información relacionada con la seguridad del municipio. La información debe provenir de distintas fuentes y debe registrarse en una sola hoja de cálculo, base de datos o software que la agrupe. Algunas de las fuentes que pueden ser utilizadas son:

a) Registro de llamadas de emergencia (C2-C5)
b) Partes de novedades
c) Información proveniente de redes sociales, como WhatsApp o Facebook
d) Reportes de vecinos
e) Actas de denuncia
f) Informe Policial Homologado
g) Registro de detenidos en barandilla
h) Registros del personal o área de atención a víctimas
i) Bases de datos del Inegi

La institución policial debe utilizar una hoja de cálculo, base de datos o software para el registro y análisis de la información recabada. El sistema de gestión de la información permite que ésta sea:

a) Capturada de manera eficaz
b) Almacenada en un solo lugar (asegurando que esté respaldada)
c) Protegida
d) Utilizada para generar de manera automática productos como georreferenciación de delitos y matriz de horarios de incidencia

Fuente: SESNSP.

“Sí es más rápido WhatsApp, más amigable, pero es más confiable el teléfono de emergencias, porque implica una interlocución con un operador capacitado, eso nos permite brindar una respuesta adecuada, saber si, en lugar de una patrulla, deben ir dos o tres, y saber qué tipo de policía debe acudir, si uno de cuadrante o uno especializado en violencia familiar.”

En cuanto al uso de herramientas innovadoras, el Secretario de Seguridad de San Pedro Garza García destaca el uso de soluciones de inteligencia artificial que permiten, por ejemplo, analizar las imágenes de las videocámaras de seguridad, a partir de patrones específicos y la vinculación con bases de datos.

Asimismo, asegura que una acción complementaria fue la de modificar el perfil de ingreso de los policías. Hoy día, refiere, 70 por ciento los agentes son profesionistas formados en carreras afines a ámbitos del conocimiento, como la criminología, el derecho, la sociología y el trabajo social, lo cual, sostiene, les permite realizar un trabajo más efectivo.

“También creamos una unidad de inteligencia y análisis. Algo que ha sido parte de nuestra filosofía es trabajar
con base en hechos y datos; tan solo con los registros policiales tenemos una gran cantidad de información, que si la contenemos en bases de datos y archivos digitales, podemos comenzar a generar información muy valiosa.”

CENTROS DE CONTROL Y COMANDO, ALIADOS ESTRATÉGICOS
Los centros de Comando, Control y Comunicación son herramientas que contribuyen a disminuir la brecha entre los ciudadanos y las corporaciones de seguridad. En ese sentido, Alfonso Oswaldo Calvo Díaz, Coordinador de Desarrollo Tecnológico del Centro de Control, Comando y Comunicación (C4) de Oaxaca, asegura que, desde este espacio, se ha buscado brindar herramientas tecnológicas novedosas que les permitan a la Policía estatal y las Policías municipales, así como a los cuerpos de bomberos y protección civil, desplegar a sus elementos de manera más eficiente.

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Actividades de proximidad

En el inicio de turno, los mandos medios (jefes de zona o de sector), con base en el Plan Operativo, definen las actividades diarias de los policías, incluyendo:

• Zonas y rutas de patrullaje. Las zonas y rutas asignadas a cada patrulla deben basarse en la información existente sobre incidencia delictiva y percepción de inseguridad y especificar los horarios en que se requiere reforzar la presencia en la zona indicada.

• Seguimiento a órdenes de protección. La ruta indica los domicilios de las personas que cuentan con una orden de protección que deberán ser visitados por la Policía.

• Visitas a negocios. Se pueden señalar algunos negocios donde se hayan registrado incidentes de seguridad, de modo que la Policía pueda visitarlos y recabar información sobre el problema o, simplemente, presentarse con los encargados, ganar su confianza y detectar sus necesidades en temas de seguridad.

• Actividades de apoyo a la comunidad. En algunos casos, se solicita presencia policial durante el inicio o fin de actividades en escuelas o iglesias. El policía deberá acudir a brindar estos servicios y, adicionalmente, familiarizarse con la comunidad.

