Norma Oficial Mexicana de espacios públicos

►Por Martha Palma Montes
FOTO: CORTESÍA DE SEDATU

El 22 de febrero de 2022, en el Diario Oficial de la Federación, se publicó la primera Norma Oficial Mexicana (NOM) expedida por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), la NOM-001-SEDATU-2021, Espacios Públicos en los Asentamientos Humanos.

Su propósito es homologar la terminología, contenidos y metodologías, en materia de espacios públicos, en los Planes o Programas de Desarrollo Urbano, además de brindar herramientas de autoevaluación para que los municipios y estados formulen y ejecuten acciones específicas de promoción y protección de los espacios públicos. Sin olvidar homologar esfuerzos para tener ciudades seguras, habitables y sostenibles, considerando todos los tamaños de los asentamientos humanos.

La NOM es resultado de una revisión exhaustiva de reglamentos de construcción locales, manuales de imagen urbana y documentos internos de la propia Sedatu.

Este instrumento de planeación no es impositivo, sino colaborativo, ya que invita a crear diagnósticos para que los municipios mejoren los espacios públicos y la calidad de vida de las personas, agrega Manuel Bernardo Farill Vivanco, arquitecto y consultor urbano, y redactor de la NOM.

“Invito a los presidentes municipales a que lean la Norma sin ningún prejuicio y la adapten al contexto de sus localidades, porque da mucho margen de actuación. Quitamos algunas áreas grises para dejar en claro que, un espacio donde no hay libre expresión, no es un espacio público, y hay que hacer algo al respecto porque en estos se construye la democracia.”

CONCEPTOS INNOVADORES
La NOM expone la planeación de los espacios públicos como un sistema que funciona de forma articulada y no como elementos individuales, sentando las bases para generar redes de espacios públicos en los asentamientos humanos.

“Introducir el elemento sistémico en los espacios públicos es muy importante para motivar un crecimiento responsable de las ciudades porque, entre mayor ocupación de suelo hay para vivienda, más necesarios son los espacios de recreación y sana convivencia”, comenta Manuel Farill.

El apartado 7.2 de la Norma señala que la planeación del sistema de espacios públicos debe formar parte de una estrategia de ciudad con pensamiento a mediano y largo plazo, reflejada en la asignación del presupuesto y en los distintos planes de manejo que gestionen su operación y mantenimiento. Y recomienda ampliamente la adopción de mecanismos que trasciendan los periodos gubernamentales para lograr esta estrategia.

Otro elemento añadido es la economía de aglomeración, que consiste en reconocer que los espacios públicos tienen mayor impacto si están interconectados con otros equipamientos urbanos, son asequibles a pie y, a su vez, crean sistemas. Lo anterior permite evaluar su impacto en distintas áreas.

“Es importante mencionar que la Norma quita el mito de que las banquetas son esenciales para que haya peatones, ya que no son condicionantes, por lo tanto, hace una distinción del sendero peatonal, el cual justifica la presencia del peatón en todas las calles, aunque no existan banquetas”, añade el consultor urbano.

DISEÑO Y CONCEPCIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO
El punto 8 de la Norma se refiere a los elementos mínimos generales en el diseño y concepción de los espacios públicos, que son la accesibilidad universal, crear espacios públicos nuevos, siempre y cuando no se deje de lado el mantenimiento y operación de los espacios existentes; mobiliario para sentarse y descansar, considerando que, al menos, de 30 a 50 por ciento de dicho mobiliario debe contar con sombra y con un promedio mínimo de un lugar-mueble por cada 100 habitantes; todo espacio público que sea un destino en sí mismo, como parques y plazas, debe estar integrado al sistema de movilidad mediante estacionamientos para bicicletas y paradas de transporte público; ofrecer luz blanca con una luminancia mínima de 40 luxes en los recorridos perimetrales y en los senderos internos rodeados de espacios oscuros; gozar de elementos de sombreado natural o construido que cubran al menos 30 por ciento del total de su superficie, y las plazas y parques deben ser permeables y accesibles, tanto como sea posible, en todo su perímetro colindante a las vías urbanas.