Expediente Abierto

►Adultos Mayores

Para adultos mayores: Integración social y derechos

 

Las personas de la tercera edad no solamente requieren asistencia social, sino también garantías que les permitan integrarse a las actividades esenciales y cuyo objetivo sea brindarles espacios para su desarrollo personal y económico

 

►Por Martha Palma Montes
FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO

En 2020, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en México habitaban 15.1 millones de personas mayores de 60 años, es decir, 12 por ciento del total de la población en el país.

Asimismo, el estudio «Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas», del Consejo Nacional de Población (Conapo), apunta que, para 2050, México tendrá una población total de 24.9 millones de personas mayores de 60 años.

Ante la perspectiva de crecimiento de este sector poblacional, especialistas en gerontología y miembros de la sociedad civil consideran esenciales las políticas públicas con enfoque de integración social y de derechos humanos, que consideren a las personas mayores como un recurso para fortalecer la economía nacional.

POLÍTICAS PÚBLICAS
Existen dos enfoques de políticas públicas hacia los adultos mayores, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el primero es el enfoque de pobreza e integración social, que consiste en ver a las personas mayores como sujetos de asistencia social y otorgarles apoyos económicos para la salud y alimentación.

El segundo enfoque es de derechos, una vez cubiertas las necesidades básicas, surgen los derechos a la recreación, la cultura, el deporte, participación social y económica, que crean un sentido de identidad.

“El enfoque de derechos requiere de personal especializado, como los gerontólogos, que guíen a grupos autogestivos de personas mayores en espacios de reunión bien equipados”, opina Angélica María Razo González, profesora de tiempo completo de la Licenciatura de Gerontología en la Universidad Estatal del Valle de Ecatepec (UNEVE).

Además, recomienda a los gobiernos municipales realizar estudios previos y equilibrar los recursos, porque es insuficiente la infraestructura de los Sistemas DIF y los clubes de la tercera edad del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM).

El sector sigue aportando al país y merecen cualquier esfuerzo para dejarlos seguir participando; tener un envejecimiento activo y saludable es más barato que un envejecimiento lleno de carencias y enfermedades, reflexiona.

PREVENCIÓN EN LA CALIDAD DE VIDA
La Escuela de Ciencias de la Comunidad Torreón, de la Universidad Autónoma de Coahuila, realiza estudios multidisciplinarios sobre autovalencia, movilidad y prevención en la calidad de vida en las personas mayores de la Comarca Lagunera.

El objetivo de las investigaciones es generar acciones de gobierno a partir del diagnóstico de la calidad de vida en el eje social, económico, familiar y de movilidad, además de una política pública de prevención en el primer nivel de salud, donde la atención médica sea directamente en las comunidades, y así crear un nuevo paradigma de salud preventiva en los adultos mayores.

“Queremos colaborar con los municipios y las instituciones de salud para que en cada comunidad haya servicio y atención en salud preventiva, que los dispensarios médicos realmente funcionen”, comenta María del Carmen Flores Ramírez, investigadora en Bienestar Social, Trabajo Social y Calidad de Vida en grupos Vulnerables de la Escuela de Ciencias de la Comunidad Torreón.

Confirma que el país requiere de una cultura del envejecimiento, materializada en compromisos normativos que perduren, a pesar de los cambios de administración.

“En México, los viejos son olvidados, cuando debería apreciarse su experiencia de vida, dignificarlos porque aún son productivos, y dejar de lado la cultura del altruismo.”

ACCIONES DESDE LO LOCAL, CASO BOGOTÁ
El Consejo Distrital de Sabios de Bogotá, Colombia, surge por iniciativa de la sociedad civil en 2016; actualmente, posee un alto grado de incidencia y ordena a las administraciones locales a someter a consulta los planes y proyectos relacionados con la política distrital de envejecimiento y vejez, refiere María Conchita Ramírez, Coordinadora General del Consejo Distrital de Sabios de Bogotá y miembro de la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Personas Adultas Mayores (FIAPAM).

Algunas iniciativas que ha impulsado el Consejo son: mejorar las condiciones de atención a las personas mayores, con puntos intermedios entre sus hogares y los hospitales de primero, segundo y tercer nivel, para facilitar su traslado; becas universitarias, programas intermedios o de educación continua; cuidado comunitario, sensibilizar a la ciudadanía en el acompañamiento entre vecinos; manzanas cuidadoras, ubicar puntos de servicios diversos dedicados a los cuidados, para facilitar la vida diaria de las personas mayores.

“Hemos tomado conciencia de que el trabajo debe ser continuo en beneficio de la mayor cantidad de personas; actualmente, estamos por definir la nueva política de envejecimiento y vejez, con base en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, para presentarla en 2024 y que se convierta en una norma obligatoria de cumplimiento.”

Conchita Ramírez asegura que las economías de los países se verían muy fortalecidas si apoyaran el trabajo de las personas mayores, porque no son necesariamente un gasto, sino también un recurso.