• Reuniones programadas con la comunidad. Se deberá especificar el lugar y la hora, así como verificar que el policía está preparado para la reunión.
Se sugiere que el Plan Operativo sea renovado y ajustado en cada reunión de mandos y se entregue a los mandos medios con la misma periodicidad.

Fuente: SESNSP.

“Lo que hicimos fue detectar ciertos problemas que se estaban generando. Por ejemplo, teníamos el problema de violencia de género, entonces, se creó una aplicación para darle a las mujeres una herramienta que les permitiera generar una denuncia sin tener que llamar al 911, estas herramientas tecnológicas facilitan ese acercamiento sin que haya una comunicación directa con una persona. También se estaba dando el asalto a repartidores de comida por aplicación y se desarrolló una aplicación para ellos”, ejemplifica.

Alfonso Calvo afirma que el uso de software libre y herramientas sin licenciamiento es clave, ya que esto permite ahorrar costos. “Por eso es importante saber invertir también en el personal que va a participar en el desarrollo de estas herramientas. Si provees a los medios de seguridad las concretas que tienen costo cero, el beneficio también lo verá la ciudadanía. Sí hay una inversión que hacer, pero sería mucho menor a que si, por ejemplo, se compra un software propietario, que es mucho más caro. Por otra parte, es necesario conocer las soluciones que otros estados y municipios han desarrollado”.

En ello coincide Julio César Téllez Rodríguez, Director del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo de Baja California, quien asegura que en la entidad se ha priorizado el desarrollo de herramientas tecnológicas propias.

“Nuestro sistema de despacho de emergencia es propio, eso nos da una ventaja muy importante, además del costo cero, de la personalización, de la adaptabilidad que debe tener un sistema a los cambios que surgen.”

Y también afirma que es importante adaptarse a los esquemas disponibles, en función de las necesidades específicas. “Comprábamos lo que podíamos comprar y lo adaptamos en la medida de lo que se pudo, a estrategias más efectivas en función de la geografía del estado, de la densidad poblacional y la dinámica delictiva, hacia ahí se fue dirigiendo la cobertura de radiocomunicación”.

SOLUCIONES EN EL SECTOR PRIVADO
Además del desarrollo de soluciones propias, en el mercado existen herramientas tecnológicas que contribuyen al objetivo de estrechar la brecha que separa a las personas de las corporaciones de seguridad.

Eduardo Cuevas Altamirano, Director de Desarrollo de Negocios de Secure Land Communications de Airbus SLC, afirma que el uso de herramientas tecnológicas les permite a los gobiernos multiplicar los esfuerzos destinados a garantizar los servicios públicos a los ciudadanos. Y en el caso de la seguridad, son un elemento que acerca a las corporaciones con las personas.
“Por ejemplo, brindarles un servicio de apoyo en caso de que tengan una emergencia o que puedan levantar una denuncia, a través de los primeros respondientes, que son los mismos policías que están en la calle, cerca de las personas. En ese sentido, la tecnología es un factor que posibilita multiplicar las capacidades del estado.”

El directivo afirma que lograr la sistematización operativa es el primer gran paso que hay que dar hacia la transformación digital de las instituciones de seguridad y justicia. El segundo paso, refiere, es extender esa capacidad hacia los primeros respondientes, a través de herramientas como tabletas o teléfonos inteligentes.

En ese sentido, refiere que Airbus cuenta con un portafolio amplio de soluciones enfocadas en optimizar la comunicación de los policías con las instituciones de seguridad pública y, de esa manera, hacer más eficiente su labor en campo con los ciudadanos, así como soluciones de consultoría, tomando en cuenta las particularidades de cada dependencia y región en el país.

“Uno de los criterios fundamentales que tenemos para el diseño de productos y servicios es poder aprovechar la infraestructura existente, además de contar con tecnologías a un costo accesible, que puedan ser implementadas de acuerdo con los presupuestos disponibles; son tecnologías de punta, de última generación y a prueba de futuro, que le dan un horizonte de inteligencia a las instituciones y organizaciones que las implementan”, concluye.

FOTO: HILDA RÍOS /CUARTOSCURO